viernes, 20 de diciembre de 2019

GANAR EN TERRITORIO DEL ENEMIGO

 Nos vamos en el tiempo a finales de la década de los '70 del pasado siglo XX, en cuestión de campeonatos de velocidad sin duda la clase reina es la Fórmula 750 donde compiten los más potentes prototipos de las marcas japonesas con mecánicas de 2 tiempos y potencias por entorno a los 145 cv, por otro lado si nos vamos a los campeonatos mandados por mecánicas de 4 tiempos, TT-F1 aparte, el campeonato europeo de resistencia es el máximo exponente mecánico para estas motorizaciones porque no existe restricción alguna a nivel de preparación de motor exceptuando la cilindrada, de 1000 cc.
 La resistencia es la modalidad más popular y que más publicidad atrae en el Viejo Continente, y es el lugar idóneo donde los diversos fabricantes publicitan sus productos entre el público, por ello que de forma más o menos oficial compiten en el europeo de resistencia. Honda a través de RSC (precursora de HRC) tiene compitiendo la RCB 1000 a través de equipos con apoyo directo de Honda France y Honda Britain, Suzuki a través de Yoshimura presta apoyo técnico a algunos equipos y Kawasaki lo mismo a través de Kawasaki France.



     ... JCO confiaba en la mayor velocidad de las TZ 750 para superar ese handicap....


 Y nos falta Yamaha, que en aquellos años tiene como familia deportiva de 4 tiempos la familia XS y en 2 tiempos las TZ en sus diferentes cilindradas, todas ellas prototipos de competición puros y duros con su máximo exponente en  la explosiva TZ 750 que arrasa en todas las carreras de la Copa FIM 750 (posteriormente mundial 750).
 Pero estas victorias en los circuitos no se pueden extrapolar directamente al producto de calle que es completamente diferente a las motos prototipo, y las ventas de Yamaha en Europa, quitando las ventas de las familias RD directamente emparentadas con las TZ de circuito, son bastante bajas, y ello lleva de cabeza a Jean Claude Olivier, patrón de Yamaha France y uno de los principales mandatarios de Yamaha en Europa.
 JCO también era propietario del team Sonauto Yamaha y decidió utilizarlo para publicitar a Yamaha como referente en las ventas de motos de calle, y en una y vista con el tiempo, arriesgada idea, decidió participar en la prueba que más público atraía, el Bol D'Or,  con la moto que más victorias le proporcionaba a Yamaha, la TZ 750, o sea, ganar en una prueba dominada por motos de 4 tiempos con un prototipo de 2 tiempos, una idea verdaderamente loca en aquellos días.
 La libertad del reglamento lo permitía al ser prototipos puros los que participaban en el Bol D'Or, por lo que utilizar la TZ no era problema, el problema estaba en adecuar una moto pensada para carreras de corta distancia en una moto capaz de aguantar 24 horas a máximo rendimiento.
 El motor de la TZ entregaba 140 cv a 11000 rpm, algo por encima de las más potentes 4 tiempos de la competencia, pero los cerca de 140 kg de peso en seco es lo que le haría sacar mucha partida a sus futuras rivales que solían sobrepasar los 200 kg en las mismas condiciones, otra ventaja importante también era su propia configuración como moto de carreras que le proporcionaba mayor velocidad de paso por curva, manejabilidad, aceleración y en definitiva mayor facilidad de uso al límite. Por contra sin duda estaba el consumo, los motores de 2 tiempos eran mucho más bebedores que los 4 tiempos y ello conllevaría un mayor número de paradas a repostar en carrera, pero JCO confiaba que la mayor velocidad de la TZ por vuelta supliría este handicap.




...tenía que parar cada 20 o 21 vueltas a repostar... en la foto escapes cambiados en la TZ en la carrera de 1978














  La TZ se entregó a las manos de Cristian Maigret, de los talleres Moraco, que era el mécanico jefe del equipo Sonauto en el mundial de velocidad, empezó por trabajar la culata bajando la relación de compresión y se montaron nuevos cilindros y pistones de la casa Mahle con el nuevo tratamiento al Nikasil de carburo de siliceo y nikel, se mantuvieron los carburadores y caja de cambios originales y se trabajaron las suspensiones y frenos montando una horquilla de cambio rápido, un basculante PEM del mismo sistema y nuevo conjunto de frenos firmado por Brembo. El sistema eléctrico para la iluminación se tuvo que hacer desde cero y casi todos sus componentes se tuvieron que emplazar al colín de la moto, modificado para poder alojarlos, motivo por el cual el subchasis tuvo que ser reformado y reforzado.
 Una vez lista para la carrera la TZ 750 tenía unos 115 cv a 9000 rpm para unos 165 kg de peso en seco, de potencia andaba por debajo de las mejores motos de la categoría, pero en peso seguía estando bastante por debajo de ellas, y se seguía confiando en las prestaciones del motor para estar arriba en la clasificación.
 Llegó la carrera y la TZ 750 de Sonauto pilotada por Patrick Pons y Christian Sarron marcaron la pole con un tiempo 4 segundos mejor que el del segundo clasificado, una de las Hondas  RCB oficiales, pero en el paddock no se respiraba un ambiente de sorpresa, era lo esperado por todo el mundo, así como también se creía que la moto de Sonauto saldría la primera y lideraría la carrera no más de 3 o 4 horas antes de romper, no se creía en la resistencia mecánica del motor 2 tiempos Yamaha para aguantar toda la carrera.
 Y así fue, a las 3 horas la TZ 750 lideraba la carrera con una vuelta de ventaja a pesar de que tenía que parar cada 20 o 21 vueltas para repostar y cambiar cadenas, neumáticos, tubarros o baterías por las cerca de 35 vueltas de sus rivales que sólo cambiaban neumáticos y echaban gasolina. Pero la Yamaha siguió en carrera, a las 6 horas sacaba 2 vueltas de ventaja y a las 12 horas eran ya 3 vueltas y los habituales de la categoría se empezaban a preocupar de que realmente la Yamaha acabara la carrera y la ganara, y con autoridad, pero para suerte de estos, y mala fortuna de Yamaha, sobre las 17 horas de carrera una biela del motor de la TZ dijo basta y ahí se acabó todo, pero el mensaje e intención estaba entregado, volverían al año siguiente para ganar la carrera.
 En 1979 se inscribieron 3 TZ 750, dos para Sonauto con Pons, Asama, Rigal y Roche y una tercera bajo la supervisión de Maingret y los colores de su taller, Moraco
 Se habían reforzado y tratado las bielas, se mejoraron los frenos y se cambió neumáticos de Michelín a Dunlop que es lo que solía montar todo el mundo en resistencia, pero la competencia había mejorado, la organización del Bol D'Or, presumiblemente presionada sobre todo por Honda, quedaron fuera del campeonato de resistencia para poder efectuar un cambio de cilindrada de las 4 tiempos hasta los 1200 cc y con ello permitió a RSC apuntar un par de RCB 1000 subidas a 1084 cc bastante más potenciadas que el año anterior, así como la inclusión de una RS 1062 cc con preparación Honda Japón del equipo oficial de Australia. También se había cambiado de escenario, ahora se disputaría la carrera en el circuito de Paul Ricard con su famosa recta Mistral de 1,8 km que favorecían a las potentes y pesadas 4 tiempos.
 Yamaha volvió a marcar la pole pero la salida se dio mal para los pilotos de Sonauto cuyas TZ eran más difíciles de arrancar que las Honda y demás 4 tiempos. Diversos problemas los mantuvieron toda la carrera algo lejos de los líderes, pero remontando poco a poco a 1 hora del final la TZ de Pons y Asami era segunda a 1 minuto de una de las Hondas oficiales y rodaban unos 3/4 segundos más rápidos por vuelta. A 20 minutos del final habían casi recortado todas las diferencias y estaban dispuestos a dar el tirón final para adelantar a los líderes cuando la TZ 750 pasó por meta al ralentí con problemas eléctricos, se paró en boxes y se solventaron, pero el tiempo perdido les arrebató la victoria que rozaron con los dedos y quedaron segundos en el Bol D'Or.
 Tras este magnífico resultado que para Sonauto supo a poco, se empezó a preparar la carrera para 1980.
 Ese año el campeonato pasó de rango europeo a campeonato mundial y como tal se regía desde entonces con las reglas de la F1, no pudiendo entonces las motos de 2 tiempos exceder los 500 cc, por ello que el Bol D'Or tampoco quiso  ser partícipe del campeonato. El concurso del equipo Sonauto era una inmejorable fuente de publicidad y público a su carrera, y sabían que por el renombre de la misma, aunque no fuera mundialista, la mayoría de los equipos participantes en el mundial no renunciarían a disputarla. Este año el límite de cilindrada estaba en los 1300 cc y Honda volvió a inscribir a sus RCB de 1062 cc y Kawasaki sus nuevas KR 1000 de 1090 cc, todas ellas por encima de los 140 cv holgadamente.



