Como habréis observado los lectores asiduos de Simplemente Motos, este 2017 estamos repasando la historia de motocicletas míticas en la historia de las dos ruedas que tuvieron en común que salieron a la venta en 1987, motos que marcaron un antes y después en sus segmentos o campos de acción tales como la FZR 1000 de Yamaha o la RC-30 y la Transalp de Honda.
Pero sin duda la moto que comenzó su andadura por el mundo ese año 1987 y que con el tiempo tanto ella como su descendencia demostraron convertirse en uno de los mejores y más completos modelos de producción, por no decir la mejor moto de calle fue la Honda CBR 600 F.
La CBR 600 F llamada sólo Hurricane en EE.UU se presentó a principios de 1987 junto a sus dos hermanas mayores la CBR 750 F y la CBR 1000 F, y tal y como escribimos de ella en un artículo anterior, esta nueva saga de motocicletas con motor de cuatro cilindros en línea venían en cierta forma a cubrir dos necesidades de Honda, por un lado tener una gama de motocicletas de alta / media cilindrada más económicas a la línea de la VFR de cuatro cilindros en V, y por otro lado que asimismo sirvieran de moto alternativa o salvavidas a un posible fiasco de la línea de motores en V de las VFR del '86 tal y como pasó con las anteriores VF de 1983. Anteriormente ya habían utilizado este sistema sacando al mercado la CBX 750 F, la última 4 cilindros en línea refrigerada por aire comercializada por Honda, que en cierta forma salvó las cifras de ventas de motos de gran cilindrada para la marca japonesa ante los continuos problemas de fiabilidad de las VF, pero esta vez no se quería apostar por un sólo modelo, y tras más de dos años de estudio, diseño y producción Honda nos enseñaba una completa gama de motocicletas en ese clave año de 1987 para la casa del Ala Dorada.
La CBR 750 F sólo se comercializó en EE.UU, Australia y parte de Asia, y aunque fue una buena moto fue eclipsada por la VFR 750 F, la CBR 1000 F se convirtió en la reina de las autopistas y de los motoristas ávidos de grandes sensaciones pero que no querían una moto deportiva al uso y la pequeña CBR 600 F se convirtió inmediatamente en una estrella en su categoría, llegando incluso a rivalizar y superar a motos de cilindradas superiores.
...acababa de acuñarse la terminología "como una Honda" o el toque Honda"...
Lo que primero llamaba la atención de ella eran sus redondeadas líneas de su carrocería integral que recibía el nombre de Aero, al igual que por ejemplo la Ducati Paso, fue de las primeras motos en cubrir totalmente su mecánica con plásticos y la primera en hacerlo para Honda, pero si en la italiana el objetivo de ello era totalmente estético, en la japonesa era más por necesidad. En la concepción y fabricación de la Hurricane se buscaron rebajar al máximo los costes de fabricación y producción, aunque siempre manteniendo los estándares de calidad altos, por lo cual en ella se acabaron los motores visualmente agradables a la vista con tapas pulidas, cromadas o mecánicamente tratadas, así como el tener una limpieza visual en la que no se apreciaran en exceso cables y manguitos, los motores de la Hurricane presentaban un acabado tipo industrial, soso, oscuro y en cierta forma feo, comparada con otras motocicletas, el motor de la Honda al descubierto parecía que estaba falto de piezas o no terminado.
Aún así el motor de la Hurricane era muy accesible para trabajar en él y su interior estaba perfectamente estudiado, trabajado y mecanizado buscando el máximo de ligereza y fiabilidad mecánica, dando un salto cualitativo importante en calidad de fabricación nunca visto en una moto de gran producción. Su cuatro cilindros en línea de 598 cc estaba refrigerado por agua y tenía 16 válvulas en su culata, tenía encendido por CDI con doble bobina y era capaz de girar a 11000 revoluciones para dar una potencia de 85 cv, 10 más que su más directa rival, la Kawasaki GPZ 600 de 1985. Se alimentaba a través de una batería de cuatro Mikunis de 32mm y respiraba por medio de un escape tipo 4 en 1, consiguiendo una velocidad punta por encima de los 220 km/h. El chasis de la Hurricane era una unidad perimetral de acero en sección rectangular que colocaba el motor bastante bajo, pero respetando todavía una generosa distancia libre al suelo, consiguiendo así una moto baja y con gran capacidad de maniobrabilidad, en su horquilla montaba una unidad convencional Showa de 37 mm de diámetro de barras y el sistema Pro-Link trasero con monoamortiguador, sus frenos, considerados de lo mejor en su época, era una pareja de discos fijos perforados de 276 mm con pinzas de doble pistón y un single trasero de 218 mm con pinza simple. Con el tiempo se observó en sus frenos uno de los puntos flacos de la Hurricane, no por calidad sino por disposición, sus discos fijos delanteros en caso de usos continuados y agresivos podían llegar a alabearse produciendo molestos rebotes a la hora de frenar, esto junto con algunos problemas con la bomba de gasolina en las primeras series son los únicos problemas reseñables que tuvieron las Hurricane en su vida comercial. Terminando con la parte ciclo en Honda decidieron optar por la nueva configuración de usar llantas de 17" en ambos ejes con neumáticos 110/80 del. y 130/80 trasero, alejándose de la tendencia del momento de llantas pequeñas de 16" o combinaciones de estas con grandes llantas de 18" traseras.
