martes, 30 de junio de 2020

Pilotos por un día, Batalla 2020, a la 5ª va la vencida

 Y llegó el gran día....
 El pasado 27 de Junio se celebró la V edición de las 3 horas de la Batalla de Clásicas de Guadix memorial Guillermo Pazos- Enrique Barranco. También era nuestra 5ª participación en la carrera, la única que disputamos en la temporada y para la que trabajamos todo el año. Nosotros no somos ningún equipo de motocicletas al uso, somos un pequeño grupito de familiares y amigos con muy escasos recursos y mucha ilusión, siempre nos ha gustado la competición y esta carrera amateur era y es nuestra vía para cumplir nuestro sueño de participar en una carrera de motos.
 Sabiendo de nuestro exiguo nivel de pilotaje y de las pocas o ninguna ocasiones en las que entrábamos a circuito lo primero que hicimos fue buscar una moto que nos garantizara fiabilidad mecánica y de paso si pudiera ser "dar la nota", poder ser diferentes y originales y en los tres primeros años que participamos lo hicimos dentro del Team Hobby pilotando una preciosa GSX 600 F Katana con su eterno motor SACS y que con muy poquitas modificaciones nos dio muy buenos resultados.
 Pero el año pasado decidimos volar solos y gracias a Kawas Viejas me hice con una veterana Kawasaki GPX 600 R que ya venía modificada de parte ciclo y a la que sólo tendríamos que poner al día y darle un lavado de cara. Pero una cosa es decirlo y otra hacerlo, y menos sin aportes económicos externos saliendo todo de nuestros bolsillos, y tras muchas penurias, horas y la ayuda inestimable, trabajo y saber hacer de talleres Garage 99 de Armilla (GR) que nos pintó la moto gratis, pudimos tenerla lista para la 4ª edición de la Batalla el pasado año 2019.
 Y así nos estrenamos como Team Cano, participando en carrera con mi hermano Mario Aguilar Cano y nuestro primo Fco. Dominguez Cano (Cisco) y con nuestra flamante GPX pintada con los colores de la JJ.Cobas de Aspar de los años '90.





...la baja de Cisco fue cubierta por el fiel amigo Tomás Centeno estrada...











  Fue una dura carrera donde la inexperiencia a la hora de preparar la moto nos pasó factura y tuvimos  serios problemas sin solución durante la carrera, por un lado una mala carburación que nos dejó la moto casi inservible para correr con rateos y ahogos continuos y un problema de dirección que dejó la moto altamente inestable, pero conseguimos acabar la carrera.
 Este año me perjuré conseguir una moto perfecta que nos permitiera disfrutar del evento y trabajé duro todo el año en ella buscando piezas y soluciones, sacando dinero y horas de donde había poco o nada. Instalamos un nuevo amortiguador trasero (gracias Mamel Coto una vez más), rehice por completo los carburadores, desmonté la horquilla que había reventado retenes porque las barras estaban dobladas y una vez más Mamel Coto estuvo ahí prestando ayuda  reparándolas y busqué el problema que nos dejaba cogida la dirección y que no estaba en los rodamientos, resultando ser una arandela que no tenía el grosor que requería, dejando la dirección dura al apretar la tuerca de la misma.
 Ya casi llegando la fecha de la carrera tuvimos la baja de Cisco que seguía arrastrando problemas con una rodilla y rápidamente nos pusimos a la búsqueda de un tercer piloto, y no fue fácil no por no encontrarlo sino porque gracias a Dios tengo tantas amistades que no sabía a quien pedírselo. Finalmente y jugando con la cercanía al circuito se lo propusimos a nuestro gran y fiel amigo Tomás Centeno Estrada que ya el año pasado nos ayudó en carrera ejerciendo Team manager llevando la pizarra, tiempos y repostaje.
  LLevando ya una semana antes de la Batalla listas y preparación de todas las cosas que había que llevarse entre recambio, herramientas, mobiliario y sustento,  y como es obligación santa no dormir nada la noche anterior presa de los nervios,  me presenté en el circuito con el coche prestado de mi jefe y el remolque prestado también de mi primo Cisco, tomando sitio en nuestro box junto a la bonita FZR 600 del Team Vimoto y la rápida y eficaz CBR 600 de Team Piraña y ahí fue donde aconteció la gran noticia del día, estas dos motos junto a nuestra GPX eran las tres únicas en la categoría Supersport pre-90, ¡¡¡lo que significaba que con acabar la carrera pisaríamos podio!!!.