...ganar una prueba dominada por las mecánicas de 4 tiempos con un prototipo de 2 tiempos...










 Las motos de Sonauto habían evolucionado muy poco en comparación con la competencia, al fin y al cabo sólo corrían esa carrera al año, y se buscaron soluciones alternativas a potenciar el motor o bajar el consumo para lograr ahorrar tiempo en repostajes, mejoras del sistema del mismo, de montaje de ruedas y una nueva y más pesada cadena de transmisión que aguantase mucho más tiempo en carrera fueron las pocas cosas que variaron en el equipo y la moto. También se revisó el sistema eléctrico y se montaron unas mejores y más pesadas baterías.
 Se volvió a marcar la pole y en carrera se mantienen en posiciones delanteras, pero poco a poco van retirándose por problemas varios, roturas de biela, de caja de cambios y una caída dejaron a todas las motos fuera de carrera.
 Este fue el último año de la participación de las TZ 750, era caro prepararlas para disputar una sola carrera al año y sus rivales se habían potenciado tanto que las ventajas que contaban las Yamaha en 1978 ya no lo eran tanto.
 Pasarán los años y Yamaha tendrá que esperar a 1994 para anotarse la victoria con la YZF 750 pilotada por los hermanos Sarron y el japonés Nagaï.



Vía appeldephare.com, vivelendurance.wordpress.com, moto-classic.com y conocimientos propios.




viernes, 13 de septiembre de 2019

EL MITO

 Hace ahora 25 años de la salida al mercado de unas de las pocas motocicletas que pasaron la línea de ser vehículos de dos ruedas a convertirse en icono mundial, la bella Ducati 916.
 En 1993 Ducati compite en el mundial de SBK con la última evolución de la 888 subida de cubicaje a 916 cc, ese año el título se lo llevaría la ZXR 750 del Team Muzzy con  Scott Russell de piloto, y fue más por su regularidad y la falta de consistencia de los pilotos de Ducati por los diversos abandonos que sufrieron a lo largo de la temporada que por méritos propios de la moto verde. La 888 era la evolución de la primera 851 de 1987 y los 6 años transcurridos son ya una eternidad para una motocicleta de competición.

 Conscientes de ello en Ducati ya llevaban varios años trabajando en la sucesora de la saga 851/888 y se buscaba una línea de moto diferente, querían alejarse a nivel visual del tipo de moto que tenían, demasiado parecido en imagen a lo que utilizaba la competencia, a nivel mecánico seguirían evolucionando los actuales motores que aún tenían margen de mejora para varios años y todavía eran competitivos, pero a nivel ciclista si era necesario un cambio importante.
 En los primeros bocetos se pensó en utilizar un nuevo chasis de aluminio tipo doble viga, pero finalmente se desestimó porque no entraba en la ya tradición y signo de identidad de Ducati de utilizar chasis multitubulares tipo Trellis.
 Los encargados del diseño y construcción de la 916 fueron Massimo Tamburini y Sergio Robbiano, ambos muertos desgraciadamente en el mismo año de 2014, el primero por enfermedad y el segundo en accidente de tráfico.


... encargados del diseño y construcción de la 916 fueron massimo Tamburini y Sergio Robbiano







 Tamburini venía de una larga carrera de éxitos de diseño de motocicletas, fue uno de los tres fundadores de Bimota (la TA del nombre), años más tarde dejaría la compañía y se unió a Roberto Gallina para trabajar en su equipo del mundial de 500 cc, y de ahí en 1985 pasó a trabajar para los hermanos Castiglioni dentro del grupo Cagiva. Allí trabajó en departamento de competición con las Gagiva 500 de GG.PP. También empezó a diseñar motos para el grupo Cagiva, y su primer diseño fue el de la Ducati Paso.
 Curiosamente el departamento de competición de Cagiva, el CRC (Centro Richerche Cagiva) lo mandó construir Claudio Castiglioni en Rimini porque  Tamburini era muy reacio a trabajar fuera de su localidad natal, Rimini.
 Robbiano por su parte entró a trabajar en el CRC  en 1991, su trabajo bajo la supervisión de Tamburini dio lugar a las líneas maestras de la 916. También diseño la Mito EV 125, que como años más tarde afirmó, tenía el diseño que realmente se había pensado para la Ducati 916.
 En 1995 se marchó para fundar su propio estudio de diseño, Robbianodesign, y creó motos como la Bimota V-Due.
 Volviendo al proyecto de la 916, una vez descartado la idea del chasis de aluminio de doble viga se centró el diseño en una evolución del Trellis en acero al cromomolibdeno de la 888, se idearon nuevos anclajes para el motor, poniendo un segundo anclaje en la zona trasera del mismo y reforzando la zona del cárter donde pivotaría el nuevo basculante tipo monobrazo inspirado totalmente en el de Honda y copiado al límite de patentes. En este punto cabe reseñar que ambos diseñadores, Tamburini y Robbiano, eran admiradores de las líneas de diseño de la Honda NR 750 y parte del diseño de la 916 está inspirado en la Honda compartiendo su imagen de escape bajo el asiento, cintura estrecha, dos pequeños faros rectangulares y un monobrazo que dejara a la vista un neumático de gran sección.
 El asunto del basculante tendría para un episodio aparte, a día de hoy está demostrado que un monobrazo no es la mejor solución para motos de gran potencia cercana a los 200 cv, pero en aquellos años aún era una solución factible por las potencias que se barajaban, pero en el caso de Ducati estaba relacionada con el problema de roturas de cárter motor que sufrían las 851/888 en la zona de anclaje del basculante, que al cambiar a uno de tipo monobrazo dejaba más espacio para reforzar esa parte del cárter y a su vez se le exigía menos esfuerzo a esa zona.
 Al dejar aquel gran espacio de la rueda libre a la vista la opción lógica y consecuente fue no taparla con un escape, por lo que se realizó un tortuoso trazado para sacar dos silenciosos bajo el colín de la moto y con ello se dio por concluido el diseño de tanta belleza.






.... cosechó éxitos  inmediatos en el mundial de SBK...









 La 916 se presentó en el Salón de Milán de 1993, se realizó una corta serie de unidades en 1994 para homologarla en el mundial de SBK y tubo producción plena en 1995.
 A nivel de motor básicamente era el 916 cc de la última 888 con inyección Webber modificada,  radiador curvo más grande  diversos componentes internos revisados, cambiados o modificados.
 Se presentó en versión monoplaza, pintada en rojo Cagiva y en la unidad expuesta en Milán el logo del elefantito podía verse cerca de la cúpula y el tapón de gasolina. Curiosamente los bajos del carenado eran remachados y no podían desmontarse tan fácilmente como el resto del traje de la moto, y el peculiar sistema de recogimiento de la pata de cabra que se retraía al enderezar la moto dio lugar a un lucrativo negocio de repuestos de carenados y retrovisores izquierdos para Ducati. También estas primeras unidades dieron ciertos problemas eléctricos que luego han perseguido a las Ducati en general con o sin razón y algunas averías en culatas por el desprendimiento del recubrimiento endurecedor de los balancines que producían en ellos un desgaste muy prematuro.
 La 916 en sus diferentes versiones cosechó éxitos inmediatos en el mundial de SBK culminados con 6 títulos mundiales, y en la calle gozó de enorme popularidad y ventas en sus muchas variantes dentro de las tres generaciones principales que tuvo, la original de 916 cc, una segunda de 996 cc y la tercera generación de 998 cc.



...955, una producción de 50 unidades para el campeonato AMA...












 De entre todas ellas cabe destacar las ediciones limitadas Senna, la 955, una producción de 50 unidades para homologarla en el campeonato AMA norteamericano de 955 cc, la 996 réplica Fogarty de 1998, la 998 del '02 con el nuevo motor Testastretta o la famosa Matrix 998 del '03.
 La Ducati 916 se convirtió en objeto de deseo de la comunidad motociclista y como hemos mencionado traspasó fronteras al mundo de la moda y el cine por poner algunos ejemplos, siendo protagonista de desfiles, exposiciones o películas, también fue considerada como uno de los más importantes diseños del mundo de la motocicleta y ha sido expuesta en museos como el Guggenheim.

En 2003 fue reemplazada por la 999 del diseñador Pierre Temblanche, y si bien a nivel deportivo la moto era mejor y las victorias seguían llegando, a nivel de usuario o Ducatista la profunda huella de la saga 916/996/998 no podía olvidarse y la 999 no le entraba tanto a los motociclistas por el ojo, finalmente Ducati se vio obligada a acortar la vida de la 999 poniendo en producción la 1048 con líneas claramente inspiradas en las añoradas 916.
 Y es que un mito dura para siempre...




