jueves, 30 de julio de 2020

Ella empezó la guerra....

 Hay ocasiones en las que tengo oportunidad de sumergirme en mis más profundos pensamientos sobre el mundo de la motocicleta durante largo tiempo, y no me refiero a cuando me voy a dormir, y la mayoría de las veces llego a la misma conclusión, la de la suerte que hemos tenido los que como yo, tuvimos ya sentido común en estos de las motos a finales de los años '80 del pasado siglo.
 Hemos podido asistir en directo a la evolución brutal y fulgurante que tuvo el mercado en diferentes clases o categorías, la historia de las pequeñas y sofisticadas 125 de 2 tiempos, el nacimiento y declive de las equilibradas 750 cc, la aparición de las deportivas de 600 cc el acoso a las grandes motos deportivas de litro por la ligera CBR 900 RR que dio lugar a la nueva estirpe de motocicletas de 1000 cc deportivas, al nacimiento de las grandes motocicletas de campo en los '80 que llamaríamos dakarianas en honor a tan insigne carrera y que yo veo más como un lavado de cara hacia el asfalto de las motos de campo para poder seguir vendiéndolas después de su década prodigiosa de los años '70, al resurgimiento de la motocicleta Europea de gran cilindrada en los '90, la creación del mundial de SBK y  la vuelta de los 4 tiempos al mundial de velocidad.... muchas y variadas historias en prácticamente 4 décadas.




 ...esta guerra comenzó por una belleza italiana llamada Gilera KZ....


 Hoy me quiero recrear en aquellas 125 2 tiempos italianas que tanto nos enamoraron de adolescentes (las hubo también japonesas, pero de "diseño" europeo en su mayoría), siglas como AF1, Freccia, Mito, KZ, Mito....nos hacían volver el cuello sin parar por las calles de nuestras poblaciones llegando más de una vez con tortícolis a casa por la tarde. Aquello fue una lucha sin cuartel por parte de las marcas italianas principalmente, que nos sacaban evoluciones o motos nuevas como churros la churrera el domingo por la mañana. Existió tal carrera tecnológica que los modelos nuevos podían dejar obsoletas a sus antecesoras de un año para otro, y a modo de efecto secundario, propició la evolución indirecta de otras categorías de motocicletas de mayor cilindrada que veían como unas pequeñas motos humeantes y chillonas llevaban mejores chasis, frenos, suspensiones y ruedas que ellas y que si no fueran por sus mucho más potentes motores caerían abrasadas por estas en las carreteras secundarias de los fines de semana.
 Esta evolución también llegó a sus hermanas de fuera del asfalto, donde más se noto lo fuerte que podían pegar las 125, ya que gracias a sus menores pesos y potencias muy cercanas a lo que realmente podían dar los pesados monocilíndricos 4 tiempos de la época, las mucho más elaboradas partes ciclistas de las 125 se merendaban a muchas "motos grandes" a la hora de ir gas a fondo serpenteando por pistas, roderas o simple campo a través.
 Y esta carrera, esta guerra tuvo un comienzo, y como muchas batallas de la antigüedad, fue por una belleza femenina, en este caso por una belleza italiana llamada Gilera KZ 125.

 Como comenté antes, la década de los '70 había sido la edad de oro para las motos off road en todas sus vertientes, enduro, cross o trial, incluso empezaron varias familias de las nuevas trail de media cilindrada encabezadas por la popular Yamaha XT 500 y amparadas bajo la sombra del rallie Dakar o la Baja California y sin duda todo ello auspiciado porque el principal mercado de entonces, el americano, era muy aficionado a la moto de campo, pero empezando los años '80 el nuevo y joven comprador de motocicletas en Europa echaba de nuevo la mirada al asfalto, y esto sobre todo se apreciaba en Italia, donde se repuntaba una buena demanda de motocicletas de carretera de media o baja cilindrada principalmente.
 Ya desde principios de los '80 existían motocicletas de octavo de litro por parte de los fabricantes italianos con motores modernos refrigerados por agua, en 1981 Aprilia presentó la Strada ST 125 con motor Hiro Motori, y aunque presenta un moderno sistema monoamortiguador trasero su estética desnuda es todavía claramente de inspiración en las grande motos japonesas de los '70, luego muy rápidamente llegaría la evolución llamada STX que principalmente tendría cambios estéticos y la AS 125 en 1985, otra remodelación de la ST/STX en la que básicamente se cambiaba el motor Hiro por un Rotax.
 Por otro lado Gilera en la primera mitad de la década también tenía una moto de similares características y prestaciones como fue la RV 125, Cagiva tenía la Aletta Oro 125 S1 y Honda Italia presentó la NS 125.
 Pero la primera bala la disparó Gilera en 1985 con  la presentación de las KZ y KK 125, las primeras octavo de litro que reunían  los requisitos para considerarlas como la primeras 125 modernas que darían  identidad a este segmento de motos.
 Una estética agresiva con aires tal vez a las saga VF de Honda, la KZ fue moto del año en Italia en 1986, diseñadas ambas (KZ y KK)  por Luciano Marabese, tenían unas líneas que daban un nuevo aire moderno que rompía con todo lo anterior, ya que exceptuando la Cagiva, todas sus oponentes eran motos desnudas. La KK por diversos motivos no fue puesta a la venta hasta finales de 1986 y cuando estuvo dispuesta no gozó de las ventas de su hermana.
 Nos centraremos pues en la KZ, la que realmente tuvo más ventas y efectividad en la carretera y circuito, con su carenado dividido en dos partes con una larga y grande quilla que alojaba la batería y su instalación, colocada allí para bajar el centro de gravedad de la moto. La parte superior sería un conjunto cúpula, frontal de una sola pieza que tapaba el tanque de gasolina, al que se accedía abriendo lo que parecía el auténtico depósito por medio de una bisagra, y junto a este se encontraba el depósito del aceite para la mezcla con la gasolina y el bote de expansión del radiador.
 El chasis vislumbraba un doble viga en acero al que se unía una horquilla delantera Ceriani de 36 mm de diámetro con el inevitable antihundimiento de la época graduable en tres posiciones, en algunas unidades, casi todas en Italia,  podía darse el caso de montar una horquilla Paioli sin el sistema antihundimiento, claramente de mejor efectividad y funcionamiento que la Ceriani.
 Detrás llevaba un sistema monoamortiguador con basculante en acero, bieletas progresivas y un amortiguador Corte & Cosso ajustable en precarga. En los frenos contaba con discos y pinzas Grimeca de 240 mm de diámetro, con doble pistón delante y simple pistón detrás. Las preciosas y particulares llantas signos de identidad de esta moto también eran Grimeca, de 16" en ambos ejes para la monta de neumáticos en medidas 100/80-16" y 120/80-16". La preciosa KZ daba en la báscula un peso algo superior a los 120 kg en seco, toda una peso pluma para la moto y la categoría.
 Su potente motor tenía unos 24 cv a 99000 rpm  para otorgarle la increíble velocidad para una 125 de casi 155 km/h. Este contaba con un nuevo cilindro con 12 transfers y una nueva válvula de escape de accionamiento mecánico con cámara de resonancia, era una mezcla entre el sistema de Yamaha YPVS  y el sistema de resonancia de Honda APTS. Se accionaba mediante un mecanismo centrífugo de bolas de metal que la abriría gradualmente hasta las 7500 rpm que es cuando quedaba totalmente abierta, a la vez que se abría la válvula de escape se cerraba la cámara de resonancia y ello producía una mejor circulación de los gases de escape según el rango de revoluciones a que se circulara para producir la mejor respuesta posible del motor.

 El sistema de escape salía hacia la izquierda discurriendo entre el cilindro y el chasis, para luego discurrir por debajo del sillín donde tendría su cono de expansión, acabando en un bonito silencioso en la parte izquierda del colín.
La alimentación se encargaba a un Dell'Orto PHBH 28 con la admisión por láminas de acero al cilindro y el encendido era de avance variable, todo un hit tecnológico para la época y para la clase de moto, como también lo era la finura mecánica de su propulsor gracias a la adopción de un eje de equilibrado contrarotatorio ligeramente desfasado.
 También a nivel de equipamiento e instrumentación la KZ estaba muy bien equipada con nuevos y ergonómicos mandos, y un completo cuadro de relojes y testigos de fácil lectura, así como arranque eléctrico incluso con marcha engranada, aunque también seguía teniendo la opción del arranque clásico a patada.