.... nos ponemos con la GPX para ponerla a punto....

  Ahora si que estaba nervioso de verdad, todos los años anteriores habíamos terminado la carrera sin incidentes exceptuando el año pasado que fue por los pelos y ya solo pensaba en que no tuviéramos ninguna avería que nos dejara sin acabar este año, hoy si va a ser un día largo....
 Antes de las primeras tandas y después del Briefing y los correspondientes saludos a otros participantes y amigos nos ponemos con la GPX para ponerla a punto. Montamos la quilla que se tuvo que desmontar para poder subirla al carro, se revisaron presiones, tornillos varios, líquidos, gasolina y se montaron los calentadores de rueda.... el año pasado junto a la moto estrenamos nuestras camisetas a juego, este año por razones obvias hicimos mascarillas y junto a la lona que me regalaron mi hermano y su pareja  Rosa parecíamos un equipo oficial y serio todos conjuntados.

 Tenemos la mañana para probar la moto en las tandas de entrenamiento y en las libres A y B y establecemos los ordenes de salida, primero yo, luego Tomás y finalmente mi hermano, no la estrujaremos y lo que haremos es reconocer la pista de nuevo, soltarnos nosotros que llevamos meses sin coger moto y rodar la GPX rezando porque no de problemas.
 El primero en salir a pista es Tomás, ya que mi estado de nerviosismo está en cotas altas y aparte nunca me ha gustado el grip de la pista de Guadix en su primera tanda mañanera, así que decido dejarla pasar y que Tomás estrenara el día, por cierto Tomás hasta el último momento en que se subió a la moto nos estuvo pidiendo que le colocáramos un manillar alto como el de su KTM 950....porque  prácticamente no ha cogido motos con semimanillares y ahora que coge una lo metemos directamente a circuito, un poco brutos que somos aquí en el Team cano.
 Acaba su tanda sin problemas...o casi, la moto tironea un poco al abrir gas y en altas revoluciones, el fantasma de la avería del año pasado nos sobrevuela por encima. En cuanto a la parte ciclo no hay más que alabanzas, la moto es muy ágil en los cambios de dirección y al meterla en curva y también es estable en mitad de la trazada, sin sustos o movimientos extraños, el nuevo amortiguador YSS específico para la GPX cumple de sobras con su función, bueno, por lo menos en estas cuestiones estamos ya tranquilos.




      .... lo más bonito de la resistencia, los relevos.

  Sale mi hermano a pista, ya hace más calor y el asfalto se supone que ha mejorado algo de grip, aunque con tanto resto de goma de coche mejor no fiarse mucho. Rueda la tanda sin problemas o eso pensaba, porque la moto va a peor con el rateo, en las primeras vueltas va verdaderamente bien, pero a las 3 o 4 empieza fallar y va a peor. De suspensiones y dirección nada que decir, todo perfecto, impresionado también de como se comporta la GPX.
 Dejamos reposar la moto en box apuntándola con un enorme ventilador industrial de suelo que he traído para refrigerar su veterano motor, ventilador que por cierto luego durante la carrera tendrá un club de fans....
 Salgo yo con ella a rodar, ahora sabré de primera mano de verdad lo que le pasa. En las primeras vueltas veo que acelera rápidamente superando su zona roja donde no corta y se te descuidas la metes a 13000 rpm, pero no va fina fina, al dejarla caer de vueltas en algún angulo el motor no llega a recuperar como debiera tosiendo y quedándose muerto, pero pasadas las 5000 rpm se dispara hacia arriba. Este fallo va en aumento y a mitad de la tanda es bastante intenso en toda la gama de revoluciones. En cuanto a las suspensiones, frenos y horquilla todo de lujo, la moto es realmente muy ágil para meterla en curva, casi con sólo insinuarlo, mi ZXR 750 con la que comparte horquilla completa es bastante más cabezona de entrar en curva, y una vez metida en trazada va sobre raíles.
 En cuanto a mis famosos problemas de frenada en los que tiro tanto a muerte que la horquilla comienza a rebotar he decidido ser más conservador en las frenadas a costa  de perder tiempo en vuelta pero así no forzaré la horquilla y  no reventaré retenes.
 Ya de vuelta al box metemos la moto dentro, la subimos a los caballetes, montamos calentadores y me pongo a buscar la solución a los rateos de motor, y en una primera visual debajo del depósito localizo la posible falla, uno de los tubos de sobrantes de la rampa de carburadores está totalmente doblado impidiendo la salida de gases, la mezcla que llevo dentro de mi entre desasosiego, nervios y cabreo por el principio de fallo de la moto me lleva a la solución drástica, ni desmontar depósito ni nada, tenazas y un fuerte tirón, tubo fuera y a probar la moto de nuevo.