Vía bennetts.co.uk, ducatifandon.com, ducati-upnorth.com, wisordown.com y conocimientos propios.

miércoles, 21 de agosto de 2019

Tu sueño en la carretera

 Seguramente a casi tod@s los que nos gustan las motos hemos soñado con poder disfrutar de nuestra moto de competición soñada por nuestras carreteras favoritas de los fines de semana, un verdadero sueño el disfrutar de esa moto que han pilotado nuestros héroes del asfalto haciendo curvas por nuestros territorios de caza.
 Ya han existido casos en que se han remodelado algunas motos de competición a motos de calle por algún pequeño y artesanal preparador, o hace años ya, en algún caso realmente necesario algún gran fabricante se ha visto obligado a homologar una moto destinada a la competición porque éste era un requisito imprescindible para poder competir con ella.
 Pero también se han dado algunos casos a nivel particular que han pasado a la historia del motociclismo bien por el nombre del personaje que hizo la operación o bien por el modelo de moto que era y en la época que se trataba, y este es el caso de hoy, el de la Yamaha TZ 750 A de Joe Taormina en 1978.

 Joe Taormina era mecánico en la concesión de Yamaha de Bob Scharffer en Pacific Beach cerca de San Diego, California, y llevaba años soñando con la posibilidad de adaptar al uso legal por carretera de alguna de las motos de la marca usada para circuito. Un buen día escuchó una entrevista al cazarecords de velocidad en moto  Don Vesco en la que dijo que lo más parecido en moto a sus máquinas de velocidad sería una Yamaha TZ 750, no se lo pensó dos veces, esa sería la moto que elegiría.




      Yamaha TZ 750 A de 1974, 90cv a 10500 rpm...




 La TZ 750 era una moto fabricada por Yamaha para participar en la copa FIM 750 cc. Estas eran las carreras donde se encontraban las más potentes y salvajes motos de competición de la época, motos de 3 o 4 cilindros de 2 tiempos y potencias que llegaron a los 120 cv que desafiaban a todo lo que los ingenieros de la época podían ofrecer en suspensiones, chasis y neumáticos, y entre todas sobresalía una, la reina de la categoría con diferencia, la Yamaha TZ 750.

 Joe adquirió una TZ 750 a un corredor local que se había retirado de la competición, la desmontó por completo, revisó motor en sus tolerancias, modificó la admisión y carburación para darle un carácter menos agrio a la conducción, colocó una instalación eléctrica completa con batería y alternador, faros, cláxon, retrovisor y una pintura homenaje a Kenny Roberts con la librea amarilla y negra de Yamaha USA.

 Tras muchas horas en la modificación y adaptación de componentes en las moto se dirigió al Departamento de vehículos Motorizados para la solicitud de homologación de la moto, donde se encontró con una contundente negativa por parte de los funcionarios, insistió e insistió y antes sus quejas mandaron su solicitud a la oficina central de Sacramento, donde le dijeron que las TZ 750 B y posteriores estaban en la lista de motos de competición no homologables, Joe les dijo que su moto era una TZ serie A y estaba fuera de la lista, y lo que consiguió fue que la A también fuera incluida en la "lista negra".
 Pero Joe no se rindió, poniendo como ejemplo que si hubiera construido un remolque para motos desde cero si lo hubiera equipado como exigía la ley se lo hubieran homologado, ¿por qué no hacerlo con su moto que era el mismo caso?, finalmente consiguió que los funcionarios le concertaran una cita con un grupo de la Patrulla de Carreteras de California, que manuales en mano, certificarían la moto.
 La moto pasó todas las homologaciones menos una, el ruido, tanto mecánico como de escapes, a fin de cuentas era toda una moto de carreras diseñada para aullar como un lobo en el circuito subiendo de vueltas y sus sonidos "de funcionamiento" eran muy altos. Los ruidos de motor se pasaban por alto, pero el sonido de escape no se lo pasaban. Joe había trabajado mucho en la colocación y tipo de escapes, probando muchas configuraciones,los escapes eran unos Supertrapp con silenciosos, escapes  que eran regulables en contrapresión y volumen por medio de discos chapados.
 Los agentes de la Patrulla se mostraban totalmente inamovibles de sus mediciones, la moto andaba por unos 109 dc y la lectura máxima permitida eran 84 dc, bajo incluso para motos de 2 tiempo de calle homologadas, lo echaron para atrás en las mediciones dos veces, pero Joe se juró que a la tercera pasaría si o si.
 Volvió a su casa y macizó los silencioso con fibra de vidrio, colocó los discos en la forma más restrictiva posible y ahogó la caja de admisión para apagar en todo lo posible el ruido motor y de admisión, y volvió a intentar pasar la prueba de ruido.
 Con una moto que acelerando a fondo apenas pasaba de 6000 rpm consiguió una medición por debajo de los 84 dc y la Patrulla no tuvo más remedio que dar el visto bueno a la solicitud de homologación de la Yamaha TZ 750 A, Joe Taormina tenía por fin su ansiada moto libre de circular por la calle y carreteras públicas, una auténtica bestia de 2 tiempos y mas de 100 cv totalmente homologada para la calle, el sueño de todos los moteros de la época que tenían los circuitos metidos entre ojo y ojo.
 Cuando recogía la moto después de la prueba de sonido un agente de la patrulla algo metido en el mundo de la mecánica le dejó caer que tal y como había traído la moto capada a la prueba tenía que dejarla si no quería ser multado y la moto incautada por ilegal, Joe cuando volvió a su casa hizo lo que supongo que casi tod@s hubiéramos hecho, quitar todos los topes y rellenos, dejar respirar el motor libremente y disfrutarla por la carretera, y nunca fue multado....

 Sin duda Joe Taormina consiguió hacer realidad su sueño en la carretera, tu sueño en la carretera.




                                                  ... tu sueño en la carretera...


Via global.yamaha-motor.com, motorcyclespecs.co.za, pasionbiker.com y conocimientos propios.

martes, 23 de julio de 2019

Inicios...

 Hoy día el mundo de la motocicleta está mandado por unos pocos fabricantes, tenemos a los cuatro ases que son las casas japonesas, a los americanos del otro lado del charco y unos pocos de fabricantes realmente importantes en Europa, el resto no nos engañemos, aunque conocidos, famosos y de buena reputación (no todos), son ya a nivel de producción bastante más pequeños, e incluso en algunos casos podríamos catalogarlos casi como artesanos.

 Pero hace ya bastantes decenios había muchos más fabricantes, que por cuestiones lógicas de la evolución del mercado y de decisiones propias en sus directrices comerciales han ido desapareciendo o  en algunos casos han sido absorbidos por otras marcas. Estas ahora desaparecidas fábricas dejaron un legado que a otras casas le ha valido para remontar el vuelo y en otras ocasiones su camino se acabó allí sin más.
 Y de esto va el artículo de hoy, nos vamos a centrar en la procedencia de la que llaman la más pequeña de las 4 marcas japonesas, Kawasaki, que sin embargo a nivel mundial es la más grande de todas las japonesas, incluso que las otras cuatro juntas, ya que Kawasaki Heavy Industies ltd. es un gran consorcio empresarial que construye o ha construido desde aviones, trenes bala o grandes buques de transporte o petroleros a dominar el mercado mundial de la industria pesada del acero. Y dentro de esta gran empresa hay un pequeño departamento que es el que nosotros conocemos, el de Kawasaki Motorcycles, pero éste no empezó tal cual de la noche a la mañana, en la casa verde no se pusieron a fabricar motos de un día para otro por que yo lo valgo, todo tiene un principio y unos ancestros, y Kawasaki también tubo los suyos.






... el nombre de la empresa pasó a ser Kawasaki Meguro manufacturing....




 En el Japón de principios del siglo XX nos encontramos con la empresa Murato Iron Works, de Meguro Seisakusho, que fabricaban  motocicletas de pequeña cilindrada, pero su principal producción estaba destinada a la fabricación de cajas de cambio para otro fabricantes. En 1924 deciden copiar para producir en Japón un modelo de 1200 cc de la H&D americana, se hicieron 3 prototipos que recibieron el nombre de Gigantes por lo grande del motor y las pocas prestaciones obtenidas, o sea, grande y lenta, y no llegó a producción.
  Ese mismo año desavenencias entre sus directivos disuelven la empresa que pasa a convertirse con todos sus activos en la Meguro Works, comenzando su producción en fabricar recambios de motocicletas Triumph y hacer reparaciones varias de automóviles. Más tarde consiguen permisos para la fabricación bajo licencia de cajas de cambio de motocicletas MSA y se siguen especializando como constructores de cajas de cambio en general para toda clase de vehículos, convirtiéndose en la referencia en la materia en Japón.





... BSA A7 de la cual Meguro había obtenido la licencia de fabricación...














 En 1927 fabrican un pequeño triciclo que se convierte en el primer vehículo en el mundo con marcha atrás funcional tal y como hoy día la entendemos. En 1929 tras la Gran Depresión se hacen con planos, tratamientos térmicos e ingeniería de cajas de cambio de H&D, en 1930 asimilan la empresa Abe industries, otro fabricante de cajas de cambio. La empresa tiene ya diferentes fábricas en distintas ciudades en Japón y tienen muchos pedidos tanto a nivel estatal como privado de recambios, cajas de cambio o de sus triciclos o pequeñas motocicletas, pero la crisis del 29 les alcanza finalmente y las ventas van cayendo, sin embargo los pedidos de otros fabricantes y del gobierno japones principalmente les salva momentáneamente de la quiebra y siguen investigando en innovación y desarrollo de cajas de cambio
 En 1932 desarrollan un motor monocilíndrico 4t para impulsar sus triciclos basado en el de la marca suiza Motosacoche de 498cc y otra variante de carrera larga de 655 cc, aparte con tecnología propia desarrollan un bicilíndrico 4t en V a 45º refrigerado por agua, algo inconcebible para la época.
 En 1934 se lanzan a la competición con una copia de la Motosacoche antes referida pero con el motor fabricado por ellos, logrando muy buenos resultados, lo que les lleva a plantearse fabricar motos de calle para 1935. Para ello hacen una copia del chasis de una Velocette KSS que importaron y acoplaron su motor de 498cc 4t, nace así la Meguro Z97.
  A otros niveles de fabricación cabe destacar que la Meguro en 1938 ya fabricaba motores 4 en línea 4t refrigerados por agua a petición de otras empresas para la fabricación de grandes generadores eléctricos, otra vez a la vanguardia de la tecnología de motores de explosión...
 En 1939 cambia de nombre llamándose ahora Meguro Manufacturing company co. ltd. y comienzan una rápida expansión económica absorbiendo otras empresas de diferentes sectores y satisfaciendo enormes pedidos de toda índole por parte del gobierno japonés.
 Después de la guerra se retoma la fabricación de motocicletas de calle pero Meguro ya no es una empresa tan grande y se ha visto obligada a dejar su monopolio y a deshacerse de muchas otras pequeñas empresas que había absorbido pero no liquidado.
 A nivel de competición han retomado las carreras con el modelo T1, con un motor bicilíndrico paralelo basado en diseños británicos. En lo comercial siguen fabricando motocicletas y poco a poco evolucionando tecnológicamente sacando nuevas motocicletas en diferentes cilindradas, como la Stamina serie K de 1954, básicamente una copia de la BSA A7 de la cual Meguro había obtenido la licencia de fabricación . Pero a pesar de su diversidad y de sus victorias en las carreras la situación económica de Meguro se va deteriorando y ya para 1960 deciden aceptar la propuesta de unión comercial con Kawasaki.  La firma verde con mayor peso en esta alianza impone severas condiciones económicas y laborales a los trabajadores de Meguro con el fin de sanear la empresa y comienza un largo periodo de huelgas y enfrentamientos laborales que repercuten aun más negativamente en la marca. Finalmente para 1962 casi todas las antiguas fábricas de Meguro habían traspasado su producción a Kawasaki y habían sido vendidas, y el nombre de la empresa pasó a ser Kawasaki-Meguro Manufacturing después de que hubieran muerto los fundadores de Meguro. A partir de la fecha todas las motocicletas producidas llevan el nombre Kawasaki-Meguro en sus depósitos, aparte de las que Kawasaki fabrica por su cuenta bajo el nombre Mehiatsu .
 Para 1965 la totalidad de la producción de Meguro ya está en manos de Kawasaki y esta empieza a comercializar todas sus motos ya con sólo su nombre, quedando aún un pequeño remanente de motocicletas Meguro por vender (y alguna evolución echas artesanalmente por antiguos trabajadores de la fábrica) hasta 1969.
 En 1965 aparece la Kawasaki W1 la moto de mayor cilindrada y potencia que se vende en aquellos años en Japón, que resulta ser la Meguro X-650 descendiente de la serie K que a su vez viene de la BSA A7....vaya ascendencia, el comienzo de Kawasaki practicamente llega de una moto desarrollada a finales de los 30 y que comenzó su producción en 1946, y que cuando ya parecía que no podía dar más de si después de 20 años en el mercado llega Meguro-Kawasaki y le dan otra vuelta que la actualiza y le da una nueva vida para unos buenos años más
  Kawasaki gracias a los casi 40 años de experiencia de Meguro y a lo que podían aportar ellos por su  lado muy rápidamente se pone a nivel de las otras grandes marcas de motocicletas a nivel tecnológico o incluso superándolas, y rápidamente ganan la fama de ser siempre las motos más veloces de en sus categorías, tienen muchos recursos para investigar y desarrollar nueva ingeniería y no necesitan necesariamente de patrocinadores para cubrir gastos en sus equipos de carreras, de ahí que casi siempre las motos de equipos oficiales de Kawasaki lucieran así, verdes, sin apenas patrocinios que taparan sus colores.





             .... en 1965 aparece la Kawasaki W1....

 Recientemente Kawasaki a registrado el nombre de Meguro para Europa y otros países fuera del Viejo Continente, ¿se avecina una nueva línea de motos deportivas de corte clásico bajo este nombre?...


       Via meguroworks.konjiki.jp, wikipedia, kawasaki.com.my y conocimientos propios.

jueves, 18 de julio de 2019

La moto universal

 En el año 1916 un ingeniero danés llamado Jorgen Skafte Rasmussen, después de anteriores aventuras empresariales antes y durante la 1ª GG.MM  funda la empresa DKW (Dampf-Kraft-Wagen) en la zona de Zschoppau en la Sajonia alemana. El objetivo de esta empresa era la construcción de repuestos para máquinas varias de vapor, pero las materias primas para este tipo de industria escasean y ya empieza a plantearse cambiar de dirección de trabajo buscando otras alternativas de futuro.
 Esta nueva estratégia pasaba por la fabricación de pequeños motores de explosión de 2t que empezó a utilizar para construir pequeños coches de juguete y pequeña maquinaria industrial.


 Ya para 1919 tenía  en línea de montaje un pequeño motor  que pretendía vender a otras fábricas de automóviles para que lo utilizaran en sus productos pero fracasó la idea. Poco más tarde una variante de este motor con 25 cc y de un tamaño bastante más reducido fue montado en una bicicleta adaptada a tal uso siendo un gran éxito de ventas, tardando poco en pasar la idea a la construcción de una motocicleta propia  dando comienzo a un gran crecimiento de DKW como constructor de motos, logrando una reputada fama de motos fiables y seguras.  Este gran crecimiento hizo que la  sección de motocicletas tuviera status propio dentro de la propia empresa que también fabricaba coches, camiones y furgonetas.
Las victorias deportivas en el circuito berlines de Avus en 1922 y la triple victoria ese mismo año en la ADAC Reichsfarth  hizo que a nivel deportivo también se les vieran como motos veloces y potentes, por ello que su primera motocicleta fabricada en gran serie se llamara así, Reichsfarth. En la década de los años 30 DKW motos ya era el principal constructor mundial  y  una clara referencia a tener en cuenta por cualquier otro fabricante.







.... en los años 30 DKW motos ya era el principal constructor mundial....




 También en el mundo de la competición las motos de DKW con sus mecánicas de 2t y en algunos casos sobrealimentadas lograban muchos e importantes triunfos en pruebas internacionales.
 ¿Y por qué de la importancia y hegemonía de los motores DKW? Pues porque habían conseguido solucionar mejor que otros el problema en los motores de 2t de la evacuación de los gases residuales después de la explosión en la cámara de combustión del cilindro sin que tuvieran que mezclarse con la nueva admisión de mezcla fresca en los mismos, este sistema, patentado como transferencia de Schnürle por el nombre del ingeniero que lo desarrolló, dejaba de utilizar pistones con cabeza deflectora utilizados hasta el momento por todas las mecánicas de 2t por un pistón de cabeza plana,  y utilizaba unos novedosos agujeros en la camisa del cilindro llamados puertos de entrada y salida que con la forma adecuada permitían una correcta y eficaz transferencia de gases. Se lograba así un mayor rendimiento por conseguir un llenado más óptimo del cilindro antes de la explosión con mezcla libre de residuos del anterior ciclo. Esta tecnología patentada en exclusiva por DKW les dio una ventaja decisiva a la hora de conseguir un mejor y más potente funcionamiento de sus motores, y obligaba a la competencia a pagarles importantes sumas de dinero si querían utilizar este sistema.

