miércoles, 21 de agosto de 2019

Tu sueño en la carretera

 Seguramente a casi tod@s los que nos gustan las motos hemos soñado con poder disfrutar de nuestra moto de competición soñada por nuestras carreteras favoritas de los fines de semana, un verdadero sueño el disfrutar de esa moto que han pilotado nuestros héroes del asfalto haciendo curvas por nuestros territorios de caza.
 Ya han existido casos en que se han remodelado algunas motos de competición a motos de calle por algún pequeño y artesanal preparador, o hace años ya, en algún caso realmente necesario algún gran fabricante se ha visto obligado a homologar una moto destinada a la competición porque éste era un requisito imprescindible para poder competir con ella.
 Pero también se han dado algunos casos a nivel particular que han pasado a la historia del motociclismo bien por el nombre del personaje que hizo la operación o bien por el modelo de moto que era y en la época que se trataba, y este es el caso de hoy, el de la Yamaha TZ 750 A de Joe Taormina en 1978.

 Joe Taormina era mecánico en la concesión de Yamaha de Bob Scharffer en Pacific Beach cerca de San Diego, California, y llevaba años soñando con la posibilidad de adaptar al uso legal por carretera de alguna de las motos de la marca usada para circuito. Un buen día escuchó una entrevista al cazarecords de velocidad en moto  Don Vesco en la que dijo que lo más parecido en moto a sus máquinas de velocidad sería una Yamaha TZ 750, no se lo pensó dos veces, esa sería la moto que elegiría.




      Yamaha TZ 750 A de 1974, 90cv a 10500 rpm...




 La TZ 750 era una moto fabricada por Yamaha para participar en la copa FIM 750 cc. Estas eran las carreras donde se encontraban las más potentes y salvajes motos de competición de la época, motos de 3 o 4 cilindros de 2 tiempos y potencias que llegaron a los 120 cv que desafiaban a todo lo que los ingenieros de la época podían ofrecer en suspensiones, chasis y neumáticos, y entre todas sobresalía una, la reina de la categoría con diferencia, la Yamaha TZ 750.

 Joe adquirió una TZ 750 a un corredor local que se había retirado de la competición, la desmontó por completo, revisó motor en sus tolerancias, modificó la admisión y carburación para darle un carácter menos agrio a la conducción, colocó una instalación eléctrica completa con batería y alternador, faros, cláxon, retrovisor y una pintura homenaje a Kenny Roberts con la librea amarilla y negra de Yamaha USA.

 Tras muchas horas en la modificación y adaptación de componentes en las moto se dirigió al Departamento de vehículos Motorizados para la solicitud de homologación de la moto, donde se encontró con una contundente negativa por parte de los funcionarios, insistió e insistió y antes sus quejas mandaron su solicitud a la oficina central de Sacramento, donde le dijeron que las TZ 750 B y posteriores estaban en la lista de motos de competición no homologables, Joe les dijo que su moto era una TZ serie A y estaba fuera de la lista, y lo que consiguió fue que la A también fuera incluida en la "lista negra".
 Pero Joe no se rindió, poniendo como ejemplo que si hubiera construido un remolque para motos desde cero si lo hubiera equipado como exigía la ley se lo hubieran homologado, ¿por qué no hacerlo con su moto que era el mismo caso?, finalmente consiguió que los funcionarios le concertaran una cita con un grupo de la Patrulla de Carreteras de California, que manuales en mano, certificarían la moto.
 La moto pasó todas las homologaciones menos una, el ruido, tanto mecánico como de escapes, a fin de cuentas era toda una moto de carreras diseñada para aullar como un lobo en el circuito subiendo de vueltas y sus sonidos "de funcionamiento" eran muy altos. Los ruidos de motor se pasaban por alto, pero el sonido de escape no se lo pasaban. Joe había trabajado mucho en la colocación y tipo de escapes, probando muchas configuraciones,los escapes eran unos Supertrapp con silenciosos, escapes  que eran regulables en contrapresión y volumen por medio de discos chapados.
 Los agentes de la Patrulla se mostraban totalmente inamovibles de sus mediciones, la moto andaba por unos 109 dc y la lectura máxima permitida eran 84 dc, bajo incluso para motos de 2 tiempo de calle homologadas, lo echaron para atrás en las mediciones dos veces, pero Joe se juró que a la tercera pasaría si o si.
 Volvió a su casa y macizó los silencioso con fibra de vidrio, colocó los discos en la forma más restrictiva posible y ahogó la caja de admisión para apagar en todo lo posible el ruido motor y de admisión, y volvió a intentar pasar la prueba de ruido.
 Con una moto que acelerando a fondo apenas pasaba de 6000 rpm consiguió una medición por debajo de los 84 dc y la Patrulla no tuvo más remedio que dar el visto bueno a la solicitud de homologación de la Yamaha TZ 750 A, Joe Taormina tenía por fin su ansiada moto libre de circular por la calle y carreteras públicas, una auténtica bestia de 2 tiempos y mas de 100 cv totalmente homologada para la calle, el sueño de todos los moteros de la época que tenían los circuitos metidos entre ojo y ojo.
 Cuando recogía la moto después de la prueba de sonido un agente de la patrulla algo metido en el mundo de la mecánica le dejó caer que tal y como había traído la moto capada a la prueba tenía que dejarla si no quería ser multado y la moto incautada por ilegal, Joe cuando volvió a su casa hizo lo que supongo que casi tod@s hubiéramos hecho, quitar todos los topes y rellenos, dejar respirar el motor libremente y disfrutarla por la carretera, y nunca fue multado....

 Sin duda Joe Taormina consiguió hacer realidad su sueño en la carretera, tu sueño en la carretera.




                                                  ... tu sueño en la carretera...


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