... las características eran todas las mismas para la Gilera KK...











 Todas estas características eran las mismas para la KK 125, pero esta presentaba como diferencia principal que en búsqueda de un mejor centro de gravedad  tenía un doble depósito de gasolina, uno igual que en la KZ en la posición tradicional y otro situado en la quilla de la moto. También otras sutiles diferencias estaban en un escape optimizado con respecto al de su hermana, carencia de patilla de arranque,  un desarrollo final algo más largo y diferentes ajustes de suspensiones así como también otros ajustes distintos en carburación.
 La KK tenía un par más de cavallos de potencia y una velocidad punta algo superior a la KZ pero en aceleraciones y recuperaciones penalizaba ante su más ligera y briosa hermana, su comportamiento general también era menos radical que el de la KZ y luego contaba con el laborioso sistema de doble depósito antes comentado que le obligaba a un sistema eléctrico doble de alimentación con dos bombas de gasolina que presentaba algún que otro problema con el tiempo.
 Siguiendo con la KZ el rendimiento general de ella según los probadores de la época era muy alto y al mismo nivel o superior a motocicletas de 250 cc 2t de pocos años antes, con un motor que subía con alegría de revoluciones y no daba la sensación de desintegrarse manteniendo altos regímenes de giro.  También la parte ciclista recibía bastantes alabanzas, a pesar del antidive delantero las suspensiones cumplían sorprendentemente bien cuando se les exigía un comportamiento deportivo, los frenos eran buenos comparados con lo que había entonces y la moto casi la podías llevar de curva en curva o de ángulo a ángulo con el pensamiento. Comparada con su antecesora la RV y con la competencia en general, la KZ 125 estaba al menos dos pasos por delante en todos los aspectos posibles. Pero Gilera no quiso dar el trabajo por terminado y cuando apenas había comenzado la comercialización de la KZ ya tenía una evolución preparada, la KZ 125 Endurance, y el motivo principal era la creación de una copa monomarca con esta moto.
 La Endurance apenas variaba con la KZ normal en colores, la posibilidad de montar una tapa para el asiento del pasajero y la adopción de un nuevo doble faro cuadrado que le daba una imagen más agresiva y bonita a la moto, siendo la primera 125 en adoptar esta solución. La KZ Endurance se comercializó en 1987, y con ella se puso  también a la venta el kit de transformación para la KZ "normal" a Endurance, así como también otro kit de competición para participar en la copa Gilera KZ que constaba de neumáticos Pirelli, latiguillos de freno, Kit de carburación, escape Gianelli y pastillas de freno Brembo.
  La guerra había comenzado, las demás casas italianas con intereses en la cilindrada no tardaron en reaccionar y produjeron motocicletas si cabe de más nivel tecnológico y de más potencia, Aprilia contraatacaba con la AF1 y Cagiva ponía en escena la aerodinámica Freccia C-9 diseñada por Massimo Tamburini, comenzando así una escalada de modelos, potencias y velocidades que llegó hasta la mitad de la década de los '90 y que sólo fue frenada sin duda por la crisis económica de algunos de los contendientes y por las nuevas normas de carnet y limitaciones impuestas por algunos países que mataron el segmento.





... ya tenía otra evolución preparada, la Gilera KZ Endurance....














 Pero durante casi 10 años pudimos disfrutar de un sinfín de modelos de 125 2t que en su día nos daban lo mejor que había en motores y tecnología de la época, y no solo en el asfalto, esta guerra también se libró en el campo y en menor medida en el nuevo segmento de las 125 Fun o SM, como fueron las Supercity de Cagiva o la Gilera Freestyle.
 Fué una década que nos hizo soñar, babear, y si tuvimos la suerte de ser el poseedor de una de estas motos, de hacernos sentir pilotos oficiales montando estas ligeras, aulladoras y potentes máquinas con las que nos lanzábamos a nuestras carreteras de montaña favoritas a la búsqueda y captura de alguna congénere o si podía ser a la caza de alguna moto gorda a la que acosar y derribar como hacían las jaurías de lobos acorralando a algún gran ciervo.

 Si señores, puedo decir orgulloso que yo viví la época de las 125...

Via Conocimientos propios, 125stradali.com y motorcyclespecs.za.com

martes, 30 de junio de 2020

Pilotos por un día, Batalla 2020, a la 5ª va la vencida

 Y llegó el gran día....
 El pasado 27 de Junio se celebró la V edición de las 3 horas de la Batalla de Clásicas de Guadix memorial Guillermo Pazos- Enrique Barranco. También era nuestra 5ª participación en la carrera, la única que disputamos en la temporada y para la que trabajamos todo el año. Nosotros no somos ningún equipo de motocicletas al uso, somos un pequeño grupito de familiares y amigos con muy escasos recursos y mucha ilusión, siempre nos ha gustado la competición y esta carrera amateur era y es nuestra vía para cumplir nuestro sueño de participar en una carrera de motos.
 Sabiendo de nuestro exiguo nivel de pilotaje y de las pocas o ninguna ocasiones en las que entrábamos a circuito lo primero que hicimos fue buscar una moto que nos garantizara fiabilidad mecánica y de paso si pudiera ser "dar la nota", poder ser diferentes y originales y en los tres primeros años que participamos lo hicimos dentro del Team Hobby pilotando una preciosa GSX 600 F Katana con su eterno motor SACS y que con muy poquitas modificaciones nos dio muy buenos resultados.
 Pero el año pasado decidimos volar solos y gracias a Kawas Viejas me hice con una veterana Kawasaki GPX 600 R que ya venía modificada de parte ciclo y a la que sólo tendríamos que poner al día y darle un lavado de cara. Pero una cosa es decirlo y otra hacerlo, y menos sin aportes económicos externos saliendo todo de nuestros bolsillos, y tras muchas penurias, horas y la ayuda inestimable, trabajo y saber hacer de talleres Garage 99 de Armilla (GR) que nos pintó la moto gratis, pudimos tenerla lista para la 4ª edición de la Batalla el pasado año 2019.
 Y así nos estrenamos como Team Cano, participando en carrera con mi hermano Mario Aguilar Cano y nuestro primo Fco. Dominguez Cano (Cisco) y con nuestra flamante GPX pintada con los colores de la JJ.Cobas de Aspar de los años '90.





...la baja de Cisco fue cubierta por el fiel amigo Tomás Centeno estrada...











  Fue una dura carrera donde la inexperiencia a la hora de preparar la moto nos pasó factura y tuvimos  serios problemas sin solución durante la carrera, por un lado una mala carburación que nos dejó la moto casi inservible para correr con rateos y ahogos continuos y un problema de dirección que dejó la moto altamente inestable, pero conseguimos acabar la carrera.
 Este año me perjuré conseguir una moto perfecta que nos permitiera disfrutar del evento y trabajé duro todo el año en ella buscando piezas y soluciones, sacando dinero y horas de donde había poco o nada. Instalamos un nuevo amortiguador trasero (gracias Mamel Coto una vez más), rehice por completo los carburadores, desmonté la horquilla que había reventado retenes porque las barras estaban dobladas y una vez más Mamel Coto estuvo ahí prestando ayuda  reparándolas y busqué el problema que nos dejaba cogida la dirección y que no estaba en los rodamientos, resultando ser una arandela que no tenía el grosor que requería, dejando la dirección dura al apretar la tuerca de la misma.
 Ya casi llegando la fecha de la carrera tuvimos la baja de Cisco que seguía arrastrando problemas con una rodilla y rápidamente nos pusimos a la búsqueda de un tercer piloto, y no fue fácil no por no encontrarlo sino porque gracias a Dios tengo tantas amistades que no sabía a quien pedírselo. Finalmente y jugando con la cercanía al circuito se lo propusimos a nuestro gran y fiel amigo Tomás Centeno Estrada que ya el año pasado nos ayudó en carrera ejerciendo Team manager llevando la pizarra, tiempos y repostaje.
  LLevando ya una semana antes de la Batalla listas y preparación de todas las cosas que había que llevarse entre recambio, herramientas, mobiliario y sustento,  y como es obligación santa no dormir nada la noche anterior presa de los nervios,  me presenté en el circuito con el coche prestado de mi jefe y el remolque prestado también de mi primo Cisco, tomando sitio en nuestro box junto a la bonita FZR 600 del Team Vimoto y la rápida y eficaz CBR 600 de Team Piraña y ahí fue donde aconteció la gran noticia del día, estas dos motos junto a nuestra GPX eran las tres únicas en la categoría Supersport pre-90, ¡¡¡lo que significaba que con acabar la carrera pisaríamos podio!!!.