 Durante la 2ª GG.MM como otras muchas empresas alemanas la casi total producción de la empresa se centró en el esfuerzo de guerra, cesando la producción de motocicletas de calle.
 Después de la guerra lo que quedó de DKW fue repartido entre los países vencedores, que se quedaron con lo que quedara de sus instalaciones, maquinaria e incluso obreros o personal cualificado, en su mayoría deportados a la antigua Unión Soviética.
 Y aquí tenemos la historia de hoy, antes de la guerra DKW tenía una motocicleta de gran éxito llamada RT, en variantes de 125, 175, 250 y 300 cc. Los planos de esta motocicleta así como su planta de producción fueron compartidos por diferentes países del bando vencedor, que a su vez se los cedieron a diferentes constructores propios de motocicletas para que construyeran sus nuevos modelos basándose en los planos de DKW o simplemente la copiaran hasta el último tornillo cambiando colores y anagramas solamente.
  Los soviéticos cedieron los planos a MMZ y SMZ creando las M1A Moskva o la K-125 respectivamente, Reino Unido a BSA creando esta la famosa Bantam, los americanos a H&D que crearon la S-125 más tarde llamada Hummer, Polonia a la WFM que crearon las SHL 125 o más conocidas Sokól que perduraron hasta bien entrada la década de los '80, incluso en la Alemania de posguerra la zona de influencia soviética reflotó a DKW y MZ volviendo a fabricar las mismas motos de antes de la guerra.
 La veterana DKW RT se convirtió de esta manera por así decirlo en una moto universal que se fabricaba en docenas de países y en diversas versiones y dando lugar a diferentes estirpes o familias que evolucionaron de diversas maneras pero que tenían el mismo punto en común de salida. Muchas de estas motos han llegado hasta casi finales del siglo XX  con unas líneas de acorde con sus época pero con un motor que básicamente era el mismo desde los años '30.
 Incluso la RT llegó a Japón, en 1950 la empresa Nippon Gakki Company fundada en 1887 por Torakusu Yamaha está buscando nuevos horizontes empresariales, su presidente por entonces Genichi Kawakami decide utilizar los restos de equipos de fabricación de tiempos de la guerra en producir una pequeña moto utilitaria para un país falto de medios de locomoción, como no puede acceder a los planos de la conocida moto alemana por negativa americana decide adquirir una motocicleta por otros medios y aplicarle lo que se llama ingeniería inversa, creando su primera motocicleta, la YA-1. Tal fue su éxito que la compañía creó una nueva sección dedicada sólo a la fabricación de motos, naciendo así la Yamaha Motor Company que tod@s conocemos hoy día. En 1955 comenzó la producción de la YA-1 conocida como la Libélula Roja por su estilizado depósito de gasolina y bonito color rojo, que en comparación con su ascendente germana estaba mucho mejor terminada y cuidada en calidad de componentes y materiales, y contaba con las mejoras de pasar de tres a cuatro velocidades y de montar un inédito sistema de arranque que le permitía hacerlo con una marcha engranada, fue la primera moto en el mundo en tener este sistema que hoy día es común en todas las motos del mundo.




         ...sin duda la moto más copiada del mundo....



Vista la historia sin duda la DKW RT fue la moto más copiada del mundo, la moto de la cual partieron importantes sagas de motocicletas en un buen número de fabricantes de todo el planeta, me atrevería a decir la moto más importante de la historia de nuestro amados vehículos de dos ruedas, sin duda fue la moto universal.



Via Wikipedia, www.moped-museum.de.dkw, autogallerig.org.ru y conocimientos propios.

martes, 9 de julio de 2019

La superbike del pueblo

 En 1988 empieza el nuevo campeonato del mundo de superbikes que en parte sustituye a los diversos campeonatos nacionales e internacionales de TT-F1. Sin duda todo ello en parte a los frutos que dio la popularidad de las motocicletas de gran cilindrada entre el público en general desde que se asentaron los propulsores de 4 tiempos entre los principales fabricantes mundiales, ya japoneses en su mayoría y se empezaron a producir motocicletas decentes en cuestión de chasis, frenos y ruedas, resumiendo, motocicletas de altas prestaciones con propulsores fiables y de bajo mantenimiento que se tenían en pie cuando les exigías que dieran lo que tenían.

 Este aumento de ventas en general a nivel mundial generaba que los fabricantes cada vez ofrecieran mejores productos a sus clientes a nivel tecnológico, dando lugar a una interesante escalada de prestaciones y soluciones tecnológicas que en algunas ocasiones llevaban a callejones sin salida, como el de las motos Turbo, y en otros casos a ofrecer motos superiores en comportamiento y prestaciones a motos de competición de pocos años antes en el tiempo.

 Por ello los fabricantes y las diversas federaciones vieron interesante crear un campeonato mundial donde las motocicletas que compitieran fueran las mismas que el usuario llevaba por sus carreteras favoritas, con una preparación lógica para circuito, claro, pero a fin de cuentas la misma moto que tu y yo podíamos comprar en la tienda de motos de al lado de casa.
 Así pues en 1988 empezó su andadura el campeonato Mundial de Superbikes que desplazó al campeonato de TT-F1 más costoso de prototipos a pruebas tipo resistencia y poco más, desapareciendo después en poco tiempo.
 Pero este cambio no se realizó en poco tiempo, pocos años antes ya se gestionaba la idea y algunos fabricantes apostaron por el campeonato desde primera hora para que cuando comenzara no les pillara con el paso cambiado, como Honda, que en 1987 ya tenía a la venta la VFR 750 R alias RC-30, totalmente derivada de las RVF 750 de resistencia, pero homologada para la venta en la calle, requisito imprescindible para poder participar en SBK. En otros barrios Yamaha y Suzuki ya contaban con buenas motos deportivas de calle como las FZ y FZR 750 y las GSXR 750 R, respectivamente, (aunque Suzuki tenía una versión RR especial para competir), pero al contrario que la Honda, eran motos deportivas de calle que se utilizarían en competición, la Honda era lo contrario, y eso la situaba un paso por encima de estas. Por parte europea teníamos a Ducati y a Bimota que jugaban más al estilo Honda, ofreciendo productos exclusivos y caros para la calle y efectivos en el circuito.
 ¿Y Kawasaki?, ¿Dónde estaban las motos verdes de Akashi?. Kawasaki había sido la dominadora de las clases medias de los GG.PP a finales de los '70 y principios de los '80 con sus motores de 2 tiempos, y en la calle era sinónimo de prestaciones puras con sus motocicletas de 4 tiempos y 4 cilindros, siendo dominadora en el nacional más importante de la época, el AMA Norteamericano, donde sus GPZ y KZ a manos de pilotos como Rainey o Lawson ganaban carrera tras carrera.

 En 1985 sacudieron el mercado sacando la GPZ 600, la primera supersport moderna tal como la entendemos hoy día, pero para 1988 sus motocicletas estaban una generación atrasada con respecto a la competencia no en potencia, sino en la moto en sí, el SBK trajo consigo la aparición de los frenos grandes flotantes, las llantas anchas en 17" y los chasis tipo Cobas doble viga, y Kawasaki pecaba de la falta de todos esos recursos en su gama de motocicletas de aquellos años.
 Hacía falta hacer algo para salvar el honor de la considerada más deportiva de las 4 grandes marcas japonesas, la GPX 750 R que Kawasaki tenía en esos momentos que compitió en los comienzos del SBK aunque consiguió una victoria no estaba a nivel de sus competidoras, y ese algo se encontraba en la TT-F1 donde Kawasaki tenía ya rodando un prototipo, la ZX-7.
 Casualmente en Europa los franceses del Team Kawasaki France (TKF) diseñaron un prototipo partiendo de una GPX 750 construyendo un nuevo chasis de manos de Pierre Doncque, potenciaron motor, suspensiones, llantas, frenos y se fueron con ella a las 8 Horas de Suzuka de 1987 donde se encontraron con la sorpresa del prototipo de Kawasaki fábrica que también seguía más o menos sus pasos, aunque el chasis ya se trataba de un verdadero y masivo doble viga. Tomaron anotaciones unos de otros y Kawasaki decidió para la temporada siguiente cederles sus prototipos al TKF para que siguieran evolucionándolos con el fin de tener para 1989 una motocicleta competitiva para el mundial de SBK.



  Izquierda la moto del TKF diseñada por Pierre Doncque, a la derecha la ZX-7R de 1987 de Kawasaki fábrica en las 8 Horas de Suzuka.


 Sólo había un condicionante en Kawasaki para desarrollar la moto, nada de soluciones técnicas exquisitas ni hacer una moto elitista de corta tirada y elevado precio, debía ser una moto de calle accesible de precio y buena base para con pocos medios hacer una moto competitiva en las diferentes competiciones que participara, y la verdad es que les salió bien el asunto.