... el tercer escalón del cajón no se puede escapar...

 Tomás sale de nuevo y espero ansioso sus comentarios sobre la moto al acabar la tanda y me comenta que todo bien pero que en altas revoluciones falla y no sube, y cuando la prueba luego mi hermano me dice lo contrario, la moto estira muy bien pero falla en bajos y medios....para volverse loco.

 Volvemos tras esas dos tandas a darle un pequeño descanso a la GPX en box acariciada por el fresco aire que le da el admirado ventilador con el que la agasajamos y tras los 20 minutos de tanda que transcurren vuelvo a salir a pista a ver que le pasa de verdad a la señorita.
 Y el caso es que conmigo ni chicha ni limoná, la moto va bien en bajos, en medios y en altas, pero acompañada de un leve rateo, muy leve pero persistente, no desaparece.
 Así que dando gracias a que la cosa no va a más y que de parte ciclo va de escándalo seguimos rodando lo que resta de mañana y en el cronometrado clasificamos 9º de 11 equipos.

  Son las 2, falta una hora para la carrera y tenemos que descansar algo, comer, beber y darle un último repaso a la GPX que todo esté en su sitio, volvemos a colocar calentadores pero sin enchufarlos, para que el rango de temperatura que tienen caiga lentamente y el caucho no sufra estrés por cambios rápidos de temperatura, como esta vez la moto va a estar una hora parada los beneficios del ventilador van a ser para nosotros.
 Rosa y Tomás devoran los platos que preparó el segundo la noche pasada ante el nerviosismo que le impedía dormir y los que ha traído Rosa, la pareja de mi hermano, que durante la carrera será quien se encargue de la pizarra y los tiempos. Mi hermano al igual que yo no prueba bocado, pero él por  motivos digestivos, ya que si encima de la moto aprieta el culo empieza a resbalar dentro del mono....
 Yo no puedo comer, creo que mi estómago ha desaparecido, así como la vejiga y el recto, porque hoy ni cagar siquiera, soy un personaje multicolor con la mirada abstraida sobre la GPX pensando en que puede y en que no debe fallar en carrera.
 Y estando absorto en mis pensamientos y reapriete de tornillos varios oigo la llamada de 5 minutos a pista y caigo en que no había vuelto a enchufar los calentadores como tenía previsto a las menos 15 minutos, así que los enciendo ahora y demoraré lo máximo posible mi salida a pista para que calienten.
 Por suerte a pesar de este año empezar la carrera a las 3 de la tarde la bonanza climatológica nos acompaña y no hace excesivo calor, o al menos mi insensible cuerpo ante el futuro evento no lo nota, y sopla una ligera brisa fresca que se agradece bastante. Me coloco la funda del mono....botas, guantes y mi nuevo casco que estreno hoy, quitamos calentadores, arrancamos motor y salimos a pista, llegó la hora de los valientes...
 No hay vuelta de calentamiento o formación, tal como llegas a meta colocas la moto en su punto de referencia. Tomás sujetará la moto mientras yo me fijo en el brazo del juez de carrera que dará la señal de salida. El brazo cae y empiezan las tres horas, salgo corriendo hacia la moto con la misma extraña sensación del año pasado de que parecía que iba flotando en lugar de corriendo, me subo, meto primera, salgo y pierdo una posición al ser adelantado por el equipo de justo detrás nuestro, pero no me preocupa, no es mi carrera, mi carrera es contra mí y contra la GPX.
 La moto va bastante redonda, comparada con el año pasado es un mundo diferente, puedes abrir gas y avanzar, pero no está al 100% de lo que debería. Empiezo a coger ritmo muy rápidamente y ruedo constantemente en los mismos tiempos, décima arriba décima abajo, eso es muy buena señal, ser constantes en tus tiempos es la mejor señal de que tanto la máquina como tú vais bien.
 Hemos acordado relevos a 20 minutos que es el tiempo mínimo en pista ya que pensamos que con el calor de las 3 de la tarde nos fatigaremos bastante y no somos unos jovenzuelos precisamente. Me sacan la pizarra para entrar a box a cambio de piloto, curiosamente en esa vuelta ya marcaba mi mejor tiempo personal...quien sabe si hubiera mejorado más de haber seguido en pista.
 Ahora entrará Tomás, me bajo yo, se sube él y un compañero nos avisa de que la moto tira agua....efectivamente junto a la pierna izquierda de Tomás se ve salir un reguero de agua caliente y una nube de vapor rodea la moto a la vez que un enorme agujero negro se forma en mi estómago.
 Paramos motor y me la quedo mirando detenidamente mientras mi cerebro me habla pidiéndome calma, que no me ponga nervioso. Eso es lo que pienso hacer, el año pasado hice una carrera muy nervioso y estresado por el sinfín de problemas que existieron y que me eché todos a la espalda, y al final del día me dejaron secuela.