.... nos ponemos con la GPX para ponerla a punto....

  Ahora si que estaba nervioso de verdad, todos los años anteriores habíamos terminado la carrera sin incidentes exceptuando el año pasado que fue por los pelos y ya solo pensaba en que no tuviéramos ninguna avería que nos dejara sin acabar este año, hoy si va a ser un día largo....
 Antes de las primeras tandas y después del Briefing y los correspondientes saludos a otros participantes y amigos nos ponemos con la GPX para ponerla a punto. Montamos la quilla que se tuvo que desmontar para poder subirla al carro, se revisaron presiones, tornillos varios, líquidos, gasolina y se montaron los calentadores de rueda.... el año pasado junto a la moto estrenamos nuestras camisetas a juego, este año por razones obvias hicimos mascarillas y junto a la lona que me regalaron mi hermano y su pareja  Rosa parecíamos un equipo oficial y serio todos conjuntados.

 Tenemos la mañana para probar la moto en las tandas de entrenamiento y en las libres A y B y establecemos los ordenes de salida, primero yo, luego Tomás y finalmente mi hermano, no la estrujaremos y lo que haremos es reconocer la pista de nuevo, soltarnos nosotros que llevamos meses sin coger moto y rodar la GPX rezando porque no de problemas.
 El primero en salir a pista es Tomás, ya que mi estado de nerviosismo está en cotas altas y aparte nunca me ha gustado el grip de la pista de Guadix en su primera tanda mañanera, así que decido dejarla pasar y que Tomás estrenara el día, por cierto Tomás hasta el último momento en que se subió a la moto nos estuvo pidiendo que le colocáramos un manillar alto como el de su KTM 950....porque  prácticamente no ha cogido motos con semimanillares y ahora que coge una lo metemos directamente a circuito, un poco brutos que somos aquí en el Team cano.
 Acaba su tanda sin problemas...o casi, la moto tironea un poco al abrir gas y en altas revoluciones, el fantasma de la avería del año pasado nos sobrevuela por encima. En cuanto a la parte ciclo no hay más que alabanzas, la moto es muy ágil en los cambios de dirección y al meterla en curva y también es estable en mitad de la trazada, sin sustos o movimientos extraños, el nuevo amortiguador YSS específico para la GPX cumple de sobras con su función, bueno, por lo menos en estas cuestiones estamos ya tranquilos.




      .... lo más bonito de la resistencia, los relevos.

  Sale mi hermano a pista, ya hace más calor y el asfalto se supone que ha mejorado algo de grip, aunque con tanto resto de goma de coche mejor no fiarse mucho. Rueda la tanda sin problemas o eso pensaba, porque la moto va a peor con el rateo, en las primeras vueltas va verdaderamente bien, pero a las 3 o 4 empieza fallar y va a peor. De suspensiones y dirección nada que decir, todo perfecto, impresionado también de como se comporta la GPX.
 Dejamos reposar la moto en box apuntándola con un enorme ventilador industrial de suelo que he traído para refrigerar su veterano motor, ventilador que por cierto luego durante la carrera tendrá un club de fans....
 Salgo yo con ella a rodar, ahora sabré de primera mano de verdad lo que le pasa. En las primeras vueltas veo que acelera rápidamente superando su zona roja donde no corta y se te descuidas la metes a 13000 rpm, pero no va fina fina, al dejarla caer de vueltas en algún angulo el motor no llega a recuperar como debiera tosiendo y quedándose muerto, pero pasadas las 5000 rpm se dispara hacia arriba. Este fallo va en aumento y a mitad de la tanda es bastante intenso en toda la gama de revoluciones. En cuanto a las suspensiones, frenos y horquilla todo de lujo, la moto es realmente muy ágil para meterla en curva, casi con sólo insinuarlo, mi ZXR 750 con la que comparte horquilla completa es bastante más cabezona de entrar en curva, y una vez metida en trazada va sobre raíles.
 En cuanto a mis famosos problemas de frenada en los que tiro tanto a muerte que la horquilla comienza a rebotar he decidido ser más conservador en las frenadas a costa  de perder tiempo en vuelta pero así no forzaré la horquilla y  no reventaré retenes.
 Ya de vuelta al box metemos la moto dentro, la subimos a los caballetes, montamos calentadores y me pongo a buscar la solución a los rateos de motor, y en una primera visual debajo del depósito localizo la posible falla, uno de los tubos de sobrantes de la rampa de carburadores está totalmente doblado impidiendo la salida de gases, la mezcla que llevo dentro de mi entre desasosiego, nervios y cabreo por el principio de fallo de la moto me lleva a la solución drástica, ni desmontar depósito ni nada, tenazas y un fuerte tirón, tubo fuera y a probar la moto de nuevo.




... el tercer escalón del cajón no se puede escapar...

 Tomás sale de nuevo y espero ansioso sus comentarios sobre la moto al acabar la tanda y me comenta que todo bien pero que en altas revoluciones falla y no sube, y cuando la prueba luego mi hermano me dice lo contrario, la moto estira muy bien pero falla en bajos y medios....para volverse loco.

 Volvemos tras esas dos tandas a darle un pequeño descanso a la GPX en box acariciada por el fresco aire que le da el admirado ventilador con el que la agasajamos y tras los 20 minutos de tanda que transcurren vuelvo a salir a pista a ver que le pasa de verdad a la señorita.
 Y el caso es que conmigo ni chicha ni limoná, la moto va bien en bajos, en medios y en altas, pero acompañada de un leve rateo, muy leve pero persistente, no desaparece.
 Así que dando gracias a que la cosa no va a más y que de parte ciclo va de escándalo seguimos rodando lo que resta de mañana y en el cronometrado clasificamos 9º de 11 equipos.

  Son las 2, falta una hora para la carrera y tenemos que descansar algo, comer, beber y darle un último repaso a la GPX que todo esté en su sitio, volvemos a colocar calentadores pero sin enchufarlos, para que el rango de temperatura que tienen caiga lentamente y el caucho no sufra estrés por cambios rápidos de temperatura, como esta vez la moto va a estar una hora parada los beneficios del ventilador van a ser para nosotros.
 Rosa y Tomás devoran los platos que preparó el segundo la noche pasada ante el nerviosismo que le impedía dormir y los que ha traído Rosa, la pareja de mi hermano, que durante la carrera será quien se encargue de la pizarra y los tiempos. Mi hermano al igual que yo no prueba bocado, pero él por  motivos digestivos, ya que si encima de la moto aprieta el culo empieza a resbalar dentro del mono....
 Yo no puedo comer, creo que mi estómago ha desaparecido, así como la vejiga y el recto, porque hoy ni cagar siquiera, soy un personaje multicolor con la mirada abstraida sobre la GPX pensando en que puede y en que no debe fallar en carrera.
 Y estando absorto en mis pensamientos y reapriete de tornillos varios oigo la llamada de 5 minutos a pista y caigo en que no había vuelto a enchufar los calentadores como tenía previsto a las menos 15 minutos, así que los enciendo ahora y demoraré lo máximo posible mi salida a pista para que calienten.
 Por suerte a pesar de este año empezar la carrera a las 3 de la tarde la bonanza climatológica nos acompaña y no hace excesivo calor, o al menos mi insensible cuerpo ante el futuro evento no lo nota, y sopla una ligera brisa fresca que se agradece bastante. Me coloco la funda del mono....botas, guantes y mi nuevo casco que estreno hoy, quitamos calentadores, arrancamos motor y salimos a pista, llegó la hora de los valientes...
 No hay vuelta de calentamiento o formación, tal como llegas a meta colocas la moto en su punto de referencia. Tomás sujetará la moto mientras yo me fijo en el brazo del juez de carrera que dará la señal de salida. El brazo cae y empiezan las tres horas, salgo corriendo hacia la moto con la misma extraña sensación del año pasado de que parecía que iba flotando en lugar de corriendo, me subo, meto primera, salgo y pierdo una posición al ser adelantado por el equipo de justo detrás nuestro, pero no me preocupa, no es mi carrera, mi carrera es contra mí y contra la GPX.
 La moto va bastante redonda, comparada con el año pasado es un mundo diferente, puedes abrir gas y avanzar, pero no está al 100% de lo que debería. Empiezo a coger ritmo muy rápidamente y ruedo constantemente en los mismos tiempos, décima arriba décima abajo, eso es muy buena señal, ser constantes en tus tiempos es la mejor señal de que tanto la máquina como tú vais bien.
 Hemos acordado relevos a 20 minutos que es el tiempo mínimo en pista ya que pensamos que con el calor de las 3 de la tarde nos fatigaremos bastante y no somos unos jovenzuelos precisamente. Me sacan la pizarra para entrar a box a cambio de piloto, curiosamente en esa vuelta ya marcaba mi mejor tiempo personal...quien sabe si hubiera mejorado más de haber seguido en pista.
 Ahora entrará Tomás, me bajo yo, se sube él y un compañero nos avisa de que la moto tira agua....efectivamente junto a la pierna izquierda de Tomás se ve salir un reguero de agua caliente y una nube de vapor rodea la moto a la vez que un enorme agujero negro se forma en mi estómago.
 Paramos motor y me la quedo mirando detenidamente mientras mi cerebro me habla pidiéndome calma, que no me ponga nervioso. Eso es lo que pienso hacer, el año pasado hice una carrera muy nervioso y estresado por el sinfín de problemas que existieron y que me eché todos a la espalda, y al final del día me dejaron secuela.













...abrazos, risas y cervezas al llegar a box....



















  Metemos la moto a box y empiezo a examinarla, manguitos bien, no hay roturas ni nada, radiador lo mismo, pero espera, ¡¡el agua sale por detrás!!. Me agacho debajo del colín donde tengo el bote de recogida de sobrantes y veo que el manguito del mismo se ha soltado por la presión del circuito de refrigeración y esa es el agua que hemos visto caer. No es un problema grave, una tontería de esas que salen sin saber porqué y que te fastidian un rato. Total, que entre la parada, el buscar, desmontar, solucionar y volver a montar ( y dos botellines de agua de Lanjaron que se tragó el radiador) perdimos 26 minutos de carrera en boxes, pero volvíamos a correr que es lo que importaba, ese tercer escalón del cajón que se nos ha presentado este año con las manos abiertas no se nos podía escapar.

 Cuando veo a Tomás enfilar la salida de Pit hacia la primera curva del circuito la presión se me baja a los pies y me siento un poco débil por unos instantes, así que me voy en busca de una silla, porque ahora que lo pienso no me he sentado en todo el día. Entonces es cuando veo al compañero del Team Piraña Juan. Fco Doncel Calvente, excepcional persona y mejor amigo, totalmente abrasado por el calor y el sudor y le ofrezco nuestro ventilador a todo trapo, su cara de satisfacción al recibir el aire fresco en su cara es una de las imágenes que se me han quedado grabadas de este día en mi mente, los dos, Juan Fco y el ventilador a partir de este momento se harán inseparables durante toda la carrera...

 Tomás hace su relevo sin problemas y cede la moto a Mario, éste como tiene una muñeca algo tocada hará relevos en dos partes, lo haremos parar a los 10 minutos para rellenar gasolina y luego saldrá a hacer otros 10 o 15 minutos más.
 La GPX está siendo muy poco tragona, creo que por ahí pueden ir los tiros del fallo de carburación, que esté corta de gasolina, pero no queremos arriesgarnos con el tema de consumos porque hoy la premisa es ser muy cautos y cuidadosos, y si hay que perder tiempo se pierde, el objetivo más que nunca es acabar porque esta vez si hay premio de verdad. Repostamos gasolina y Mario sale otra vez a pista, diciéndome antes que la moto va mas o menos bien pero que no pasa de 9000 rpm.

 Me toca otra vez, mi hermano se baja de la moto, me subo yo y tiro de arranque, le cuesta, dos o tres veces hay que arrancarla porque al tocar gas se para, de temperatura va bien, no tira agua, el aceite que lo miré en la parada para repostar también está en nivel óptimo, por una vez parece ser que lo único que puede fallar soy yo. Meto primera y enfilo hacia la pista, una mirada atrás que no venga nadie a toda leche y me tiro hacia la primera curva, y empiezo a dar vueltas otra vez, ya tengo muy bien asimilada la rutina por vuelta, donde cada marcha, donde cada reducción, donde la trazada, pero el fallo en altas es intermitente y algunas veces puedes estirar hasta 11000 rpm o más y hacer las trazadas a las velocidades o marchas requeridas y otras veces se estanca a 9000 rpm y tienes que tirar de plan B..o C....ya no entras a la velocidad que querías o en la marcha deseada. Luego ante la falta de velocidad empiezo a tirar más de frenos y entonces comienzo otra vez con los rebotes de horquilla, así no voy bien, mejor dejamos de apretar tanto e intentaré aumentar mi velocidad de paso por curva, y ya que hablamos de curvas, si señores míos, sigo sin rascar rodilla, ya estoy hecho a la idea de que mis monos mueren con las deslizaderas enteras, así que como este año no es una obsesión como que me encuentro más cómodo encima de la moto, y hablando de posturas creo que el precioso colín de Mito adaptado que llevamos es de talla M o S porque si quería aplanarme sobre la moto tenía que sacar el culo por encima del colín, y doy fe de que este año estoy más delgado, empezar una mudanza a 15 días de la carrera adelgaza mucho.
 Total, que viendo las posibilidades reales de la moto en estos momentos, y las mías también, relajo un poco mis aspiraciones y empiezo a rodar otra vez en tiempos constantes pero cerca de un segundo más lento que en mi primera tanda, lo cual como vuelvo a reseñar es buena señal.
 Ahora llega lo que pudo ser mi momento estrella de la carrera, pasando meta sale delante mía una CBR naranja y blanca cuyo piloto parece que tiene problemas, se cuela un poco de frenada, no lo veo cómodo encima de la moto y lleva un ritmo que si fuerzo un pelo el mío podría intentar el adelantamiento, que queréis que os diga, un adelantamiento en carrera es una medalla en el pecho, al menos para mi, así que lo voy marcando de cerca, en la paella grande en lo alto del circuito se me escapa un pelo y acelera más en la recta hacia el angulo cerrado de abajo, pero en la frenada vuelve a tener problemas y me pego a él, salgo a su estela del angulo y encaramos la S abierta antes de la ultima curva del circuito, lo intento por la derecha pero la moto me falla en el ultimo escalón de revoluciones y me falta velocidad y no quiero lanzarme a la frenada por el interior porque lo veo muy justo, y ya se que en cuanto encaremos la recta me volverá a adelantar. Salgo otra vez a su estela en meta y no se despega, por lo que decido tirarme al interior de la primera curva, pero otra vez  esas últimas y necesarias rpm para tener esa velocidad necesaria no aparecen, la moto falla y me quedo corto para la frenada, así que pliego velas, freno un poco antes y no presento batalla. No habrá medalla en el pecho mientras veo como la naranja CBR parece ser que ha resuelto problemas y se va  condenadamente rápida por delante mía hacia el horizonte....
 Acaba mi relevo, cedo la moto a Tomás, arranca a la cuarta o quinta intentona y vuelve al circuito de nuevo.
 El box a estas alturas está todo patas arriba y en el centro estamos los sobrevivientes a la carrera mirando fijamente el gran ventilador que trajimos, sin duda se está convirtiendo en el protagonista del día...
 El turno de Tomás acontece sin ningún sobresalto, la moto se escucha pasar por meta unas veces aullando, otras rateando, pero sigue rodando y lo importante es que Tomás también ha cogido ritmo y rueda en tiempos constantes, acaba su turno y cede la moto a Mario. Quedan como 35 minutos para acabar la carrera, salvo hecatombe Tomás no saldrá ya más a pista, la Batalla ha acabado para él, y ni virus ni poll...., nos damos un abrazo y le doy las gracias por venir a correr con nosotros.
 Mi hermano está en pista, como en su anterior relevo hará unos 10 minutos repostará y volverá a salir a hacer otros 10 minutos, pero el tiempo final para la carrera está muy justo, si lo dejamos correr hasta el final tendremos que cambiar de piloto 3 0 4 minutos antes del final de carrera por exceder el tope de 30 minutos en pista.
 No habíamos apenas vuelto a box después de repostar gasolina cuando mi hermano aparece en la entrada del box dando saltos encima de la moto al grito ¡¡Me quemo los huevos!!, ¡¡Que me quemo los huevos!!, salto rápidamente sobre la moto temiendo un incendio, lo bajo de la moto mientras sigue quejándose y la tanteo, no quema nada, ni el tanque, ni el asiento...no hay humo, no hay fuego, no se que le ha podido pasar, cierto es que se nos derramó algo de gasolina sobre el tanque que limpiamos cuidadosamente pero no creo que fuera la causa, así que tras convencerlo de que sus partes nobles estaban bien y no corrían peligro lo mandé de una patada encima de la moto a acabar su relevo, vaya susto a tan poco del final de la carrera....
 Apenas quedan 13 minutos para acabar y veo lo que dije antes, Mario acabará su relevo a poco más de 3 minutos del final de carrera, así que decido pararlo ahora que lleva los 20 minutos pelados y haré yo unos 8 o 9 minutos. En el relevo a la moto le cuesta bastante arrancar, en pista el fallo es bastante acentuado pero la notas como ella quiere tirar pero no la dejan, así que me centro en estas pocas vueltas que quedan en hacer lo mejor posible ese par de puntos del circuito que se me atragantan algo probando diferentes trazadas o puntos de referencia en esta ocasión mis tiempos son algo más inconstantes y otro segundo más lentos comparados con los de mi segundo relevo y algo más de dos con los del primero.
 Lo que si no ha variado nada es el comportamiento de suspensiones, chasis y frenos. Para todos aquellos que afirman que el chasis de la GPX es bastante malo solo les puedo contestar que al menos con la receta de Kawas Viejas, tren delantero de ZXR 750 89/90 y tren trasero de ZZR 600, la moto es una delicia, con su bajo peso cambia de dirección en las chicanes con solo insinuarlo, y se tiene y mantiene perfectamente en las frenadas por encima de lo que ofrece la horquilla sin movimientos raros a no ser que reduzcas drásticamente, y como buena horquilla de ZXR que lleva, una vez en curva su trazada es imperturbable, va sobre raíles. Y el YSS trasero no dijo ni mú en las tres horas, en lo que se refiere a este aspecto estoy totalmente satisfecho con lo que nos dio la GPX.