 Presentada en el circuito de Estoril en 1989,  la nueva ZXR 750 encandiló a todos los pilotos probadores presentes, la nueva Repli-Racer, como gustaban de llamar por aquellos años, era casi una auténtica moto de carreras matriculable producida en grandes series y con detalles suficientes para ver que era una moto de calle y que como tal se fabricaba, pudiéndose por ello contener costes de producción y venderla lejos de los precios desorbitados de la RC-30, la GSXR-RR o la OW-01 de las competencia japonesa. Aunque ello no suponía tampoco un quebradero de cabeza, la división de motocicletas de Kawasaki era un pequeña sección dentro de lo que era Kawasaki Heavy Industries LTD, un gigante de la industria pesada que fabricaba desde petroleros a trenes, pasando por la industria del acero y los altos hornos, por lo que poner "algo de más" aunque supusiera pérdida de ganancias por contener precios no suponía un problema. Por ello detalles como manetas regulables, aluminio en su chasis o montar embrague antideslizante se podían asumir pensando en un uso de carreras y no en un uso normal para la calle.
 Suspensión trasera dura y bien tarada de hidráulico como mandaban los cánones de la época y robusta horquilla de 43 mm mandaban el conjunto, que si bien la hacía algo cabezona de entrar en curva, una vez dentro de ella parecía que marchaba sobre raíles y nada podía alterarla. Enormes discos de frenos delanteros de 310 mm, llantas de 17" de garganta generosa para llevar lo último en neumáticos radiales, embrague hidráulico con sistema de deslizamiento controlado, postura de conducción racing pero sin cargar demasiado peso en las muñecas como en la Honda y un precioso chasis doble viga en aluminio que resistía a la perfección los 107 cv a 10500 rpm que prometía el motor completaban el conjunto. El motor de la antigua GPX  seguía utilizándose en la nueva ZXR con el fin de ahorrar costes en la producción de la nueva moto, aunque  había sido convenientemente remozado y actualizado sobretodo en su parte alta, cilindros y culata, con muchas modificaciones que si bien no subían la potencia más que 1 cv en la ZXR respecto a la GPX, si dejaban las cosas ya echas para cuando se fuera a preparar la culata pensando en la competición, aunque cierto es que mantener este viejo motor  fue un lastre importante para el uso en competición de la ZXR,  para la calle fue inconveniente alguno y la moto tenía unas prestaciones muy buenas. En cuanto a su comportamiento, poseía una muy buena respuesta en recuperaciones o aceleraciones en bajos y medios, algo no muy habitual en motores "todo arriba" pensados en la competición, y que la ZXR también poseía, por algo es famosa por su patada a poco más de 7000 rpm donde en un margen de 500 rpm subía de golpe la potencia en 25 cv según contaban los test de potencia, subiendo hasta las 10500 rpm.





             

 ... la nueva ZXR encandiló a todos los pilotos probadores presentes....











  Kawasaki había preparado dos kits de potenciación para el motor, y con pocos cambios la potencia podía llegar fácilmente cerca de los 140 cv, potencia que por otro lado era perfectamente asimilada por el chasis sin modificaciones alguna que hacerle.
 La ZXR era larga y baja, propio de la época, y pesada, 205 kg en seco, 10 kg más que la Suzuki o 30 kg más que la Honda, pero todo en ella estaba preparado para desalojarla de ese peso extra aflojando unos cuantos tornillos, tornillos que pesaban más que una soldadura propia de una moto de carreras, pero claro, la Kawa era una moto de calle...aunque montara un embrague antideslizante de accionamiento hidráulico y posibilidad de modificar la altura del eje trasero por una especie de excéntrica en la bieleta del amortiguador. Su equilibrio a nivel ciclista era muy bueno, estable por lo larga y baja pero suficientemente manejable por su corto ángulo de dirección, podías confiar en ella en largos giros a gran velocidad y a su vez te permitía modificaciones en curva si eran necesarias sin molestarse demasiado.
 Kawasaki había logrado un buen producto a buen precio, rápida, con una punta de 250 km/h, con aceleraciones prácticamente solo superadas por las 1000 cc de la época y con un tacto y estilo de conducción casi totalmente de competición, lo suficiente para que el usuario de calle se sintiera en una moto de carreras pero sin el agotamiento de ellas después de muchos kilómetros.
 En su puesto de conducción cabe resaltar lo espectaculares que resultaron entonces (Y todavía hoy día) los tubos de refrigeración de aire a las culatas que atraviesan el tanque de gasolina, las famosas mangueras de aspiradora como las llamaban, que en marcha no estorban para nada la conducción de la moto, de la que no querrás bajarte hasta que se acabe la gasolina o se te quede el culo insensible por la mezcla de durezas del asiento y suspensión trasera.




.... no querrás bajarte hasta que se te acabe la gasolina o se te quede el culo insensible...










  Así pues en este 1989 nació la ZXR 750 H1, la primera de tal vez la más conocida saga de motos deportivas de cualquier época, y de la que en este 2019 se cumplen 30 años de su lanzamiento y de la que aún se pueden ver ejemplares en buen estado circulando por las carreteras.
 Con sus colores de guerra en verde (en España no llegaría el verde oficialmente hasta 1990 con la H2) se vendió como churros en todo el mundo y se convirtió rápidamente en la favorita de todos los quemados de las dos ruedas para sus salidas domingueras y sus tandas de fin de semana, viéndose reflejadas en ellas como si fueran los pilotos mundialistas Aaron Sligth o Rob Phillips, o los americanos Scott Russell o Doug Chandler con las famosas ZXR Muzzy.
 Hay motos que marcan épocas o se convierten en mitos de la historia de la motocicleta, sin duda la Kawasaki ZXR 750 H1/2 es una de ellas. Con esta moto Kawasaki definió el concepto de lo que era una repli-racer para la calle  de las motos de competición, la misma moto que usabas en tu día a día era la que utilizaban tus pilotos favoritos en los circuitos mundialistas con el acople de distintos kits de fábrica y un poco de artesanía mecánica (cuando aún existía ese término). Y en algunos casos esos kits, o parte de ellos los podías instalar en tu moto de uso diario sin perjudicar su uso legal, y no estamos hablando de una línea de escape y una centralita.
 Para 1990 Kawasaki le da un ligero lavado de cara a la ZXR y pone parte del Kit 1 de preparación de la H1 a  la H2,  algunas de estas mejoras son la culata entera mejorada de ese kit, carburadores de mayor diámetro, un gigantesco radiador de agua de forma curva y un nuevo basculante de forma asimétrica, bajando el peso total 5 kg para llegar a los 200 kg en seco y subiendo la potencia  hasta los 112 cv.





             Rob Phillips en acción en el mundial SBK


 En 1991 aparece la tercera versión, la J, casi completamente nueva en todo y que resultó un auténtico paso atrás mecánicamente hablando por su autolimitación a 100 cv, y aún así la ZXR siguió vendiéndose más si cabe todavía, pero esto ya es otra moto y otra historia.
 En definitiva, Kawasaki creó un mito entre las motos deportivas, una moto de serie alejada de las elitistas y caras motos de la competencia que en algunos casos la doblaban en precio, la ZXR sin duda se convirtió en la superbike del pueblo.


Via : toda una vida circulando con una ZXR 750 H1.

lunes, 3 de junio de 2019

IV Batalla de Clásicas, luchando contra los elementos

 Este pasado sábado 25 de mayo disputamos la IV edición de la Batalla de Clásicas en el circuito de Guadix, nuestra cuarta participación, pero la primera en todo menos en correr, estrenábamos nueva estructura, totalmente desligados del pasado y estrenábamos moto, diferente a la de las tres ediciones anteriores, ahora participábamos con una Kawasaki GPX 600 R ex-Kawas Viejas.

 Antes de iniciar esta crónica quisiera pedirles PERDON a todos los implicados en el equipo por mis errores en la puesta a punto de la moto y por las incidencias que sufrimos con ella durante las tres horas de carrera, no quiero poner excusas en ello, pero se me notó que no soy un profesional en la mecánica, y aunque puse todo mi empeño en ella sufrimos de algunos percances técnicos con la moto que si bien algunos fueron impredecibles, otros la verdad si fueron por descuido mío.






