miércoles, 1 de julio de 2015

Un Ferrari de dos ruedas

A principios de los '90  Piero Ferrari recibe una llamada de David Kay, que es uno de los mayores expertos y conocedores de la historia de MV Agusta a nivel mundial.
Kay tenía devoción por el padre de Piero y fundador de la marca, Enzo Ferrari, y quería construir una motocicleta que reuniese el aroma de los coches de Maranello para homenajear al sr. Ferrari.
Kay le pedía a Piero la autorización para que dicha motocicleta pudiera llevar el escudo del Cavallino Rampante en su depósito, y no sólo se le concedió la autorización, Ferrari le dió homologación oficial al futuro chasis con el código de fábrica SF-01M.
La elección del futuro motor para la moto estaba muy claro por parte de Kay, tenía que ser un  MV Agusta, la única marca italiana, y tal vez mundial que tenga similitud con Ferrari a nivel de pedigrí y espíritu, los tetracilíndricos de la casa de Varese y fundada en Cascina Costa fueron en su día la equivalencia en el mundo de la motocicleta de los pluricilíndricos de la casa de Maranello.
Para la construcción de la moto se fabricó una puesta al día del motor MV Agusta de 900 cc de cuatro cilindros en línea, refrigerado por aire, con doble árbol de levas, inyección electrónica,  un cambio de cinco velocidades y la utilización de aluminio y magnesio en su construcción, teniendo como potencia final unos 105 cv a 8800 rpm.
Para el chasis se utilizó acero Reynols 531en sección redonda, que aportaría gran rigidez al conjunto y un peso contenido, adoptando la forma clásica de un doble cuna. Para las suspensiones se eligió lo mejor de Forcella Italia para la horquilla, invertida y totalmente regulable en todos sus parámetros, y para la parte trasera de clásico diseño se utilizaron una pareja de amortiguadores de la casa WP, hechos específicos para la moto. A nivel de frenos se utilizó Brembo, con pinzas de seis pistones en el doble disco delantero y pinza de cuatro pistones para el disco trasero. Finalmente para las llantas se eligieron unas ligeras unidades de 17" de la casa Astralite, especialmente fabricadas para la Ferrari 900 (como se la llama escuetamente) y que son de dos partes atornillables, al estilo de las Comstar de Honda.
Para las líneas de la moto se quiso evocar la época de los 60, la del glamour por excelencia de Ferrari, y se diseñó una escueta carrocería toda en aluminio con un semicarenado frontal redondeado con doble faro de inspiración Gixxer '91 detrás de una lámina de plexiglas. Un largo depósito de gasolina y estilizado colín le daban ese aspecto perseguido a la 900, y en las tapas laterales traseras se incluyeron unas branquias al estilo Testarossa de los '80. Detalle el guardabarros delantero fabricado en fibra de carbono.
En el equipamiento destacaba su cuadro de instrumentos combinando esferas analógicas e información digital y el uso de un amortiguador de dirección.
Finalmente cabe darle mención especial al sistema de escape, unos auténticos megáfonos en configuración 2+2 con cubierta exterior en aluminio y lacados en negro mate.
El peso final del conjunto se queda en unos 172 kg en seco, que junto a los 105 cv que ofrece promete según su creador velocidades punta por encima de los 265km/h, algo que todavía nadie ha podido comprobar.
Después de varios intentos de venderla en diferentes subastas, con precios de partidas entre los 350/400.000 €, fue comprada por un anónimo por una cifra de 105000 € en una subasta de la casa Bonhams en Abril del 2012.
Hay quien dice que no ha sido la única moto con el nombre Ferrari en su depósito, y si pero no, eso es otra historia......



















Actualización de la publicación de Simplemente Motos (Facebook) del 05/03/2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario