miércoles, 4 de abril de 2018

De Japón a Saturno

 ¡Ah! la década de los ´80 del pasado siglo XX....  cuna de lo que hoy entendemos por motocicleta actual, donde se asentaron la mayoría de tipos de motos que conocemos hoy y se abrieron nuevos caminos, algunos de los cuales luego se perdieron en el tiempo, como el de las maxi trail dakarianas o como al que nos queremos referir hoy y que nosotros llamamos deportivas razonables, el de las deportivas monocilíndricas de 4 tiempos.
 A mediados de aquella década empezaron a aparecer las deportivas japonesas de 4 cilindros y 16 válvulas en diversas cilindradas, básicamente de 600, 750 y 1000 cc, veloces y potentes motos que en sus inicios venían acompañadas de chasis de alambre y estrechas llantas, herencia aún de las motocicletas deportivas de los ´60 y '70 que en su mayoría todavía eran motos de motores de 2 tiempos y mediana o baja cilindrada. Poco a poco la industria japonesa se fue pasando a los motores de válvulas y de grandes cilindradas, fiables, limpios y de consumos contenidos frente a las aulladoras y tragonas  2 tiempos, y con ello fue dando el golpe de gracia para la desaparición de la mayoría de fabricantes europeos que sobrevivían a duras penas gracias a que eran los únicos representantes de los motores de 4 tiempos en aquellos años. Entre estos principalmente había tres frentes, las marcas inglesas con sus eternos monocilíndricos , prácticamente inalterados desde los años ´40 acunados en chasis tipo "lecho de plumas",  los alemanes de BMW,  atrincherados en sus motores Boxer que también llevaban décadas sin evolucionar significativamente y por último el sector italiano, más variado en sus mecánicas pero al igual que alemanes e ingleses, anclados en sus motorizaciones desde hacía años.  Todos ellos sobrevivían como hemos referido porque las marcas japonesas aún no habían entrado en el mundo de los 4 tiempos, y sus veteranas mecánicas, en muchos casos de poca fiabilidad, escasas prestaciones  y dadas a marcar territorio eran las únicas opciones para el motociclista de a pie si quería una moto "gorda".




...¿Su nombre? Gilera Saturno 500 Bialbero, en honor a las Saturno de las décadas de los '50 y '60....












 Así pues la evolución hizo que para finales de los '80 pudiéramos disponer de potentes motos impensables 10 años antes con unas prestaciones que empezaban a estar por encima de las habilidades de muchos usuarios, y por supuesto, de las vías públicas existentes. Y en esta tesitura siempre aparecen disconformes con lo que hay, y muchos usuarios empezaron a reclamar monturas deportivas pero de poca potencia, con buenos chasis, ruedas y frenos de verdad pero que pudieran ser domadas por sus propietarios, ya existía de alguna forma ese sector que lo copaban las rabiosas 125 de 2 tiempos, en muchos casos casi auténticas motos de GP matriculables, y como aquellas, de mantenimientos de corto intervalo y algo caros, pero se buscaba algo igual pero diferente, y la solución estaba en montar motores monocilíndricos de 4 tiempos, estos podían ser media o alta cilindrada con potencias cercanas a la media centena de cv, con lo cual se aseguraba una robustez y fiabilidad mecánica bastante superior al de las 125 cc, y unos costes de mantenimiento bastante reducidos también comparados con las mencionadas octavo de litro.
 Por ello en aquella época se podía ver una gran cantidad de preparaciones de motos trail de 4 tiempos que se pasaban a solo asfalto o incluso al SM puro, un intento por parte de sus propietarios de tener una moto deportiva para carretera divertida, ligera y con potencia gobernable,  por lo que viendo las tendencias era cuestión de poco tiempo  ver uno de esos motores montados en una moto asfáltica al 100%.




... era cuestión de poco tiempo ver uno de esos motores montado en una moto asfáltica al 100%...









