martes, 3 de junio de 2025

X BATALLA DE CLASICAS GUADIX 2025. POR FIN, POR FIN, POR FIN....

  Una vez más y van 10 ediciones de la Batalla de Clásicas en el circuito Mike de Guadix y 10 ediciones que llevamos participando el Team Cano en ellas (las tres primeras integrados en el Team Hobby).

 Desde la 4ª edición participamos con nuestra propia moto, nuestra vieja y querida Kawasaki GPX 600 R, siendo en 7 ediciones  la única Kawasaki de la parrilla.

 La primera edición en la que participamos con ella todo fue un  desastre, retenes de horquilla reventados, continuos tirones al andar y una dirección imprecisa con diversos puntos duros al girar que nos tiraba la moto al suelo al tumbar. Aún así como sello distintivo del Team Cano, acabamos la carrera, como hemos hecho en todas las ediciones luchando contra un sinfín de problemas año tras año menos en la edición del 2023 que tuvimos caída al poco de comenzar la Batalla.



... en 7 ediciones la única Kawasaki de la parilla...










  En años sucesivos se solventaron los problemas de la dirección ( una arandela que sobraba en el montaje) y los retenes de horquilla pero siempre hemos sufrido la lacra del funcionamiento impreciso del motor con continuos problemas de rateos, tirones y falta de prestaciones.

 En años sucesivos se probó de todo en la GPX para encontrar soluciones, carburación, sistema eléctrico rehecho de nuevo, limpieza de depósito, probar a montar bombas de gasolina... nada servía.

 Muchas veces los más grandes problemas tienen las más sencilla soluciones para acabar con ellos y esto  sucedió mirando un día un diagrama del depósito de gasolina de la moto cuando la estaba montando para la edición del 2024, la única que se ha disputado fuera del circuito de Guadix, concretamente en el circuito de Nueva Andalucia de Almería.

 Mirando esquemas de depósito y grifo de gasolina caí en que el grifo que llevaba la GPX no era el original, siendo un grifo genérico con una sola salida de combustible, y que el grifo original llevaba dos tomas, la de salida de combustible y otra más pequeña de la que según esquemas salía un manguito que se conectaba al carburador nº2. Es decir, ese pequeño manguito ejercía de sistema depresor para el correcto flujo y presión de gasolina. 

 Al montar un grifo original y conectar ese manguito fantasma todos los problemas de malfuncionamiento del motor se solucionaban y después de haber llorado un tiempo sentado frente a la GPX se me figuraba una enorme sonrisa en la cara pensando en una carrera por fin libre de problemas.

 Pero la puñetera Kawasaki no quería dejar la partida a mi favor y poco antes de la carrera su bomba de agua dijo basta, no se si lo sabéis, pero las bombas de agua de muchos modelos de Kawasaki de los años '80 y '90 son objeto de culto porque no existen. Recambio original no hay existencias y tampoco las hay en la industria auxiliar, tienes que buscarlas de segunda mano, pagarlas al precio del oro y rezar porque la que has comprado esté en buenas condiciones.

 Tras unas frenéticas jornadas de teléfono, emails, búsquedas de internet y una acumulación importante de stress me hice creo que con todas las bombas de agua de segunda mano que encontré en el país, monté la que me pareció en mejor estado y prácticamente al día siguiente marchamos a correr a la Batalla.

 Ante unas expectativas altas antes de salir a pista la GPX dio una detonación en la culata y ya no volvió a rodar bien en todo el día, pensando en un mal como una válvula pisada sin tiempo a reaccionar salimos a pista y finalmente acabamos la carrera siendo otra edición más en la que en lugar de luchar contra el crono luchábamos por sobrevivir y acabar.




Mario Piloto Oficial ya da nombre a una apurada de frenada...

 









 Ya en casa y desmontando me di cuenta de que las bujías de los cilindros 3 y 4 se habían aflojado, este nuevo mal se repetiría varias veces en los diversos entrenamientos a los que fui posteriormente a Guadix, eso si, mientras a la GPX no le diera por escupir bujías rodaba bastante bien.

 Tras este pequeño resumen de algunos de los problemas que hemos tenido con nuestra GPX con la que tenemos una auténtica relación amor-odio, llegamos por fin a la X edición de la Batalla, y nos la prometíamos muy felices.

 Como impaciente que soy antes de que abrieran las puertas del circuito ya estaba allí esperando para entrar, la primera carrera del día en la Batalla es pillar sitio en un box y poder dejar el coche allí mismo para luego poder recoger más cómodamente. Al poco tiempo llegó nuestro piloto junior Juan Martinez, todo lleno de energía y buen rollo, Juan es un entusiasta de la Batalla y durante ésta su cabeza está llena de estrategias y formas de hacer la carrera. 

 Con la moto y enseres colocados en su sitio y ya pasada la verificación administrativa y el briefing todavía estábamos a la espera de la llegada de nuestro piloto oficial, mi hermano Mario, que haciendo honor a su status en el equipo siempre llega a moto puesta.

 Como Mario llegó con su hora justa que no debe porque coincidir con el horario oficial y Juan estaba de allí para allá me puse el mono y salí yo a la primera sesión de entrenamientos. No era lo planeado, yo quería que ellos hicieran todas las tandas  para que cogieran tacto y sensaciones ya que no suelen rodar con ella más que el día de la Batalla.

 Di unas pocas vueltas y volví a boxes, la GPX marchaba bien aunque me pareció notarle algo raro. En el siguiente entrenamiento salió a pista Mario Piloto Oficial y duró una sola vuelta....si, la GPX volvió a fallar,  marchaba a 3 cilindros.

 Tras conseguir llegar a boxes empezamos a desmontar moto y nos encontramos que la bujía del tercer cilindro se ha vuelto a soltar. Al coger la bujía observamos que tenía dos arandelas....ahí estaba el fallo que tanto quebraderos de cabeza nos estaba dando, en algún cambio de bujías anterior esa arandela no salió con su bujía, quedándose dentro de la culata e impidiendo que la bujía nueva enroscara del todo.

  Tras quedarnos Juan y yo con quemaduras de 3er grado en las manos cambiando la bujía y reapretando el resto de ellas con la moto en caliente y Mario Piloto Oficial coordinando la acción aconsejándonos que no nos quemáramos, la GPX estaba de nuevo montada y en orden para salir de nuevo a pista, habíamos perdido la segunda sesión de entrenamientos durante el " caso bujías" y nos quedaban dos tandas de entrenamiento antes de la carrera.

 El cambio de bujías en una GPX 600 es toda una odisea, cada vez que tengo que cambiarlas me acuerdo y maldigo del grupo de ingenieros que diseñaron esta moto. Las dos bujías centrales están debajo de los dos largueros del chasis que discurren haciendo un triángulo en busca de la pipa de dirección, también todo el cableado y conexiones están ahí, bobinas incluidas, y para entorpecer más el trabajo justo pegados a los orificios de las bujías discurren dos pequeños manguitos de entrada y salida de agua a la culata, el de la izquierda se puede quitar, pero el de la derecha si no has vaciado parte del circuito de refrigeración al quitarlo te inundará la zona de agua, y si no los quitas debes hacer palanca contra ellos y con cuidado de no perforarlos para poder meter la llave de bujías. Señores que tenéis chasis perimetrales o de doble viga, os envidio jodios...

 Llega una nueva tanda y Juan Piloto Junior sale a pista, la moto suena bastante bien y nos felicitamos por ello. Finalmente en la última tanda salgo a dar unas pocas vueltas para dar el visto bueno, rodando cerca de los mejores tiempos que he hecho con ella que han sido de 1.42,  que es un lento tiempo comparado con la competencia. Con todo lo que se podía hacer ya hecho, paramos moto, colocamos calentadores, rellenamos tanque de gasolina y nos ponemos a comer esperando la hora de iniciar la Batalla.

 Comer...pues no, mucho nervio acumulado tras el revés anterior y mucho calor, pero beber si, mucho y bien, va a ser una jornada muy calurosa.

  Son casi las 13 horas y llega el momento esperado y también temido de volverme a colocar frente a mi GPX en la recta de meta esperando el banderazo de salida. Hace un calor horrible, está cayendo el verano granadino con toda su plenitud sobre la recta de meta de Guadix, tengo la sensación de que me han puesto calefactores dentro del mono y un carboncillo ardiendo dentro del casco. 



 Salimos penúltimos, más o menos lo que viene siendo costumbre para el Team Cano. Nosotros no seremos los más rápidos, pero si somos los más guapos de la Batalla (  hablo de la moto). La espera es corta y apenas unos segundos después de colocarme en mi posición cae la bandera y empieza la Batalla, la salida como siempre es lenta corriendo hacia la moto pero luego suelo engancharme a cola de pelotón e incluso adelanto a alguien, pero sinceramente en esta ocasión no se si entrando a la primera curva me he colado por delante de otro participante.

 Hablo mucho conmigo mismo encima de la moto, sin duda me viene por los muchos años de salir solo de ruta con la moto los fines de semana, y después de pasar los nervios y precauciones de las primeras curvas incluida la paella a derechas del fondo del circuito me digo a mi mismo que ya que todos van por delante me tengo que tranquilizar y buscar mi ritmo.

 Y en ello estaba cuando llegando a la frenada de la última doble curva antes de recta de meta me aparece una GIXXER 750 por mi izquierda disputándome la frenada. En 0,2 mi cerebro cambia de modo Sport a modo Turbo y suelto frenos y apuro más la frenada entrando primero en la doble curva, no se cuantas vueltas fueron, no se si venía alguna moto más por detrás, no se si le estaba haciendo tapón o lo dejaba atrás, pero por primera vez en 10 Batallas pude sentir la adrenalina de escuchar un motor rugiendo a mis espaldas desesperado por adelantarme y no conseguirlo, cerré todas las puertas, ventanas, correderas, zulos, claraboyas, portones y San Juanes que había en el circuito, la GIXXER se me emparejaba o ligeramente adelantaba en las rectas pero conseguía mantenerla a raya en las frenadas.

 Finalmente la GIXXER consiguió adelantarme y me pegué a su rebufo, pero mi cerebro me dijo que ya había hecho la machada del día y que también había tenido un par de fallos en la conducción propios de ir más allá de mi límite, así que desconecté el modo Turbo, volví al modo Sport y esperé que pasaran las vueltas para dar el relevo.

  Esperar que pasaran las vueltas...las vueltas no pasaban y el tiempo tampoco, el calor era sofocante y el cansancio empezaba a aparecer, las gotas de sudor de mi frente las veía por dentro de mi visera caerme sobre la nariz y cada vez que pasaba por meta y no veía el cartel de parar en box maldecía sin parar, si cualquiera hubiera pegado la oreja a la recta de meta cuando pasaba en lugar de escuchar el motor de la GPX escucharía un "cabroneeeeeeeeesssss" que se difuminaba por toda la recta.

  Terminé mi relevo y Mario Piloto Oficial salió a pista, rodaba bien, por debajo de sus tiempos habituales pero la GPX no sonaba del todo redonda, a ratos fallaba un poco, a ratos parecía sonar mejor. Se le ve suelto y en tiempos constantes y hace su tanda sin ningún percance, 12 vueltas y toca relevo.

 Siempre estamos con si la moto sería capaz de hacer dos o tres tandas con un tanque, pero como de todas formas el perder o no 2 minutos en un repostaje no nos cambiaría la vida fuimos a lo seguro y cada 2 tandas chupito de gasolina para la GPX.




Juan Piloto Junior lleno de energía y buen rollo...






 Juan Piloto Junior sale a pista y ¡¡caramba!! la moto vuelve a sonar fina, o al menos mejor que cuando la llevaba mi hermano, y Juan también rueda constantemente en tiempos más bajos que los que suele hacer habitualmente. Lo más destacable en su buena tanda es que le pilló un par de vueltas de safety car por un competidor que habiendo caído o que tuviera un problema con su moto se cruzó todo el circuito a lo ancho empujando su moto para volver a box y no perder la carrera en esos momentos.

 Una acción que por mi parte además de ser totalmente prohibida puso en peligro al resto de participantes que podrían haber tenido un accidente, nadie se espera rodando en pista que te aparezca un piloto cruzando el circuito empujando una moto.

 Juan termina su tanda y vuelvo a salir, a las dos vueltas la GPX comienza a fallar, tironea algo, no es bujía, lo tengo claro, es como si no le llegara suficiente gasolina, bajo de revoluciones, apuro menos el motor  y mi tanda resulta unos 2 o 3 segundos más lenta por vuelta que la anterior. 

 Y ahora se vienen otros problemas, ya lo detecté en las sesiones de entrenamiento, algo pasa con el apriete o rodamiento de la dirección que frenando toda la parte delantera tiembla, y donde más apuras la parte trasera se levanta y la rueda bloquea, lo de la rueda trasera pues bueno, si vas con tacto hasta es divertido como se te cruza la moto, pero si bota mucho no te deja frenar y no entras en curva, la solución es frenar antes y más suave.

 Cuando eres un piloto tipo chicane móvil como yo con los años te vas acostumbrando a ser doblado una y otra vez, aunque este año no ocurrió muchas veces, rodando muchas vueltas solo sin tener rivales al alcance de la vista no escuchándolos por detrás, pero me llevé un par de sustos en curva la mar de tontos, tumbando a derechas mi guante izquierdo con su tono blanco/verde en su parte superior me hacía raro reflejo en la visera y me hacía pensar que por el rabillo del ojo veía otra moto que me hacía un exterior por mi izquierda, y como no había escuchado motor ninguno a mi vera me sorprendía a mi mismo.

 Acabo mi relevo, como en el anterior repostaje apenas habían entrado 7 litros después de 2 tandas decidimos estirar hasta mediados de la tercera tanda, repostar entonces y que el mismo piloto siguiera con su tanda, así también le daríamos descanso al piloto porque el día estaba resultando muy duro por el calor.

 Mario Piloto Oficial sale a su segundo turno con la moto dando claros síntomas de que algo va mal, a las pocas vueltas entra y rellenamos el tanque, han sido poco menos de 10 litros, vuelve a pista y la moto y el piloto se han recuperado misteriosamente porque empieza a volar y nuestro Piloto Oficial empieza a rodar más rápido que en su primera tanda.

 Entonces llegó el momento por el que Mario tiene el status de piloto oficial, en un alarde de destreza, nulo pánico a la muerte y arrojo encomiable se lanzó en una escalofriante apurada de frenada por el interior en la cerradísima curva a izquierdas a final de la contra recta del circuito adelantando a un rival y dejando atrás a otros dos que también intentaban colarse en la frenada más a su izquierda todavía, del envite Mario Piloto Oficial salió airoso y el primero en busca de la doble curva de entrada a meta.

 Esta acción de Mario ya tiene nombre, a partir de ahora hacerle una frenada a otro piloto es marcarse un Mario Piloto Oficial, igual que salir a pista con el grifo de gasolina cerrado es un Tomás...una vieja y querida historia.

 Y en este segundo turno volvió a bajar sus tiempos y se marcó su vuelta rápida del día y de su histórico en Guadix con un 1:45.282, había bajado cerca de 5 segundos sus mejores registros de años anteriores y rodó toda la tanda cerca de ese mejor tiempo.

 Mientras Mario estaba en su tanda yo estoy dando vueltas a los engranajes de mi cerebro pensando porque la moto va mejor con el tanque lleno y que  parece que gasta poca gasolina entre repostajes. Finalmente llego a la conclusión de que el filtro de gasolina que le puse a la moto antes de venir a la carrera por algún motivo no permite todo el paso de gasolina suficiente a los carburadores cuando el depósito pierde litros y la gasolina no ejerce tanta presión o peso. Así se lo dijo a Juan y decido quitar el filtro cuando Mario pare a darle el relevo.




 Juan en principio no está de acuerdo, no porque le parezca mala solución, sino porque piensa que mejor dejar la moto como está y no tocar no vaya a ser peor remedio que enfermedad, pero no cedo en mi idea y procedo a la extirpación del elemento filtrante. 

 Perderemos cierto tiempo, pero si estoy en lo cierto la GPX funcionará como es debido o al menos cerca de ello.

 Juan sale a su tercera tanda pero le pilla de nuevo otro safety car, y ahora sucederá al anécdota del día, Juan sale a pista cuando el safety car más o menos va por el fondo del circuito y tras ser avisado por radio espera que Juan llegue a cola del pelotón de motos para retirarse y reiniciar la carrera. pero Juan va a su bola, a su rollo o a lo que él estima correcto en sus planteamientos estratégicos de carrera y rueda lento, de tal forma que el safety car lo está atrapando, cuando Juan pasa por línea de meta el grupo de carrera está a punto de llegar a la última doble curva del circuito.

 Le gritamos, le hicimos señas, si hubiera tenido unas piedras al alcance de la mano se las hubiera tirado, pero Juan no nos veía y seguía en su plácido paseo y el safety car se dispuso a dar otra vuelta más al circuito esperando a Juan. 