.... satisfecho por lo que nos dio la GPX...














 Por fin veo la bandera a cuadros y terminamos la carrera y estallo de alegría no solo por acabarla sino porque esta vez pisaremos cajón.
 Entro al pit hacia al box, todo alegrías, abrazos, risas y cerveza, si señor, por fin una cerveza para celebrarlo todo, se acabó el agua, la energética y el Acuarius, lo que no calme una Alhambra fresquita no lo calma nada....
 Recogemos algo, nos ponemos de bonito y nos tomamos otras cuantas cervezas más, y fotos, muchas fotos del momento y abrazos, muchos abrazos y sonrisas.
 En esto llega la anécdota de la jornada cuando se para a saludarnos el juez de carrera y en medio de la charla nos cuenta de que estuvieron a punto de descalificar a un equipo porque hacía relevos de 10 minutos entre pilotos aprovechando los repostajes, nos dice que es el equipo nº 5.....esos somos nosotros....
 Rápidamente explicamos que en los repostajes entraba mi hermano y salía él otra vez, que lo consultara con los encargados de la vigilancia de los repostajes y con la tabla de tiempos, en la que vería la similitud de tiempos antes y después de repostar. Nos contestó que lo miraría y que no nos preocupáramos.....la verdad no se si nos habló en serio o fue una coña para quedarse con nosotros.

 Pasado el susto la megafonía empezó a llamar a los equipos premiados para recoger premios, y llego nuestra hora, el momento por el que llevo soñando toda una vida y en especial estos últimos 5 años, pisar un podio con merecimiento, y llamaron al TEAM CANO a ocupar el tercer escalón como tercer clasificado en SS Pre-90, trofeo y diploma para cada uno de los tres.
 Y miré a mi hermano mordiendo el trofeo a lo Nadal, y miré a un sonriente Tomás que a la primera le tocó la lotería y miré a la moto que estaba a nuestra izquierda sobre sus caballetes diciéndonos OK, buen trabajo... y miré al frente a la gente aplaudiéndonos y me rompí, y lloré, y solté todo lo que llevaba dentro de horas, preocupaciones,  irritaciones, prisas y demás tonterías mías por que todo saliera bien.
 Me fui a solas con la moto le puse la mano sobre la rueda delantera, me agaché y volví a llorar y seguramente sería el temblor de mi mano, pero os juro que la sentí llorar conmigo, la miré y ella me miró y así estuvimos unos segundos fijados el uno al otro. La sentí dolorida y renqueante, pero satisfecha por su trabajo y yo espero que ella me sintiera completamente orgulloso de ser su piloto.
 Tomás me agarró por la espalda y me devolvió al mundo de los mortales y de la cerveza, que se acabó rápido por cierto, y comenzamos la cansada tarea de recoger bártulos y moto, y como otra costumbre que hemos adquirido con los años, salir los últimos del circuito de vuelta a casa.
 Pero este año volvemos más felices que nunca, los astros se alinearon en una conjunción que no se volverá a repetir y pudimos aprovechar la ocasión para dejar nuestro nombre en el palmarés de la Batalla de Clásicas.







...dejamos nuestro nombre en el palmarés de la Batalla de Clásicas...


 Esto es lo bonito de la resistencia, resisitir, perdurar, aguantar, donde correr es importante pero la velocidad no lo es todo.
 Volveremos el año que viene, volveremos todos los años mientras el cuerpo aguante y la Batalla se siga celebrando.
 Ya estoy en modo 6ª Batalla.....


domingo, 19 de abril de 2020

La Suzuki Roca

En estos días atrás hemos podido recordar una de las últimas, por no decir la última grandes motos de producción de 2t, la GT 750 de Suzuki, y a su congénere de competición la TR 750. Como sabéis por las líneas publicadas esta moto en su versión de calle fue nicho de multitud de preparaciones por diferentes especialistas, la mayoría europeos en una época muy floreciente en estas cuestiones mecánicas. La mayoría de las motocicletas de serie no venían tan especializadas, terminadas y equipadas como vienen hoy día de serie y la gran mayoría de usuarios que querían sacar ese algo más a sus monturas acudían a estos especialistas ante las muy pocas o nulas opciones por parte de los fabricantes de origen de poder modificar sus productos. También teníamos el caso de unos pocos preparadores con capacidad de fabricar motos completas partiendo de chasis de elaboración propia o bien modificando el de serie y añadiendo toda la parte ciclista a base de utilizar componentes de la industria auxiliar o también de propia fabricación, y como no, modificando también la planta motriz, el motor, bien potenciándolo o modificando su gama de utilización logrando con ello también mejoras en su utilización diaria o en circuito. Ejemplos de todos ellos los tenemos en los ingleses de Harris, Spondon, Seeley, Dunstall...los franceses de Moto Martin, el suizo Egli, los alemanes de Reimo....etc....existían muchísmos especialistas y preparadores en mayor o menor medida, de los cuales a día de hoy algunos aún perduran.
Pero también teníamos otros casos particulares de preparadores que sólo se limitaban a ofrecernos un cambio de imagen a nuestras motos para hacerlas diferentes y especiales a la de los demás, y no nos engañemos, todos los que tenemos moto queremos que nuestra moto sea especial y única, diferente, estos preparadores gozaron de muchísima fama y ventas porque sus productos al no conllevar en su mayoría cambios mecánicos importantes eran mucho más baratos de comprar que lo que nos ofrecían otros preparadores más especializados, y en nuestros egos el llevar una pintura o plásticos diferentes ya nos hacía pensar que teníamos 20 cv más debajo del culo . Tenemos un caso particular referido a este tema, una moto como la GT 750, un preparador llamado Roca y un país como Francia, en los que el preparador no hubiera existido sin la moto, y la moto hubiera pasado sin pena ni gloria por Francia sin el preparador..