...abrazos, risas y cervezas al llegar a box....



















  Metemos la moto a box y empiezo a examinarla, manguitos bien, no hay roturas ni nada, radiador lo mismo, pero espera, ¡¡el agua sale por detrás!!. Me agacho debajo del colín donde tengo el bote de recogida de sobrantes y veo que el manguito del mismo se ha soltado por la presión del circuito de refrigeración y esa es el agua que hemos visto caer. No es un problema grave, una tontería de esas que salen sin saber porqué y que te fastidian un rato. Total, que entre la parada, el buscar, desmontar, solucionar y volver a montar ( y dos botellines de agua de Lanjaron que se tragó el radiador) perdimos 26 minutos de carrera en boxes, pero volvíamos a correr que es lo que importaba, ese tercer escalón del cajón que se nos ha presentado este año con las manos abiertas no se nos podía escapar.

 Cuando veo a Tomás enfilar la salida de Pit hacia la primera curva del circuito la presión se me baja a los pies y me siento un poco débil por unos instantes, así que me voy en busca de una silla, porque ahora que lo pienso no me he sentado en todo el día. Entonces es cuando veo al compañero del Team Piraña Juan. Fco Doncel Calvente, excepcional persona y mejor amigo, totalmente abrasado por el calor y el sudor y le ofrezco nuestro ventilador a todo trapo, su cara de satisfacción al recibir el aire fresco en su cara es una de las imágenes que se me han quedado grabadas de este día en mi mente, los dos, Juan Fco y el ventilador a partir de este momento se harán inseparables durante toda la carrera...

 Tomás hace su relevo sin problemas y cede la moto a Mario, éste como tiene una muñeca algo tocada hará relevos en dos partes, lo haremos parar a los 10 minutos para rellenar gasolina y luego saldrá a hacer otros 10 o 15 minutos más.
 La GPX está siendo muy poco tragona, creo que por ahí pueden ir los tiros del fallo de carburación, que esté corta de gasolina, pero no queremos arriesgarnos con el tema de consumos porque hoy la premisa es ser muy cautos y cuidadosos, y si hay que perder tiempo se pierde, el objetivo más que nunca es acabar porque esta vez si hay premio de verdad. Repostamos gasolina y Mario sale otra vez a pista, diciéndome antes que la moto va mas o menos bien pero que no pasa de 9000 rpm.