 Con la moto y todos los pertrechos colocado en el box junto a la impresionante CBR 600 F1 del team GALIASTUR del buen amigo Mamel Coto y compañía, que se marcaron 1000 km desde Asturias y Galicia para venir a correr. Nos disponemos después de las pertinentes verificaciones técnicas y briefing de pilotos a salir al primer libre de la mañana. La pista está bastante fría y decidimos que salga yo con la moto que en cierta forma la he parido y se me supone que mejor la conozco. Una vez en pista la cosa está mal, la moto no pisa con firmeza y no tiene agarre ninguno en curva, muy cabezona y en mitad de la tumbada con continuos movimientos laterales de la rueda delantera que no dan nada de confianza. Vuelvo a box y experimentamos con las presiones durante diferentes vueltas, pero seguimos igual. También presentamos otro problema, la moto ratea bastante hasta las 7000 rpm, donde se dispara sobrepasando la zona roja de 10000 rpm llegando hasta el tope de 13000 y porque el motor no estira más, de prestaciones andamos sobrados, el 4 en 1 que le pusimos desde luego cumple las expectativas.

 Salimos al segundo libre con la misma falta de agarre en mitad de la curva y el rateo al caer la moto de vueltas, decidimos parar y cambiar llantas y neumáticos  por otras que tenemos con las que rodamos hace dos semanas y con las que no apreciamos problemas, no vaya a ser que alguna llanta de las que montamos hoy este dañada, pero aunque en menos medida,  seguimos con problemas parecidos. Como la temperatura del asfalto ya ha subido bastante empiezo a pensar que realmente nuestro bajo ritmo en pista sea el culpable de la falta de agarre y estabilidad en curva de la moto al no pillar temperatura óptima los neumáticos.
 Ahora con la vista en todos estos acontecimientos ya pasados supe el porqué de este comportamiento anómalo de la horquilla, llevábamos un retén de horquilla dañado perdiendo aceite, pero en poca cantidad y aún no se como no lo vimos entonces, perdón, como no lo vi yo entonces.
 Nos queda un libre más y el cronometrado, pero nos lo tomamos con tranquilidad, nos da igual clasificar delante o detrás, más bien detrás, claro, y la carrera es larga y me veo luchando más por terminarla que por competir una plaza a otro equipo.

Entre el último libre y el cronometrado caemos en la cuestión gracias a un buen amigo de que la moto la llevamos bastante capada....se me olvidó vaciar el silencioso del escape y va cegado de fibra, aparte de que la cánula central se ha soltado y la fibra tapona totalmente la salida del silencioso. Rompemos remaches y sacamos una gran cantidad de fibra, dejando el silencioso completamente vacio, y lo volvemos a remachar gracias a Mamel que parece una ferretería andante por todo lo que lleva, ¡Gracias Mamel!.
 Ahora la moto suena a moto de carreras de verdad, y si antes estiraba ahora no os cuento, porque si bien el motor ratea, la verdad es que se le nota una gran potencia, que lástima no poder aprovecharlo.
 El tema del rateo lo tenemos claro, en los carburadores alguna cuba, o todas, están mal niveladas en sus flotadores y los carburadores se encharcan, se ahogan en gasolina al cortar gas, rateando la moto en todo régimen hasta que sube de vueltas tanto que necesita toda la gasolina que puedas darle, con razón tiraban gasolina nada más pararla, teniendo que cortar el grifo.
 Mi hermano coge la moto en el turno de los cronometrados, más que nada por cogerla y hacerse a ella, aún no ha tenido oportunidad, llevamos más tiempo en los entrenos rodando con la mano levantada que haciendo tiempos, y el tiempo que hagamos para salir es lo de menos. Con que la moto vuelva a box al acabar la sesión en una pieza nos conformamos.



....llevamos más tiempo en los entrenos rodando con la mano levantada que haciendo tiempos...







Cambiando un poco el tema, pasamos a lo mejor del día, la visita de un buen número de AMIGOS con mayúsculas de los que me faltaría letras, páginas y blog para hacer referencias a todos y del buen rato que nos hicieron pasar durante la Batalla dentro del día de imprevistos e inconvenientes que sufrimos.  Dentro del box,  detrás de la moto se montó un catering digno de una buena celebración donde no faltaron los quesos, fiambres, chacinas, tortillas, anchoas......y cerveza claro, aunque prometo que no probé una hasta acabar la Batalla.
 AMIGOS que nos tranquilizaban en momentos de nervios, que nos ayudaron en lo que pudieron como Tomás Centeno Estrada, que nos hizo de paragüero, pizarra, toma de tiempos y repostaje y otro buen amigo cuyo nombre prefiere el anonimato que nos hizo de mecánico improvisado y fue el culpable directo de que acabáramos la carrera, ¡Gracias a tod@s de nuevo!



 Comienza la Batalla, salimos penúltimos, es la primera vez que hago la salida, estoy muy nervioso, veo la moto enfrente mío y a mi derecha una interminable fila de pilotos que se que en las próximas tres horas de carrera ya no voy a tener tan cerca en la pista porque saldrán despedidos alejándose de mi lento ritmo, miro la bandera del comisario, miro el semáforo en rojo, ya se me ha olvidado el procedimiento de salida, ¿era la bandera?, ¿era el semáforo?, ¿ambas cosas a la vez?...pensando en ello baja la bandera y todos salen corriendo a por sus motos, reacciono como un autómata pero siento mis piernas como si flotaran en el aire, quiero correr más pero mis piernas van por su lado y mis intenciones por subirme a la moto por otro, consigo llegar a la moto, subirme en ella y meter primera  pensando en el rateo que tiene al acelerar y si se calará al salir,  la acelero a fondo y suelto embrague y la GPX responde de manera suave acelerando a fondo sin titubeos levantando ligeramente rueda lo que me hace difícil girarla para tomar la recta, pero logro encabezarla y adelantar a un rival entrando pues en la primera curva antepenúltimo. Comenzamos esta primera vuelta en la que tanteando con cuidado veo bastantes mejoras en el tema de agarre y entrada a curva, incluso el titubeo de la moto a mitad de la inclinada casi ha desaparecido, pero aún tiene un ligero movimiento lateral que al intentar ir a más hace que pierda apoyo la rueda delantera. Al primer paso por meta veo bandera roja a la entrada de recta de meta y pasando por la misma a baja velocidad veo el display rojo también al final de meta y la Yamaha del equipo Vimoto tumbada en la grava, pero detrás de ellos hay bandera verde en el resto del circuito; incomprensible para mi la situación, pensando que se había detenido la carrera casi soy adelantado por mis perseguidores pero acelero a fondo y vuelvo a marcar diferencias.



                              .... comienza la batalla...


 Consigo un ritmo medio decente para lo que soy capaz de rodar, teniendo en cuenta nuestros problemas de agarre en curva y el continuo rateo del motor, que se ahoga mucho al dar gas saliendo de curva,  en estas primeras vueltas que son las casi las únicas en la que la moto rodó medio decente es cuando conseguí mi mejor tiempo personal, un segundo más rápido que el año pasado con la anterior moto con la que corríamos, pero este año nos quedamos con las ganas de saber hasta cuánto podríamos haber mejorado en el vuelta a vuelta, ya que también mi hermano Mario mejora sus cronos con respecto al año pasado,  habrá que esperar a la próxima edición de la Batalla para saber hasta donde hubiéramos llegado.
Un par de vueltas después empiezan los problemas, en la frenada para entrar a la curva 15, sin duda la más fuerte de todas, revienta el otro retén de horquilla y la moto se vuelve inconducible, no tenemos suspensión delantera alguna, imposible frenar en condiciones y menos trazar curva a alta velocidad, paro en box y veo la carrera perdida.
 Pero en los momentos más duros pueden aparecer ángeles salvadores, en este caso un buen amigo de uno de los integrantes del equipo, mecánico él, nos desmontó la horquilla, sacó muelle, hizo no se que apaño, rellenó con lo que teníamos, aceite de motor, volvió a montar y nos dijo que no iría bien pero que aguantaría seguramente la carrera,  así que no forzando en frenadas y con cautela en las tumbadas en curva  salimos a pista con una horquilla que se aguanta por los pelos y un motor que ratea ahogándose cuando se le abre gas al salir de curva.
 La carrera sigue más o menos sin algún otro incidente, sinceramente no me acuerdo bien de los relevos que hicimos en tiempo o modo ya que mi nerviosismo en estas horas me ha hecho perder algo de memoria, de lo que si me acuerdo es que al bajar de la moto o comprobar los diferentes relevos hubieran salido más o menos bien, miraba a la parte trasera del box y veía a nuestro amigos disfrutando de una abundante mesa de bebida y comida que animaba a olvidarse de todo y enfrascarse en conversaciones amenas y divertidas, bajo la música de los Toreros Muertos que salía del coche de Pepe Andujar, que se convirtió sin duda en el rey de la fiesta y el personaje del día, ¡jajajaja!.
 Llegando mi hermano a hacer un cambio de piloto, o eso creo que le tocaba, llega diciendo no con la cabeza, se ha escapado un tornillo de la estribera izquierda y esta se ha soltado no pudiendo hacer correctos cambios de marcha, este al menos es un mal menor, buscamos un tornillo que sirva, le echamos fijador de tuercas y echamos a la pista a la moto con mi primo Cisco subido a ella.
 Me giro para buscar a mi hermano y lo veo fuera del box por detrás sin quitarse el casco, está llorando de impotencia, él se encuentra bien de sus problemas de muñeca y ve que la moto quiere y no puede, y la mala suerte que hemos tenido con la horquilla nos ha terminado de minar la moral, y encima cosas como esto de la estribera...me siento mal por él, todo el año trabajando para fallarle, para fallarle a mi primo, para fallar a todos los que nos animan....pero terminaremos, aunque sea en primera y a punta de gas y tengamos que correr 6 horas esta Batalla la terminamos, no nos retiraremos.
 Cisco también entrará con el mismo problema de la estribera a box antes de hora, buscamos otro puñetero tornillo y lo bañamos en fijador de roscas, si es preciso pasamos de tornillo y colocamos una brida, lo que sea, pero que no se afloje más por Dios!!. Luego de unas vueltas me toca mi turno, y un poco antes de ponerme el traje de faena veo que mi bota izquierda ha perdido la parte superior que protege el empeine del pie, corriendo rebusco en la caja de herramientas un rollo de cinta americana negra para encintar la bota, ¡Pero que más nos puede pasar hoy!.