Izq. a dcha. Nieto, Huberts, Roca, Tombas y Busquets, equipo Derbi GP España 1964.

...decide darle un cambio general al diseño de la Suzuki fabricando un conjunto depósito-sillín...



Pero Roca también era un reputado mecánico e ingeniero y estaba especializado en las mecánicas de 2t, actividades que con los años fue cultivando más que su faceta de piloto hasta que dejó de competir activamente en 1972, unos pocos años antes en 1968 se le había encargado por parte de Yamaha Sonauto, el importador oficial de la marca para Francia, la formación de la estructura necesaria para la formación de su primer equipo de competición, pero ese mismo año la casualidad hizo que acabara trabajando para Suzuki. Había acudido al taller de Pierre Bonnet que era el importador de Kreidler y Suzuki a por piezas para sus motos cuando observó a un enfurecido cliente de Bonnet quejándose del mal funcionamiento de su Suzuki T500 y Roca decide hacerle un favor a Bonnet echándole un vistazo a la moto, tras unos pequeños ajustes el cliente se marchó completamente satisfecho por el arreglo efectuado en su moto y Pierre Bonnet no quiso desaprovechar el momento, la T500 de 2t era una moto muy difícil de ajustar para un correcto funcionamiento y Roca sin conocerla la había ajustado perfectamente en unos pocos minutos y le ofrece a Roca el puesto de director técnico de ambas distribuciones así como la labor de la gestión de búsqueda y consolidación de nuevos distribuidores.




.... las muy famosas Suzuki GSXR 1100 de principios de los '90...







En 1973 participa a título personal con una GT Roca en los 1000 km de Le Mans donde abandona por rotura mecánica e intenta participar también en la Bol D'Or , pero una serie de infortunios ajenos a él hacen que llegue tarde al pesaje de la moto y no pueda inscribirla en la carrera. También ese año exhiben en el salón de la moto de París una 750 Special Roca bañada en oro que causó sensación y de la que se cuenta que ha día de hoy pertenece a una afamada estrella de Hollywood de la que no he encontrado el nombre. Para 1974 ya había decidido dejar de correr en moto pero en 1975 las ganas le pueden y participa con otra moto en el Tour de Francia de motocicletas, pero tuvo un accidente con una furgoneta que le cortó el paso y estuvo hospitalizado un largo tiempo con graves heridas. Cuando volvió al trabajo se encontró con una nueva gerencia en la dirección de Suzuki con la que chocó varias veces en cuestiones laborales y decide irse de la empresa. Los concesionarios de la red al enterarse del hecho deciden hacerle un regalo de despedida a modo personal de ellos, no de Suzuki, y le regalan una GT Roca 750 que habían localizado en un estado de casi sin estrenar.



su GT Roca es una de las protagonistas del comic Joe Bar...
Vía bike70.com, moto-net.com, lerepairedesmotards.com, siteducliclisme.net y conocimientos propios.

martes, 7 de abril de 2020

A la sombra de Britten....Saxon-Triumph 1000

 Ayer hablamos en la pagina de Facebook de Simplemente Motos de la Taylormade Carbon2 que participó en el GP de Inglaterra de Silverstone de 2014 en la categoría de Moto2 bajo el nombre de Brough Superior, esta moto proyectada por Paul Taylor en colaboración con John Keog no era su primera incursión en las carreras con un, porque después de leer estas líneas creo que comprenderéis que la Taylormade Carbon2 más que un nuevo proyecto fue una puesta al día de la anterior moto con la que el equipo de Taylor estuvo compitiendo en los años '90, la Saxon-Triumph 1000 de las series BEARS.
 Empezando la década de los '90 del pasado siglo empiezan a coexistir muchos y diferentes campeonatos de motociclismo a nivel internacional con más o menos éxito a lo largo de los años, unos duraran pocas ediciones,otros lo harán más y otros acabarán recluidos como campeonatos nacionales...Sound of Thunder, BOTTS (Batallas de las Twins) o el SOS (sound off Singles) son ejemplos de ellos. Este último arraigará muy fuertemente en Europa en la que promete ser una categoría contenida de costos y preparación que acabará siendo un nicho de pequeños constructores o aficionados que prácticamente repiten todos la misma receta, una parte ciclista de una 125 o 250 de 2t japonesa a la que acoplan un motor monocilíndrico 4t generalmente de la misma procedencia oriental.  A pesar de su éxito en Europa (no aquí en nuestra piel de toro) muy pocas fábricas se apuntan al diseño y comercialización de motocicletas bajo estas características y menos aún a fabricar productos específicos para competir en esta categoría siendo la Ducati Supermono, la Gilera Saturno Bialbero 500 (la de fibras de SP01/02) y la Bimota-Gilera GB1 practicamente los únicos ejemplos de ellas.
 Había gente deseosa de un campeonato donde concursaran diversos fabricantes o especialistas con diversas mecánicas o soluciones técnicas y para ello se necesitaban de dos cosas, un reglamento casi libre y la nula participación de motos y motores japoneses que todo lo hacían bien, eliminando la posibilidad de la solución práctica, fiable y sencilla que era recurrir a los productos japoneses los participantes deberían recurrir a pensar cosas nuevas y de paso utilizar componentes europeos o americanos que estaban siendo pasados por la piedra por la industria motociclista japonesa. Uno de los principales impulsores de esta idea fue el periodista/piloto Alan Cathcart y de estos ideales surgieron las series BEARS (British European and American Racers) que se convirtieron en un pequeño campeonato internacional lejos de las influencias de las grandes marcas japonesas y donde se vieron correr interesantes motocicletas.



 ... una moto única que no tuvo la repercusión mediática de las Britten...


 Carthcart comenzó a participar bajo los colores del equipo de Paul Taylor con una vieja Motodd-Laverda de mediados de los '80 que aunque le dio una victoria pronto comenzó a dar síntomas de agotamiento mecánico ya que su veterano tricilíndrico por aire que tenía más de 20 años de antigüedad como concepto y mecánicamente ya no estaba en su mejor estado de forma y acabó por romperse.
 Las Motodd-Laverda son una pequeña serie de se calcula unas 40 motos en total que diseñaron a finales de los 70 y hasta mediados de los '80 por el mecánico ingeniero Phil Todd primero con la colaboración de Martin Routdey y más tarde de Nigel Hill, propietario y diseñador de los chasis Saxon. Estas motos van comprendidas desde la MK1 a la MK5 y las más famosas son las series con chasis Saxon y entre ellas las dos últimas series, la MK4 y MK5, que llevan el sistema de suspensión delantera que ideó Hill llamado SAXTRAC consistente en un gran trapecio en forma de A anclado al chasis o a la culata del motor al cual se ancla una horquilla formada por dos tubos deslizantes y un amortiguador situado en el centro de la A que se encarga de las funciones de suspensión y amortiguación, ¿os suena verdad? Supongo que todos aquí lo conocemos como el sistema Telelever de BMW que introdujo la casa germana en sus Boxer de 1994, pero lo cierto es que de alguna forma copiaron el diseño que  Nigel Hill había ideado 10 años antes.
 La Mk4 inauguró este sistema montando el amortiguador de forma horizontal bajo el motor, pero la dificultad de hacer discurrir los colectores junto a él más el calor desprendido de los mismos que afectaba el buen funcionamiento del hidráulico hizo que se modificara el sistema apareciendo la MK5 que llevaba el amortiguador en la zona donde hoy día todos lo identificamos en estos sistemas, debajo de la tija de la dirección.




... lleva el sistema de suspensión delantera ideada por Hill llamado Saxtrac...