 Me toca otra vez, mi hermano se baja de la moto, me subo yo y tiro de arranque, le cuesta, dos o tres veces hay que arrancarla porque al tocar gas se para, de temperatura va bien, no tira agua, el aceite que lo miré en la parada para repostar también está en nivel óptimo, por una vez parece ser que lo único que puede fallar soy yo. Meto primera y enfilo hacia la pista, una mirada atrás que no venga nadie a toda leche y me tiro hacia la primera curva, y empiezo a dar vueltas otra vez, ya tengo muy bien asimilada la rutina por vuelta, donde cada marcha, donde cada reducción, donde la trazada, pero el fallo en altas es intermitente y algunas veces puedes estirar hasta 11000 rpm o más y hacer las trazadas a las velocidades o marchas requeridas y otras veces se estanca a 9000 rpm y tienes que tirar de plan B..o C....ya no entras a la velocidad que querías o en la marcha deseada. Luego ante la falta de velocidad empiezo a tirar más de frenos y entonces comienzo otra vez con los rebotes de horquilla, así no voy bien, mejor dejamos de apretar tanto e intentaré aumentar mi velocidad de paso por curva, y ya que hablamos de curvas, si señores míos, sigo sin rascar rodilla, ya estoy hecho a la idea de que mis monos mueren con las deslizaderas enteras, así que como este año no es una obsesión como que me encuentro más cómodo encima de la moto, y hablando de posturas creo que el precioso colín de Mito adaptado que llevamos es de talla M o S porque si quería aplanarme sobre la moto tenía que sacar el culo por encima del colín, y doy fe de que este año estoy más delgado, empezar una mudanza a 15 días de la carrera adelgaza mucho.
 Total, que viendo las posibilidades reales de la moto en estos momentos, y las mías también, relajo un poco mis aspiraciones y empiezo a rodar otra vez en tiempos constantes pero cerca de un segundo más lento que en mi primera tanda, lo cual como vuelvo a reseñar es buena señal.
 Ahora llega lo que pudo ser mi momento estrella de la carrera, pasando meta sale delante mía una CBR naranja y blanca cuyo piloto parece que tiene problemas, se cuela un poco de frenada, no lo veo cómodo encima de la moto y lleva un ritmo que si fuerzo un pelo el mío podría intentar el adelantamiento, que queréis que os diga, un adelantamiento en carrera es una medalla en el pecho, al menos para mi, así que lo voy marcando de cerca, en la paella grande en lo alto del circuito se me escapa un pelo y acelera más en la recta hacia el angulo cerrado de abajo, pero en la frenada vuelve a tener problemas y me pego a él, salgo a su estela del angulo y encaramos la S abierta antes de la ultima curva del circuito, lo intento por la derecha pero la moto me falla en el ultimo escalón de revoluciones y me falta velocidad y no quiero lanzarme a la frenada por el interior porque lo veo muy justo, y ya se que en cuanto encaremos la recta me volverá a adelantar. Salgo otra vez a su estela en meta y no se despega, por lo que decido tirarme al interior de la primera curva, pero otra vez  esas últimas y necesarias rpm para tener esa velocidad necesaria no aparecen, la moto falla y me quedo corto para la frenada, así que pliego velas, freno un poco antes y no presento batalla. No habrá medalla en el pecho mientras veo como la naranja CBR parece ser que ha resuelto problemas y se va  condenadamente rápida por delante mía hacia el horizonte....
 Acaba mi relevo, cedo la moto a Tomás, arranca a la cuarta o quinta intentona y vuelve al circuito de nuevo.
 El box a estas alturas está todo patas arriba y en el centro estamos los sobrevivientes a la carrera mirando fijamente el gran ventilador que trajimos, sin duda se está convirtiendo en el protagonista del día...
 El turno de Tomás acontece sin ningún sobresalto, la moto se escucha pasar por meta unas veces aullando, otras rateando, pero sigue rodando y lo importante es que Tomás también ha cogido ritmo y rueda en tiempos constantes, acaba su turno y cede la moto a Mario. Quedan como 35 minutos para acabar la carrera, salvo hecatombe Tomás no saldrá ya más a pista, la Batalla ha acabado para él, y ni virus ni poll...., nos damos un abrazo y le doy las gracias por venir a correr con nosotros.
 Mi hermano está en pista, como en su anterior relevo hará unos 10 minutos repostará y volverá a salir a hacer otros 10 minutos, pero el tiempo final para la carrera está muy justo, si lo dejamos correr hasta el final tendremos que cambiar de piloto 3 0 4 minutos antes del final de carrera por exceder el tope de 30 minutos en pista.
 No habíamos apenas vuelto a box después de repostar gasolina cuando mi hermano aparece en la entrada del box dando saltos encima de la moto al grito ¡¡Me quemo los huevos!!, ¡¡Que me quemo los huevos!!, salto rápidamente sobre la moto temiendo un incendio, lo bajo de la moto mientras sigue quejándose y la tanteo, no quema nada, ni el tanque, ni el asiento...no hay humo, no hay fuego, no se que le ha podido pasar, cierto es que se nos derramó algo de gasolina sobre el tanque que limpiamos cuidadosamente pero no creo que fuera la causa, así que tras convencerlo de que sus partes nobles estaban bien y no corrían peligro lo mandé de una patada encima de la moto a acabar su relevo, vaya susto a tan poco del final de la carrera....
 Apenas quedan 13 minutos para acabar y veo lo que dije antes, Mario acabará su relevo a poco más de 3 minutos del final de carrera, así que decido pararlo ahora que lleva los 20 minutos pelados y haré yo unos 8 o 9 minutos. En el relevo a la moto le cuesta bastante arrancar, en pista el fallo es bastante acentuado pero la notas como ella quiere tirar pero no la dejan, así que me centro en estas pocas vueltas que quedan en hacer lo mejor posible ese par de puntos del circuito que se me atragantan algo probando diferentes trazadas o puntos de referencia en esta ocasión mis tiempos son algo más inconstantes y otro segundo más lentos comparados con los de mi segundo relevo y algo más de dos con los del primero.
 Lo que si no ha variado nada es el comportamiento de suspensiones, chasis y frenos. Para todos aquellos que afirman que el chasis de la GPX es bastante malo solo les puedo contestar que al menos con la receta de Kawas Viejas, tren delantero de ZXR 750 89/90 y tren trasero de ZZR 600, la moto es una delicia, con su bajo peso cambia de dirección en las chicanes con solo insinuarlo, y se tiene y mantiene perfectamente en las frenadas por encima de lo que ofrece la horquilla sin movimientos raros a no ser que reduzcas drásticamente, y como buena horquilla de ZXR que lleva, una vez en curva su trazada es imperturbable, va sobre raíles. Y el YSS trasero no dijo ni mú en las tres horas, en lo que se refiere a este aspecto estoy totalmente satisfecho con lo que nos dio la GPX.