                            

... la carrera sigue y la moto falla cada vez más y paro en box...













 Ya no se las vueltas que llevamos, pero decidimos repostar al empezar el cuarto  ya que parece que la moto no está consumiendo mucho al no poder ir rápido con ella, mi hermano sale y empieza su turno, conscientes de los problemas que tenemos, en que lo principal es no apurar mucho en frenadas y en las curvas más que pensar en la trazada, pensar en el momento que la moto se cae al interior de la curva para salvar la caída,  Lo del rateo ya da igual, pero parece que la cosa va a peor y la moto ya ratea en todas las revoluciones. Volvemos a pista, mirando la clasificación vamos en el puesto 10º de 13 participantes y 7º en la clasificatoria de supersport, alguien por ahí lo tiene que estar pasando peor que nosotros, como nuestro amigo Mamel, cuya CBR se ha quedado sin bomba de agua y se recalienta el motor a cotas peligrosas, teniendo que parar cada 4 o 5 vueltas y parando otras tantas a enfriar.
 Tengo otro relevo que hacer, me coloco la chaqueta, el casco, los guantes y cuando tiró de la cremallera de el brazo derecho me quedo con el tirador de la cremallera en la mano, esto es insoportable, cuantos inconvenientes me van a caer más encima, dicen que a perro flaco todo son pulgas, pues a mi persona lo mismo, no se que más me puede pasar a mi o a la moto en esta Batalla.   La moto está esperando en la puerta del box; da igual, no hay prisa, ya subiré en ella más tarde que temprano. Buscamos un par de bridas de plástico y cerramos con ellas mi antebrazo, entre estas y la cinta americana voy pareciendo un robocop barato... Cuando me dispongo a subir a la Kawa  observo que el tornillo que sujeta la quilla en su parte de atrás junto a la infame estribera que lucha por vivir por su cuenta lejos de la moto ha decidido hacer lo mismo, tomando las de VillaDiego, abandonando su lugar y dejando la quilla huérfana de su apriete y sujeción. Esta vez Alberto Peraita toma el toro por los cuernos y con la brida más vistosa y brillante que he visto en mi vida de color naranja fluor enlaza rápidamente la quilla con su sujeción en el chasis de la moto, estamos listos de nuevo, volvemos a la pista. La carrera sigue y la moto falla cada vez más y paro en box, rellenamos gasolina porque pensamos que al vaciarse el tanque el grifo puede que no esté actuando bien, entonces es cuando se me enciende la luz esa que algunas veces tenemos y pienso en mi ZXR, que da igual el grifo de gasolina que le pongas, siempre tira gasolina a no ser que lo lleves abierto a mitad de recorrido, y lo pongo en práctica con la GPX, dejo el grifo a mitad de camino entre abierto y cerrado y salgo a correr los últimos 15 minutos escasos de carrera. La GPX es otra, ratea, si, pero bastante menos y responde mucho mejor saliendo de curva, pero en contra al estirar marchas se queda corta de gasolina, debiendo entonces abrir un poco el grifo de gasolina sobretodo en la recta de meta si queremos que siga empujando, así que fijaros que plan, problemas de suspensión aparte, llegas a una frenada, la haces bastante antes de lo que debieras para no fustigar la horquilla y con el gas levemente abierto para que no caiga de revoluciones el motor, sales de curva y abres gas a 3/4 de recorrido para no ahogarla en exceso y una vez que coges revoluciones si la recta lo permite abres el grifo de gasolina unos segundos para volver a cerrarlo un poco otra vez antes de la siguiente frenada....me río yo de los que dicen que pilotar una sbk moderna con tantos botoncitos y controles es complicado.
 Pero poco a poco la GPX se va apagando, el truco del grifo lo ha descubierto y dice que no corre más engañada y cada vez va a menos, parece mentira, estamos a unos minutos de acabar y se quiere parar ahora, bajo el ritmo bastante e intento de todas las formas posibles que llegue a meta y ver la bandera a cuadros, el rateo es incesante y agotador, voy a soñar con ese ruido durante muchos días, reducimos marchas en la recta para llevar el motor alto de vueltas y siga empujando, y conseguimos pasar por fin bajo la bandera de cuadros acabando la Batalla, la hemos acabado pese a las adversidades, pese a los elementos, parodiando tan célebre frase, mandamos a nuestra moto a luchar contra otras motos, no contra las averías, pero ha vuelto a casa entera aunque renqueante, prometiendo guerra sin cuartel para la próxima edición de la Batalla.



   
 ... ¡Y tuvimos nuestro propio trofeo !...






 Este año no puedo hacer crónica de que si marchaba detrás de alguien, si lo adelantaba o me adelantaban, bueno si, adelantarnos muchas veces lo hicieron, juraría que alguno lo llegó a hacer tres veces en la misma tanda, y es que este año la lucha ha sido contra los elementos, los elementos que no han funcionado y los elementos que nos abandonaban en marcha, como los tornillos de la quilla y el reposapié o la protección de mi bota. Este año sin duda ha sido el más duro de todos, me esforcé al máximo por tener una moto decente para correr y un par de imprevistos nos dejaron en calzoncillos, pero el esfuerzo conjunto de mi hermano y mi primo Cisco, y el de nuestros amigos dentro del box nos permitió llegar a meta y acabar la Batalla, haciendo que esta edición sea para mi, y supongo para los demás integrantes y allegados al Cano Team la edición que más satisfacción nos ha dado, porque nos ha puesto a prueba en el pilotaje y resistencia, si ya es difícil pilotar largo tiempo al límite de tus posibilidades, imaginad hacerlo con una moto que no se tiene frenando o en curva. Porque nos ha puesto a prueba en diferentes situaciones en las que hemos podido abandonar y hemos dicho no, porque nos ha estresado y puesto de los nervios, al menos a mí, antes diferentes acontecimientos en carrera, pero teníamos al lado un grupo humano genial que nos ayudó en todo, en solventar incidentes mecánicos o en calmarte y relajarte con un chiste oportuno o una bebida fría ( que no bebí cerveza, nooo, jajajaja!!).
 ¡Y tuvimos nuestro propio trofeo!, Tomás se trajo su reloj despertador que lo acompaña desde quien sabe cuantos años y que premonitoriamente hace lustros pintó con los mismos colores de JJCobas que nuestra GPX 600, y me la regaló... que detallazo, un regalo que me llegó al alma y se que salió también de la suya, ¡gracias de nuevo Tomás!





           .... teniamos al lado un grupo humano genial....


 Esto parrafada redactada es más o menos de lo que me acuerdo de nuestra participación en la IV Batalla de Clásicas, este año sin duda la más difícil de todas, donde he anotado errores por mi parte que no se volverán a repetir para que el próximo año tengamos una moto perfecta al 99% donde vea a mi hermano disfrutar de ella plenamente y a mi primo pilotarla sin preocupaciones ni estando detrás mía todo el día intentando tranquilizar mis nervios y agobios.
 ¡Nos vemos el próximo año en la V Batalla de Clásicas!




               Junto a la CBR de Mamel Coto



 Robocop en estado puro, bridas en la quilla, en la manga del mono y cinta americana en la bota...


Luigi, Alberto, Pepe....jouer la que tenían organizada en la parte trasera del box...




Mi hermano Mario, mi primo Cisco y nuestro insuperable Tomás, la parte activa del team....




Tumbar con esta moto en la carrera era solo para valientes....