 Volviendo a los '90 tenemos a Cathcart hablando con Taylor sobre lo que hacer con la Motodd-Bimota y se le ocurre que porqué no preguntan en la renacida Triumph si podían hacerse con algunos de sus novedosos motores tricilíndricos que por su arquitectura no costarían mucho de acoplar a su viejo chasis Saxon. Taylor llama a John Bloor, propietario de Triumph,  y de la charla sale el compromiso de Bloor de suministrarles un par de motores, repuestos de fábrica y la ayuda de un par de ingenieros del departamento de I+D de la marca. Poco después reciben un par de motores tricilíndricos provenientes de la Daytona Super III, estos que habían sido diseñados por Lotus engineering, se habían sometido a las manos de Cosworth que los modificó y aligeró lo bastante como para pesar 19 kg menos que en su configuración original, luego también sufrieron importantes modificaciones internas por parte de Jack Lilley Motorcycles, que habían sido contratados por Taylor para el mantenimiento de los motores del equipo; nuevos cigüeñales, bielas, pistones, un trabajo en culata más un encendido digital programable y unos carburadores Keihin FCR de 39 mm llevaron al motor a dar más de 130 cv a 10200 rpm a la rueda cuando estuvo montado en la moto.
 Faltaba acoplar el motor al chasis y se contactó con Nigel Hill para ello, pero este se involucró totalmente en el proyecto y diseñó un nuevo chasis en aluminio para la nueva moto, este pesaría solo 7´5 kg y era un pequeño entramado tubular que utilizaba el motor como elemento portante. Detrás de la moto Hill utilizó un sistema de monoamortiguador asistido por bieletas en un basculante convencional y delante montó su sistema SAXTRAC con sus excéntricas a los laterales del trapecio que permitían variar el ángulo de lanzamiento de la dirección de los 22 a los 26º. También ideó otro sistema de excéntricas por el cual podía modificar la ubicación de motor dentro del chasis permitiendo cambiar el centro de gravedad y distribuciones de pesos. Toda la carrocería había sido fabricada en fibra de carbono y se pegaba en lo más posible a la mecánica intentando hacer lo más estrecha posible la moto y en ella destacaban sus tres enormes tomas de aire, la central para el airbox y las dos laterales que discurrían a todo lo largo de la moto buscando el radiador de agua que estaba situado debajo del asiento del piloto, esto hacía que el motor se pudiera situar lo más cerca posible del eje delantero otorgando así a la moto una increíble capacidad de giro y maniobrabilidad que no perjudicaban a la estabilidad general del conjunto, ¿Y quien había diseñado también igual que la Saxon-Triumph su moto?, pues nada menos que un grande como John Britten, su V1000 que también competiría en la BEARS compartía el mismo concepto que la Saxon-Triumph 1000.
También en la Saxon-Triumph las llantas eran de fibra de carbono al igual que los escapes, se montaban discos de freno PFM con pinzas de 6 pistones de la casa Alcon y se consiguió un bajo  peso de toda la moto de 162 kg.



...¿Y quien había diseñado igual que la saxon-triumph su moto?...








 La moto debutó bajo la lluvia en la carrera de Monza de 1994 y logró un 3er. puesto. Luego llegaría la victoria en Zeltweg en Austria, la primera victoria para una Triumph al menos a lo que se refiere a su motor en su época moderna, debido a una lesión, Cathcart cede su puesto al piloto Robert Holden que logrará más triunfos y podios para el equipo. Acabada la temporada se sube la cilindrada del motor a 985 cc y con un nuevo trabajo de culata se montan nuevos árboles de levas del especialista Gunther Knuppertz, lográndose más de 140 cv a 9800 rpm a la rueda, lo cual significa que si se tomara la potencia al cigüeñal como hacían los fabricantes japoneses este motor estaría por encima de los 160 cv, una cifra bastante superior a las deportivas japonesas de 1000 cc de la época. Empieza la temporada de 1995 en Daytona donde se logra el 3er. puesto detrás de las dos Britten, más tarde en la carrera de Monza se consigue dar la vuelta al resultado y la Saxon-Triumph gana la carrera por delante de las dos motos Kiwis, pero finalmente acaban la temporada en 4ª posición por detrás de las dos V1000 de Britten y la H&D VR 1000 de Ron McGill.
 Para 1996 Taylor decide hacer las americas y contrata a Scott Zampach para correr la Formula USA, volviendo a Europa para participar en el TT Man con Steve Lindsell . Zampach estaba logrando buenos resultados en una categoría donde competían motos de hasta 1300 cc con preparación casi libre pero en la última prueba de la temporada sufrió un accidente que dejó la moto inservible. Taylor se propuso restaurarla y tras muchos esfuerzos lo consiguió pero no quiso hacerla correr de nuevo y le propuso al Museo nacional de la Motocicleta Americano el exhibirla allí, y allí sigue a día de hoy, expuesta en el vestíbulo del museo.
 Sin duda una moto única que no tuvo tanta repercusión mediática como las Britten contra las que compitió y algunas veces ganó y que por ello ha pasado bastante más desapercibida en nuestra memoria motociclista. Al igual que la moto Neozelandesa, la Saxon-Triumph recogía los mismos conceptos de diseño que aquella y los puso a competir con buenos resultados, pero también al igual que su homóloga al final desapareció de la competición por falta de apoyo que llevara a extender el uso de sus soluciones técnicas en el mundo de la competición que estaba copado por mecánicas e ingenierías estandarizadas donde nadie se sale de la norma, y así sigue a día de hoy donde el último intento romántico por cambiar las cosas fue la Taylormade carbon2 de 2010/14, que visto de esta manera era la Saxon-Triumph de los 90 puesta al día con un motor de CBR 600 RR.







Vía l-twins.blogspot.com, memorias de Alan Cathcart, britaliamoto.com, ottw.es y conocimientos propios


lunes, 30 de marzo de 2020

Water Buffalo

A finales de los '60 del pasado siglo la AMA norteamericana había reglamentado una nueva categoría con reglamento muy permisivo y una cilindrada de 750 cc para competir con motos derivadas de serie, habían nacido las Superbikes, rápidamente las principales marcas inglesas dispusieron de rápidas motocicletas tricilíndricas de 4t derivadas de modelos de producción con especificaciones más pensadas en las carreras que en el uso diario para poder competir en esta categoría, podríamos decir que habían nacido las primeras SP (Sport Production) o motos pensadas para los circuitos que tenían que ser homologables para la calle, aunque no al nivel que estamos hoy día acostumbrados. Las marcas japonesas empezaron a radicalizar sus modelos pensando también en este campeonato, ya que en aquellos años sin duda el mercado norteamericano era el más grande e importante en ventas y publicidad del mundo, y ganar la categoría de Superbike era un fuerte impulso de ventas. Para 1970 las reglas se habían modificado y el ya permisivo reglamento era prácticamente libre en cuestiones mecánicas, obligando sólo a mantener cárteres motor y bloque de cilindros de los motores derivados de serie a utilizar, y permitía el concurso de los propulsores de 2t, y entonces a excepción de las marcas inglesas y Honda, las otras tres marcas japonesas apostaron por mecánicas de 2t para fabricar sus motos de la categoría Superbike.