.... satisfecho por lo que nos dio la GPX...














 Por fin veo la bandera a cuadros y terminamos la carrera y estallo de alegría no solo por acabarla sino porque esta vez pisaremos cajón.
 Entro al pit hacia al box, todo alegrías, abrazos, risas y cerveza, si señor, por fin una cerveza para celebrarlo todo, se acabó el agua, la energética y el Acuarius, lo que no calme una Alhambra fresquita no lo calma nada....
 Recogemos algo, nos ponemos de bonito y nos tomamos otras cuantas cervezas más, y fotos, muchas fotos del momento y abrazos, muchos abrazos y sonrisas.
 En esto llega la anécdota de la jornada cuando se para a saludarnos el juez de carrera y en medio de la charla nos cuenta de que estuvieron a punto de descalificar a un equipo porque hacía relevos de 10 minutos entre pilotos aprovechando los repostajes, nos dice que es el equipo nº 5.....esos somos nosotros....
 Rápidamente explicamos que en los repostajes entraba mi hermano y salía él otra vez, que lo consultara con los encargados de la vigilancia de los repostajes y con la tabla de tiempos, en la que vería la similitud de tiempos antes y después de repostar. Nos contestó que lo miraría y que no nos preocupáramos.....la verdad no se si nos habló en serio o fue una coña para quedarse con nosotros.

 Pasado el susto la megafonía empezó a llamar a los equipos premiados para recoger premios, y llego nuestra hora, el momento por el que llevo soñando toda una vida y en especial estos últimos 5 años, pisar un podio con merecimiento, y llamaron al TEAM CANO a ocupar el tercer escalón como tercer clasificado en SS Pre-90, trofeo y diploma para cada uno de los tres.
 Y miré a mi hermano mordiendo el trofeo a lo Nadal, y miré a un sonriente Tomás que a la primera le tocó la lotería y miré a la moto que estaba a nuestra izquierda sobre sus caballetes diciéndonos OK, buen trabajo... y miré al frente a la gente aplaudiéndonos y me rompí, y lloré, y solté todo lo que llevaba dentro de horas, preocupaciones,  irritaciones, prisas y demás tonterías mías por que todo saliera bien.
 Me fui a solas con la moto le puse la mano sobre la rueda delantera, me agaché y volví a llorar y seguramente sería el temblor de mi mano, pero os juro que la sentí llorar conmigo, la miré y ella me miró y así estuvimos unos segundos fijados el uno al otro. La sentí dolorida y renqueante, pero satisfecha por su trabajo y yo espero que ella me sintiera completamente orgulloso de ser su piloto.
 Tomás me agarró por la espalda y me devolvió al mundo de los mortales y de la cerveza, que se acabó rápido por cierto, y comenzamos la cansada tarea de recoger bártulos y moto, y como otra costumbre que hemos adquirido con los años, salir los últimos del circuito de vuelta a casa.
 Pero este año volvemos más felices que nunca, los astros se alinearon en una conjunción que no se volverá a repetir y pudimos aprovechar la ocasión para dejar nuestro nombre en el palmarés de la Batalla de Clásicas.







...dejamos nuestro nombre en el palmarés de la Batalla de Clásicas...


 Esto es lo bonito de la resistencia, resisitir, perdurar, aguantar, donde correr es importante pero la velocidad no lo es todo.
 Volveremos el año que viene, volveremos todos los años mientras el cuerpo aguante y la Batalla se siga celebrando.
 Ya estoy en modo 6ª Batalla.....