 Le enseñamos el cartel de box con la esperanza que entrara a pit lane y relanzarlo a pista de nuevo  dando lugar a que el grupo de carrera lo adelantara por la pista y justo después de sacarle la pizarra el safety car decidió bajar mucho más el ritmo para darle espacio a Juan y relanzar la carrera sin esperar a que se reincorporara al final del grupo.

 Ahora que la carrera se había relanzado nos temíamos que Juan al ver el cartel de box se saliera de pista a preguntar que pasaba y perdiéramos más vueltas pero por suerte parece ser que no vio nuestra generosa pizarra de casi un metro de ancho y siguió con su tanda ahora si buscando tiempos.

 Y los encontró, Juan se marco una tanda casi toda con tiempos bajando del 1:50 consiguiendo también su mejor vuelta y registro personal en Guadix con un 1:48.727, sin duda la GPX funcionaba bien y ello permitía bajar el crono.

 Y llegó mi último relevo, ya estábamos metidos en la última media hora de carrera y por experiencia ahora es cuando la GPX empieza a flaquear de suspensiones y neumáticos después de casi 3 horas seguidas de rodar. Salgo a pista gas a fondo....y todo es maravilloso, todo es de color...

 La  moto acelera hasta el infinito y más allá, recupera bien, no tironea, no ratea, hace lo que tiene que hacer, le das gas y acelera, punto. En mi primera vuelta lanzada llegando a la horquilla de la contra recta pillo a la GSXR y decido hacerme un Mario Piloto Oficial, pero otro rival por detrás ha pensado lo mismo y se ha lanzado antes que yo obligándome a buscar hueco donde no lo había para no chocar y acabo haciendo un pequeño recto por la grava, vuelvo a pista, doy una vuelta más y entro a la zona de repostaje. 






Felicitaciones, ruido, abrazos y cerveza, es lo mejor que tiene la Batalla






 Con la moto surtida de gasolina y habiendo comprobado que el motor va genial salgo a pista a darlo todo por el todo, sin contemplaciones, las frenadas son salvajes con continuos rebotes de ruedas y la dirección tiembla cada vez que toco el freno, pero la GPX empuja y empuja y yo empujo más con ella. Cada vez más rápido los Mitas dan señales de cansancio y algún sustillo de rueda delantera aparece, pero me da igual, quiero aprovechar este momento, la quilla comienza a rozar en el suelo, me da igual, sigo dando gas a ese maldito puño derecho. El neumático trasero desliza al salir de curva, me da igual, sigo dando gas. Mis tiempos empiezan a bajar y lo que antes eran mis vueltas rápidas sueltas ahora se convierten en ritmo de carrera, consiguiendo en mi última vuelta mi mejor tiempo con la GPX en Guadix, 1:40.878.

 Acabo mi tanda y doy relevo a mi hermano, estoy muy contento y muy cansado, a par de las dos cosas, vamos a acabar una vez más la Batalla de Clásicas y por primera vez va a ser luchando contra el crono y no contra la moto.

 Mario Piloto Oficial apenas da 4 vueltas pero se queda a medio segundo de su mejor tiempo, seguro que de haber rodado más vueltas hubiera mejorado. Cruza bajo la bandera a cuadros y terminamos la X Batalla de Clásicas 2025, esta batalla ha sido un éxito para todo el equipo, tanto para los pilotos que hemos rodado todos más rápidos que nunca como para la moto que ha conseguido su récord de vueltas al circuito con 91 giros.

 Felicitaciones, abrazos, ruido, fotos y cerveza, es lo mejor que tiene la batalla. Y  en la entrega de premios un detalle por parte de la organización que me llego muy adentro, una mención honorífica junto al Team Pirañas, ganadores de la Batalla, como los únicos equipos que hemos participado en todas las ediciones que se han disputado junto a otro recuerdo para nuestro querido Tomás Centeno Estrada, nuestro eterno cuarto miembro del Team Cano, siempre en nuestros corazones.

 Han sido 7 años de travesía por el desierto llenos de quebraderos de cabeza, disgustos, buscando soluciones...pero por fin, por fin, por fin...hemos completado una Batalla sin contratiempos severos y hemos salido con grandes sonrisas y una enorme satisfacción.

 Ya estamos contando los días para la XI Batalla de Clásicas.