En su ergonomía se usó un amplio sillín de dos plazas y unos semimanillares por encima de la tija que conseguían una posición de conducción deportiva pero no extrema, suficientemente confortable para hacer largas tiradas encima de ella y amable con el pasajero, y su nuevo cuadro de relojes analógico era muy completo, con indicadores luminosos varios y dos grandes esferas con el cuentakilómetros y el cuentarevoluciones, sus acabados sin ser lujosos eran correctos y su suavidad de conducción algo nunca visto hasta la fecha en una moto de su categoría, acababa de acuñarse la terminología "como una Honda" o " el toque Honda".
Honda acababa de dar con la tecla....
El gran éxito de esta moto fue que la unión de todos estos elementos en los que ninguno sobresalía de entre los demás conseguían un gran conjunto compacto y homogéneo que hacían de la CBR una moto que daba muy buen resultado en cualquier aspecto de uso, Honda acababa de dar con la tecla y había conseguido una moto que te llevaba al trabajo de lunes a sábado y te hacía ganar carreras los domingos. Ejemplos de ello los tenemos en sus medidas y peso, pequeña y redondeada con un peso en vacío de 185 kg, los mismos que la deportiva Suzuki GSXR de 1985 sin tener que utilizar chasis de aluminio y otros materiales exóticos; su potencia, hacía 10 cv más con 10 kg menos que la kawasaki GPZ 600, y su deportividad en la pista, en su primera temporada de carreras en el AMA Supersport, el campeonato nacional más importante de la época, ganó todas las carreras alcanzando el título con una preparación mínima que básicamente consistía en el cambio de neumáticos y aligeramiento de peso quitando todo lo superfluo para circuito. Sin duda una moto que tenía muy bien integrados todos sus componentes.
Tal vez la descripción más certera de esta moto fuera la que me hizo hace muchos años un conocido cuando me vió montado en mi CBR del '89, adiestrador de perros de profesión, me dijo que la CBR era como un pastor alemán, no era el primero en nada pero siempre era el segundo en todo.
En su presentación muchos medios especializados la catalogaron como la mejor moto japonesa de todos los tiempos y se empezaron a vender a millares por todo el mundo, excepto en Australia y Méjico, donde por razones ilógicas de los importadores se vendía la extraña versión de 498cc, la CBR 500 F.
Comenzando su producción con el nº de chasis JH2PC190*HM000001, se mantuvo inalterada durante 1988 y 1989, cuando perdió su nombre de Hurricane para los EE.UU y pasó a llamarse CBR como en el resto del mundo, aquí es cuando los entendidos consideran que empieza la serie F1. Para 1990 recibe su única evolución para recargar fuerzas ante las nuevas rivales aparecidas, las FZR de Yamaha, la GPX de Kawasaki y la GSX de Suzuki, Internamente recibe nuevos pistones, cámara de combustión y una mayor relación de compresión, nueva carburación y configuración de encendido, un nuevo 4 en 1 de acero inoxidable, ajustes en la suspensión delantera y una maneta de freno regulable, con estos cambios ahora gana 10 cv más al mismo rango de revoluciones, quedándose a las puertas de la centena de cavallos con una cifra de 95 a 11000 rpm.
Un año más tarde Honda vuelve a dar una vuelta más de tuerca y saca al mercado una moto casi totalmente nueva pero totalmente igual en concepto y uso, la CBR 600 f2, y la historia sigue y sigue hasta este 2017 donde las duras normativas anticontaminantes Europeas y las aún bajas cifras de ventas por la larga crisis han dado fin a tan larga saga de magnificas motos.
Si dais algún vistazo por alguna página de motos de segunda mano veréis que todavía hay muchas unidades de la primera serie de la CBR en venta, y la mayoría en un estado más que aceptable para su edad, sin duda fueron unas motos muy bien construidas a las que si no se les daba mal trato aposta te duraban para toda la vida.
CBR (Cycle Bike Racing) 600 f Hurricane, sin duda ella no cambió las reglas del juego ni las escribió nuevas, simplemente creó un juego nuevo.
Basado en conocimientos y vivencias propias.
Tengo la Benetton del 90 y después de 27 años va finísima. Una auténtica Honda.
ResponderEliminarYo tengo la bennetton del 90 también va fina josearami7@gmail.com saludos
EliminarDemasiado legal la información
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