 También precisamente en el país de Sol Naciente estaban buscando los mismos objetivos, en el reino de los motores pluricilíndricos donde podían disfrutar de joyas de 250 y 400 cc de cuatro cilindros de última generación, (en muchos casos más avanzadas que nuestras superbikes europeas, debido a su legislación que prohibía las motos de más de 400 cc a no ser que estuvieran fabricadas fuera del país) se demandaba un tipo de deportiva diferente a lo que tenían, que fuese digamos al gusto europeo, y ahí entraba el tipo de moto del que hablamos hoy.
 En 1987 una multinacional japonesa llamada C.Itoh & Co. Ltd. contactó con la italiana Gilera para ofrecerles el proyecto de construirles esa moto, una deportiva monocilíndrica de 4 tiempos. Gilera en esos años era un referente en el mercado de las monocilíndricas con sus motores de 350 y 500 cc montados en motos como las trail Dakota. Su idea era obtener un producto para este nuevo pujante segmento que tuviera el aroma europeo que el cliente japonés buscaba, y que por el momento ya contaba con un integrante, la Yamaha SRX, con motor de la trail XT, pero esta no era una auténtica deportiva y el nicho del mercado aún estaba ahí por llenar.
 Estos motores se caracterizaban por su arranque eléctrico, doble árbol de levas,  cuatro válvulas en la culata y refrigeración líquida. Se alimentaban por un carburador Dell 'Orto PHM 40 VS y entregaba una potencia de  44 cv a 7000 rpm para un peso de toda la moto sobre los 140 kg,  lo suficiente para encararse con las 125 de 2 tiempos. Su chasis era un multitubular de acero de sección redonda, las llantas eran Marvic de radios huecos con medidas de 110/70-17" y 140/70-17" , frenos Brembo con un disco de 300 mm de diámetro mordido por pinza Brembo de doble pistón de lo mejor de la época, en sus suspensiones horquilla Marzocchi de 40 mm de diámetro y monoamortiguador regulable de la misma casa, aunque parece ser que en algunas de las últimas unidades fabricadas se montaron horquillas Paioli. Finalmente en el basculante la tensión de la cadena era por excéntrica.

 Para sus líneas los principales responsables del proyecto, el italiano Sandro Colombo y el japonés N. Hagiwara pensaron en un estilo retro tipo años '70 y dotaron a la moto de un semicarenado/cúpula de líneas redondeadas con faro redondo, un escueto colín monoplaza y un predominante depósito de gasolina que focalizaba las miradas al estilo de las motos de aquellos años, para rematar la faena, el escape discurría por un lateral de la moto al estilo scrambler en línea recta a media altura
  La  preciosa moto estaba terminada, ¿su nombre? Gilera Saturno 500 Bialbero, en honor a las Saturno de carreras de la marca italiana de los años '50 y '60.
 La Saturno era una moto muy divertida de conducir tal y como se esperaba de ella, hecha para disfrutar de tus carreteras de montaña preferidas  moviendo su ágil figura entre curva y curva aprovechando las bondades del motor para ir alegre y rápido sin tener que llevar el cuchillo entre los dientes y el tacómetro en la zona roja como en las 125 de 2 tiempos....y bella, una moto realmente bella.







.... se editaron incluso un par de ediciones especiales como la Aniversario o la edición Isla de man....














   La Saturno se presentó en el salón de Tokio de 1987, junto a su hermana menor de 350 cc que no disponía de doble árbol de levas y por ello  perdía el apellido de Bialbero.  Se empezó a comercializar al año siguiente, pero en contra de lo esperado, no tuvo el éxito de ventas, tal vez por su elevado precio o por el raro gusto japonés, querían una moto europea....pero que no fuera europea. la Saturno se ofrecía en una gran variedad de colores y se editaron incluso un par de ediciones especiales como la Aniversario en color negro con detalles en dorado o la edición Isla de Man, con gráficas diferentes y un doble escape todo plateado, también surgieron diversos kits y piezas como quillas para el motor o escapes de doble salida,  pero como las ventas seguían siendo escasas para 1989 se ofreció su comercialización al resto de mercados.  Pero su alto precio otra vez, en línea o superior al de todas las 600 japonesas de 4 cilindros o incluso alguna 750 que se vendían en Europa, la privaron de tener una buena acogida en el mercado. Llegaron en pequeños lotes, por ejemplo unas 50 o 60 en Inglaterra para 1990, y se estima que sobre las 200 en Italia, calculándose el número total de unidades fabricadas en unas 2000. Tal vez fuera una inteligente política de ventas de Gilera lo de los pequeños lotes, porque se vendían y los importadores solicitaban más unidades, pero Gilera no les daba todas las que solicitaran para que no hubiera stock y se despacharan rápido ante la perspectiva de quedarte sin moto.
 En 1991 cesó la producción, Gilera no se encontraba bien económicamente hablando como empresa y pronto cerraría y la Saturno pasaría a la historia. Ha día de hoy es una moto muy codiciada y bien valorada, a pesar de no haber casi nada de recambios y tener su motor una dudosa fiabilidad como demostró con los años sus hermanas de marca que montaron idénticos propulsores.




Vía Simplemente Motos Facebook, Motorcyclespecs.co.za, classic-motorbikes.net, dueruote.it y conocimientos propios