La primera en mover ficha fue Suzuki, aprovechando que tenía en el mercado una motocicleta de 2t de alta cilindrada, la GT 750, utilizó su motor para construir una moto de competición sin restricciones para la categoría, la XR 11 (TR750), que como su hermana de calle sería conocida en los EE.UU como Water Buffalo (Búfalos de agua) por su motor o también Flexi Flyer por su como más tarde se vio, por su flexible chasis incapaz de aguantar la potencia del motor. De las XR 11 se fabricaron según datos de fábrica 14 unidades entre 1971-74, ya desde sus primeros prototipos se vislumbraba que habría problemas para que tanto chasis como suspensiones, cadenas y neumáticos pudieran asimilar la elevada potencia de algo más de 105 cv a 8000 rpm que aquel tricilíndrico de 2t proveniente de una moto de calle podía ofrecer. De hecho se cuenta que Dunlop, que por aquellos años tenía contrato de suministrador de neumáticos con Suzuki dio vía libre para que utilizaran si querían productos de otros fabricantes, ya que ellos les seguirían ofreciendo sus neumáticos para aquella moto pero no les darían garantía alguna sobre ellos.
Estamos ahora en 1972 y Suzuki alinea 4 nuevas TR 750 para la más importante carrera de motos fuera del mundial de motociclismo, la Daytona. Montando gomas Dunlop estaban los pilotos Jody Nicholas, Ron Grant, Art Baumann y Rick Perry. En los primeros entrenamientos Baumann para en box y pide a los técnicos que comprueben el estado de su neumático trasero, se visualiza el estado de la goma y se toman temperaturas y los técnicos de Dunlop desaconsejan seguir utilizando los neumáticos porque están en un punto cercano a la rotura y afirman que es imposible que aguanten la carrera completa. Entonces un responsable de la casa Goodyear que estaba invitado en el box de Suzuki ve la oportunidad y lanza la afirmación de que sus neumáticos si están en condiciones de aguantar las prestaciones de la Suzuki para toda la prueba, en unos pocos minutos se firma un pequeño y sencillo contrato entre los americanos y los japoneses y siguieron con los entrenamientos montando Goodyear. Finalmente las motos de Suzuki coparon la primera línea de salida con un nuevo record de vuelta rápida por parte de Baumann bajando en unos 4 segundos el anterior record y estableciendo una velocidad máxima de 279 km/h.
Luego en carrera la hecatombe.... Jody Nicholas se queda literalmente sin neumático trasero, Ron Grant ve desfallecer el embrague y el cambio de la moto ante la abrumadora potencia del mismo, Baumann se retira con problemas de encendido después de una mala planificación de su equipo sobre el repostaje y haberse quedado sin gasolina y solo Perry con una conducción cuidando no llegar a los límites mecánicos de la moto logra acabar en 15ª posición y con unos neumáticos al borde del colapso. Sin embargo al mes siguiente en la segunda carrera de la temporada en Road Atlanta Nicholas consiguió la victoria siendo Grant 4º, un buen resultado que animó a los de Suzuki.
Después las TR 750 participan con no muy buena fortuna en la Transantlantic anglo-americana del mismo año, ya que los circuitos ingleses eran mucho más cortos y revirados que los americanos y las TR 750 llevaban relaciones de cambio para estos últimos, no pudiendo entonces utilizar su gran velocidad punta y compitiendo todas las carreras en 3ª 4ª velocidades, con el consecuente esfuerzo mecánico y sufriendo más problemas de consumo. A su vuelta a los EE.UU se ven penalizados y sin poder competir por parte de la AMA ante una reclamación efectuada por Kawasaki por haber montado cárteres motor y bloque de cilindros en magnesio, material no utilizado en el motor de serie del que se parte, el de la GT 750.
Mientras que en Europa en 1972 solo había una TR 750 compitiendo en manos de Jack Findlay bajo los colores de Suzuki GB, en 1973 se dan más unidades a pilotos como Barry Sheene, Smart, Perry, Lansivuori y Woods que consiguen diversas victorias y podios con ellas. En la Daytona de 1973 se forma otro importante equipo formado por Grant, Perry, Paul Smart y Don Emde, que había ganado la anterior edición con una Yamaha TR3 privada, de todos ellos solo Emde consiguió acabar en una 7ª posición final. Las TR 750 habían subido aún más en potencia estando por encima de los 110 cv, pero la subida de potencia había traído también una mucho más estrecha banda aprovechable de revoluciones haciendo más complicada la conducción de la Suzuki. Aquella edición fue ganada por Jarno Saarinen con las nueva Yamaha TZ 350 refrigerada por agua. En toda aquella temporada de 1973 sólo se conseguirá una victoria en Dallas a manos de Paul Smart







Para 1974 había todavía más potencia, se había diseñado un nuevo chasis con tubos de mayor diámetro, un nuevo basculante, llantas de aleación más resistentes, se efectuó una dieta general en la moto a base de magnesio y se montaban discos de frenos de mayor diámetro y autoventilados. Se había formado otro dream team con el piloto de pruebas de Suzuki Ken Araoka, Cliff Carr, Paul Smart, Gary Nixon y Barry Sheene, que venía de ganar con la TR 750 con chasis hecho por Seeley la primera copa Prix FIM 750 que se había corrido en su totalidad en Gran Bretaña. Todos menos Araoka que acabó 7º se retiraron por diferentes motivos y la carrera fue ganada por Giacomo Agostini seguido de Kenny Roberts, ambos con las nuevas TZ 700 de Yamaha, que se mostraron claramente superiores a cualquier otra moto de la competencia. Más tarde estas motos subirán a los 750 cc de cilindrada y se convertirán en la dominadora absoluta de la categoría convirtiendo las carreras de la F750 en una copa monomarca. Pero los de Suzuki no no querían tirar la toalla, ejemplos de ello lo tenemos en la victoria de Nixon en la prueba disputada en Loudon después de la de la Daytona en aquel 1974, sin duda conseguida gracias al nuevo chasis capaz de domar la potencia del motor Suzuki que le había diseñado un jovencito mecánico de su equipo llamado Erv Kanemoto...
En 1975 Suzuki lo vuelve a intentar en la Daytona, traen una nueva evolución de la TR 750 con 120cv de potencia a 8500 rpm, un nuevo cambio de 6 velocidades, bajo peso por debajo de los 150 kg, velocidades punta estimadas por encima de los 300 km/h, otro nuevo chasis muy reforzado inspirado en el de Kanemoto, nuevo basculante y una inédita posición fuertemente inclinada de unos nuevos amortiguadores traseros, nueva horquilla con barras de mayor diámetro y un nuevo carenado diseñado en el túnel de viento de la McDonell-Douglas. Pero el infortunio empieza pronto, Sheene cae escalofriantemente en el peralte del óvalo a más de 280 km/h cuando su neumático trasero se desintegró, aunque hay opiniones de que fue victima de un gripaje de la caja de cambios, lo dan por muerto pero no, sufre múltiples fracturas y conmociones pero sigue con vida y no volverá a competir hasta ya muy avanzada la temporada. Gary Nixon no toma parte en la carrera por estar convaleciente de otra caída con la Suzuki, y el resto de pilotos de la marca, Dave Aldana, Pat Henenn, Wilvert no acaban por diferentes problemas mecánicos de roturas de piezas debido a la potencia de la moto y Lansivuori sufre también otra caída en carrera también producida por la rotura de la cadena.... De los 80 participantes de aquella edición, 57 son Yamaha TZ 700/750, las cuales demuestran que cualquier piloto privado podía estar con ellas por delante de las Suzukis TR 750, que mientras aguantaban en carrera lo hacían en posiciones medio decentes más por las manos de sus pilotos que por ellas mismas.
.... Sheene cae escalofriantemente en el peralte del óvalo a más de 280 km/h...

1976 fue el último año que se vio correr a las TR 750 al menos de forma oficial, también sería el último año de fabricación de la GT 750 de calle, y en Suzuki deciden dedicar sus esfuerzos a la categoría de 500 cc del campeonato del mundo. En la Daytona de aquel año serían 8 Water Buffalos inscritas frente a un contingente de 111 Yamahas TZ 750, el único cambio en las motos fue la incorporación de silenciadores ante la nueva normativa de ruido que rebajaba los db a 115. Sorprendentemente Pat Henen logra acabar en 3º lugar la carrera. Otros resultados a destacar aquel año serían el 3º de Sheene en las 200 millas de Imola o el record de la categoría de 1000 cc en el TT Man por parte del piloto John Williams con un promedio de 294,22 km/h y una vuelta rápida a 299.74 km/h Las Suzuki TR 750 seguirían compitiendo pero no de manera oficial y siempre en equipos privados sin conseguir ningún resultado destacable, principalmente porque estando en todo su apogeo mecánico en 1975/76 eran inferiores en prestaciones y rendimiento general ante cualquier TZ 750 privada y ya no mencionemos a las oficiales. Estas motos victimas de su enorme éxito serían las que acabarían matando la copa FIM 750 primero y mundial 750 después ante el abandono de los demás fabricantes por intentar destronarlas. Las enseñanzas de la TR 750 sin embargo si consiguieron buenos resultados en la 500 de GP de inferiores prestaciones que ayudaron a que esta moto marcara una década de éxitos en el mundial de motociclismo, un consuelo para las Water Buffalos.
Vía motosclassicas70.com.br, chopsueygarage.blogspot.com, ozebook.com, ottw.es, cyclechaos.com, mcnews.com.au y conocimientos propios.